La OTAN derribó un MiG-29 serbio
Fue el primer combate aéreo sobre Yugoslavia; preocupación en el Pentágono por el mayor riesgo para los pilotos de la alianza.
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WASHINGTON.- En el primer combate aéreo sobre Yugoslavia desde el comienzo de los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), un cazabombardero F-16 norteamericano derribó ayer a un MiG-29 yugoslavo, anunciaron funcionarios del Pentágono.
Los funcionarios, que pidieron no ser identificados, dijeron que el moderno avión de fabricación rusa fue abatido cerca de la frontera entre Serbia y Bosnia y que el F-16 utilizó un misil aire-aire para derribar al MiG-29.
Más tarde, en la conferencia de prensa diaria en la sede de la alianza en Bruselas, el mayor general Walter Jertz, de la fuerza aérea alemana, confirmó que el avión aliado interceptó y derribó al yugoslavo. No se conoció de inmediato la suerte que corrió el piloto del avión derribado.
La fuerza aérea yugoslava ha evitado los encuentros con aviones de la OTAN durante la mayor parte de la guerra aérea. El 26 de marzo, en el tercer día de la campaña, jets norteamericanos F-15 C derribaron dos MiG-29 yugoslavos que penetraron en el espacio aéreo de Bosnia-Herzegovina. Otros MiG-29 y MiG-21 fueron destruidos en tierra.
La decisión de incrementar los ataques y la elección de blancos cada vez más reducidos abrieron una nueva fase en las misiones de los pilotos de la OTAN en la acción sobre Yugoslavia, que están volando cada vez más bajo y se exponen a riesgos cada vez mayores.
En las primeras semanas los pilotos se limitaban a atacar desde más de 5000 metros de altura, pero ahora lo están haciendo más bajo, para dar caza a los tanques y a los vehículos militares serbios y exponiéndose, de este modo, al fuego antiaéreo enemigo.
Bajas aliadas
El costo de la nueva táctica es evidente: tres aviones de la OTAN fueron atacados en los últimos días por la artillería serbia.
El Pentágono confirmó que un caza F-117 Stealth fue atacado el sábado por un misil tierra aire SA-3 (de fabricación soviética), pero el piloto logró volver a su base en Alemania.
Otro aparato norteamericano, un A-10 Warthog, fue obligado a un aterrizaje de emergencia en Macedonia después de que uno de los dos motores fue puesto fuera de combate por el fuego antiaéreo.
Además, oficiales del Pentágono parecen inclinados a creer que el caza F-16 que cayó el sábado en Serbia, por problemas mecánicos, fue afectado por una parte de otro misil tierra-aire lanzado por las fuerzas yugoslavas.
Otro signo de la acentuada preocupación del Pentágono sobre los riesgos corridos por los pilotos se advierte en la decisión tomada anteayer por el secretario de Defensa norteamericano, William Cohen, de activar a 120 reservistas de la fuerza aérea del escuadrón 939 (con base en Oregon), especializados en acciones para el socorro de los pilotos abatidos.
Aislar a las fuerzas de tierra serbias en Kosovo es la estrategia que la OTAN ha ido delineando en los últimos días, según ilustró ayer el vocero Jamie Shea. Gracias a las mejores condiciones atmosféricas, "estamos dejando inmovilizadas a las fuerzas acorazadas serbias enviadas a Kosovo", explicó el vocero de la alianza. Se informó además que, ayudados por las mejores condiciones climáticas, los pilotos de la OTAN atacan en Yugoslavia y Kosovo cada vez más blancos que no estaban programados. Así, anteayer, aviones de reconocimiento y de combate atacaron 40 de estos "blancos casuales", alcanzando 16 tanques, vehículos blindados, y otros transportes.
"El nudo de la soga en torno del cuello de Milosevic se está cerrando cada vez más", aseguró Shea.
"Además -añadió-, estamos reduciendo sistemáticamente la capacidad yugoslava de reabastecimiento con la destrucción de una serie de objetivos estratégicos", entre ellos, estaciones de retransmisión de radio y depósitos de combustible. Shea precisó que la OTAN ya completó más de 15.000 vuelos sobre Yugoslavia desde el inicio de las operaciones.
Las dificultades en que se encuentran las fuerzas serbias, indicó el vocero, quedarían demostradas por la intensificación de las actividades de la defensa antiaérea serbia, que hasta ahora había permanecido bastante silenciosa.
Ayer, Belgrado vivió cierta tranquilidad, pero los ataques aliados continuaron en el resto de Serbia. Los objetivos de la OTAN son a esta altura bien conocidos: la sede de la televisión estatal en Novi Sad, segunda ciudad del país, las fábricas en las zonas centrales y las posiciones militares en Kosovo, donde, según la alianza, se registraron cientos de bajas.
En Belgrado, pese a las repetidas alarmas y el rugir constante de cazabombarderos de la alianza volando a baja altura, sólo durante la madrugada de ayer hubo ataques limitados contra los barrios de Rakovica y Bataijnica.
Ciudad fantasma
Novi Sad, capital de Vojvodina, parecía ayer una ciudad fantasma: dividida en dos por el Danubio tras la destrucción de todos los puentes, sufre casi a diario duros bombardeos y está inmersa desde hace tres días en la enorme nube negra que se desprende de la refinería local tras el duodécimo ataque aliado.
En tanto, la OTAN afirmó ayer que "no hay pruebas" que vinculen el ataque contra un ómnibus anteayer en Kosovo con los bombardeos de sus aviones en esa zona, que siguen centrados en la destrucción de infraestructuras de comunicación y abastecimiento de las tropas serbias.
Un vocero militar afirmó que, "tras una amplia revisión de nuestra operación con varios aviones en el área general (donde las fuentes serbias dicen que ocurrió el ataque contra el autobús), la OTAN no tiene pruebas que liguen su actividad con ese incidente".
Fuentes oficiales serbias dijeron que al menos 17 personas murieron y otras 20 resultaron heridas en el presunto ataque contra la ruta que une la ciudad kosovar de Pec y la montenegrina de Rozaje, en el que habría resultado alcanzado un micro de pasajeros.
Por su parte, el comandante de las fuerzas aliadas en Europa, general Wesley Clark, reiteró ayer que la OTAN está "ganando, el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, está perdiendo y lo sabe".
En tanto, los choques en la frontera de Yugoslavia y Albania se intensificaron ayer y un joven albanés murió a causa de los ataques de la artillería serbia contra Letaj, en la zona nororiental de Has. Según la policía local, la víctima era de Tropoje y se encontraba en Letaj visitando a unos familiares.
Rechazan un ataque terrestre
Washington (EFE).- El Senado de los Estados Unidos rechazó ayer una iniciativa que hubiera presionado al presidente Bill Clinton para que utilice "todas las fuerzas necesarias" en la campaña militar contra Yugoslavia.
El Senado votó 78 contra 22 a favor de no debatir la iniciativa, promovida por el senador republicano John McCain y que, de ser aprobada, hubiera autorizado a Clinton a utilizar tropas de tierra en el conflicto de Kosovo, pese a que éste insiste en que no prepara una invasión.
El líder de la mayoría republicana, Trent Lott, dijo ayer que la medida podría volver al Senado, pero agregó que ahora "es el lenguaje equivocado y el momento equivocado". Lott destacó que Bill Clinton no ha pedido autorización al Senado para enviar fuerzas de tierra a Kosovo y que no tiene tampoco planes para hacerlo.



