Hillary vuelve al estrellato y desata especulaciones

NUEVA YORK.– Faltan cinco meses para las elecciones en Estados Unidos, pero eso no impide que ya se hable de la pelea por la Casa Blanca que se librará en 2016. Y a la hora de las conjeturas una persona acapara todos los comentarios: Hillary Rodham Clinton.

Icono de Estados Unidos y figura estelar de Washington durante las últimas dos décadas, Hillary disfruta de uno de los mejores momentos de su carrera política, envuelta por el aura de una popularidad que es la envidia de propios y extraños.

Pero ella, impasible ante el clamor por ver su nombre en una boleta, intenta aniquilar cualquier especulación sobre su futuro, al reiterar una y otra vez su deseo de embarcarse en el primer descanso en su vida de la política.

El "momento Hillary" quedó plasmado en un sondeo de Gallup que le brinda una aprobación del 66%, su registro más alto desde fines de 1998. Eso, y los comentarios de columnistas y analistas sobre la posibilidad de que desplace a Joe Biden como compañero de fórmula del presidente Barack Obama, un rumor desmentido hasta el cansancio, que ahora volvió a despuntar con tibieza.

"Ella ha probado ser una lugarteniente sumamente leal a Obama, extremadamente competente en el manejo de las relaciones exteriores del país. La gente la ve como la persona que podría decidir la elección", graficó a La Nacion Juan Carlos Hidalgo, analista político del Instituto Cato, un centro de estudios conservador de Washington.

Hillary garantizaría el voto femenino y le aportaría frescura a la fórmula demócrata, apuntó Hidalgo. Además, quedaría en primer lugar en la línea sucesoria para competir por la Casa Blanca en 2016.

Pero la movida reflejaría un pánico tal entre los demócratas que nadie cree que se concrete. Con todo, las conjeturas sirven para mostrar que Estados Unidos no parece haber visto suficiente aún de Hillary Clinton y quiere más. La mirada se estira entonces hasta 2016, y la pregunta es si ella, a los 68 años, querrá volver a pelear por la Casa Blanca.

"Yo apostaría a que no", respondió a La Nacion Hank Sheinkopf, estratega demócrata de Nueva York, que conoce a los Clinton desde hace 30 años, trabajó para Bill Clinton y reconoce que se tomaría feliz un año para trabajar en una hipotética campaña de Hillary.

"Una campaña presidencial es difícil, más allá de definiciones o explicaciones. Es muy duro, y en ese punto de su vida, ella puede no querer atravesar eso", completó.

Como secretaria de Estado –el segundo mejor trabajo en Washington, suele decirse aquí– Clinton fue una verdadera trotamundos. En los últimos cuatro años, viajó más de un millón de kilómetros para visitar 96 países en los cinco continentes, igualando la marca que ostentaba Madeleine Albright como la secretaria de Estado que más países visitó.

No faltan quienes dicen que es fácil lucirse como canciller de Estados Unidos. Y si bien Clinton no llegó a construir logros como los de Henry Kissinger, que abrió el vínculo con China, o James Baker, arquitecto de la alianza contra Saddam Hussein en 1991, nadie la cuestiona.

Ninguna figura política vivió Washington como ella en las últimas dos décadas: fue primera dama, senadora y secretaria de Estado. Nadie más cuenta con esa experiencia, que acumuló sin dañar su reputación ni su popularidad, incólume, aun luego de tantos años en la arena política.

¿Usará Hillary Clinton todo el capital acumulado en estos años en 2016? ¿O lo preservará para pelear otras batallas? Nadie conoce la respuesta, probablemente ni siquiera ella, y cuatro años (o incluso uno) son una eternidad para la política norteamericana. Pero eso no impide que el "momento Hillary" desate todo tipo de especulaciones.