Israel enfrenta nuevos pedidos de tregua y la Casa Blanca aumenta la presión para que frene la ofensiva
Cancilleres de varios países europeos hicieron un llamado público a que las fuerzas armadas israelíes finalicen con la ofensiva en la Franja de Gaza
LA NACION
TEL AVIV.- Israel enfrentaba hoy protestas locales y llamados a un cese del fuego por parte de algunos de sus aliados europeos más cercanos después de una serie de tiroteos, incluido el de tres rehenes, tras 10 semanas de guerra en Gaza, al tiempo que la Casa Blanca elevaba la presión para que el gobierno israelí suspenda la ofensiva a gran escala.
Los manifestantes están pidiendo al gobierno que renueve las negociaciones sobre rehenes con el grupo armado palestino Hamas, que ha prometido destruir. Israel también podría enfrentar presiones para reducir las operaciones de combate cuando el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, visite el país en las próximas horas. Washington expresó creciente inquietud por las víctimas civiles, aunque sigue brindando apoyo militar y diplomático vital.
La guerra aérea y terrestre arrasó gran parte del norte de Gaza, matando a miles de civiles. Muchísimos están hacinados en refugios abarrotados y tiendas de campaña, sobreviviendo gracias a un goteo de ayuda humanitaria. Unos 1,9 millones de palestinos –casi el 85% de la población de Gaza– huyeron de sus hogares.
En un artículo conjunto en el periódico británico The Sunday Times, el canciller británico, David Cameron, y su par alemana, Annalena Baerbock, pidieron un cese del fuego y dijeron que “han muerto demasiados civiles. El gobierno israelí debería hacer más para discriminar suficientemente entre terroristas y civiles, asegurando que su campaña apunte a los líderes y agentes de Hamas”.
“Israel no ganará esta guerra si sus operaciones destruyen la perspectiva de una coexistencia pacífica con los palestinos”, dijeron. El cese del fuego debería tener lugar lo antes posible y ser “sostenible”, agregaron.
En una conferencia de prensa con su homólogo israelí en Tel Aviv, la canciller francesa, Catherine Colonna, también presionó por un cese del fuego.
Gran Bretaña había pedido anteriormente “pausas humanitarias” en el conflicto, pero no llegó a pedir el cese inmediato de los combates. Se abstuvo la semana pasada cuando la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente a favor de cese del fuego.
Austin visitará Israel y redoblará el pedido al gobierno de Tel Aviv para que ponga fin a su campaña terrestre y aérea a gran escala en la Franja de Gaza en unas semanas y haga la transición a una fase más centrada de su guerra contra Hamas.
Austin se reunirá con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, para discutir en detalle cuándo y cómo las fuerzas israelíes llevarán a cabo una nueva fase que, según los funcionarios estadounidenses, involucraría grupos más pequeños de fuerzas de élite que entrarían y saldrían de centros de población en Gaza, llevando a cabo misiones más precisas impulsadas por inteligencia para encontrar y matar a líderes de Hamas, rescatar rehenes y destruir túneles, dijeron funcionarios norteamericanos.
Si bien se espera que el Austin exprese su apoyo a la campaña de Israel para destruir la capacidad de Hamas de llevar a cabo operaciones militares, también reforzará la importancia de tener en cuenta la seguridad civil durante las operaciones y la necesidad crítica de aumentar la entrega de asistencia humanitaria.
Como exjefe del Comando Central del Pentágono, Austin está profundamente familiarizado con las dolorosas lecciones que las Fuerzas Armadas estadounidenses aprendieron en las últimas dos décadas en su transición de grandes guerras terrestres en Irak y Afganistán a operaciones más selectivas, y quiere compartir esas lecciones con funcionarios israelíes, dijo un funcionario del Pentágono bajo condición de anonimato.
En una señal de la urgencia de este momento de la guerra, el general Charles Q. Brown, jefe del Estado Mayor Conjunto, se unirá a Austin en Israel.
Netanyahu, en tanto, dijo que Israel “seguirá luchando hasta el final”, con el objetivo de eliminar a Hamas, que desencadenó la guerra con su ataque del 7 de octubre al sur de Israel. Los milicianos mataron a unas 1200 personas ese día, en su mayoría civiles, y capturaron a decenas de rehenes.
Netanyahu prometió traer de vuelta a los 129 rehenes que se estima aún están en cautiverio. Los medios israelíes informaron que David Barnea, jefe de la agencia de espionaje israelí Mossad, se reunió el fin de semana con el primer ministro de Qatar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman al-Thani, quien ha mediado con Hamas, para discutir la reanudación de las conversaciones.
Mientras tanto, Gaza permanecía bajo un apagón de comunicaciones por cuarto día consecutivo, el más largo de varios apagones durante la guerra, que según los grupos de ayuda complica los esfuerzos de rescate.
En señal de desesperación, decenas de palestinos rodearon camiones de ayuda después de que atravesaron el cruce de Rafah con Egipto, para llevarse el cargamento.
Por otra parte, oficiales militares dijeron el sábado que los tres rehenes asesinados a tiros por error por tropas israelíes trataron de dar señales de que no representaban ningún peligro. Fue el primer reconocimiento de este tipo por parte de Israel de haber matado a rehenes en una guerra que, según dice, tiene como objetivo en gran medida rescatarlos.
Los tres rehenes, todos de unos 20 años, fueron asesinados el viernes en el área de Shijaiyah, en Ciudad de Gaza, donde los militares luchan contra Hamas.
Israel dice que hace todos los esfuerzos posibles para evitar dañar a los civiles y acusa a Hamas de utilizarlos como escudos humanos. Pero los palestinos y los grupos de derechos humanos han acusado repetidamente a las fuerzas israelíes de poner en peligro imprudentemente a los civiles y disparar contra quienes no los amenazan.
En Gaza, los palestinos dijeron en varias ocasiones que los soldados israelíes abren fuego contra los civiles que huyen. Hamas afirmó que otros rehenes murieron por fuego o ataques aéreos israelíes, sin presentar pruebas.
La ofensiva mató a más de 18.700 palestinos y miles de víctimas más están enterradas bajo los escombros, dijo el Ministerio de Salud en Gaza. Desde entonces no ha podido actualizar el número de víctimas debido al corte de comunicaciones.
El ministerio no diferencia entre muertes de civiles y combatientes, pero durante toda la guerra dijo que la mayoría son mujeres y niños. El Ejército de Israel dice que 121 soldados murieron en la ofensiva de Gaza.
Hamas había advertido que no liberará más rehenes hasta que termine la guerra y que a cambio exigirá la liberación de un gran número de prisioneros palestinos, incluidos milicianos de alto perfil.
Hamas ya dejó ir a más de 100 de los más de 240 rehenes capturados el 7 de octubre a cambio de la liberación de decenas de prisioneros palestinos durante una breve tregua en noviembre. Casi todos los liberados en ambos lados fueron mujeres y menores. Israel rescató a un rehén.
Agencias AFP y AP
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