
Johnson y Nixon, los antecedentes
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WASHINGTON.- Nunca en los más de 200 años de historia de los Estados Unidos un presidente ha sido destituido del cargo por traición, soborno u otros delitos graves, las causas que establece la Constitución como motivo de juicio político. Sin embargo, antes de Bill Clinton, dos presidentes fueron amenazados con ser removidos.
Andrew Johnson
En 1868, el demócrata Andrew Johnson, comprometido en feroces batallas políticas con el Congreso tras la abolición de la esclavitud, fue acusado de haber querido deshacerse del secretario de Guerra, Edwin Stanton, sin avisar al Senado.
La apertura de una investigación fue avalada por la Cámara de Representantes y cuando se concluyó, el 24 de febrero de 1868, Johnson fue declarado culpable de once delitos que justificaban una destitución.
Un juicio fue abierto entonces, pero en mayo de 1868, en el voto final en el Senado, Andrew Johnson se salvó por un voto de perder su cargo. Permaneció en el poder, pero perdió luego la investidura de su partido para las siguientes elecciones presidenciales. Fue reelegido en el Senado cinco años más tarde.
Richard Nixon
En 1974, el republicano Richard Nixon fue acusado de obstrucción a la Justicia y abuso de poder, tras el escándalo del Watergate, originado por el espionaje, en 1972, en la sede del Partido Demócrata, en el edificio de Watergate, en Washington. Las audiencias de la comisión judicial empezaron el 9 de mayo de 1974 y, a finales de julio, ese comité presentó tres "artículos" (motivos) para destituir al presidente Nixon: obstrucción de la Justicia, abuso de poder y negativa a comparecer. El informe fue entregado a la Cámara.
Pero Nixon renunció el 9 de agosto, antes de que se votara en la Cámara, la cual decidió adoptar ese mismo día el informe de la comisión por 412 votos a favor y sólo tres en contra.


