
León XIV recibió al vicepresidente de EE.UU y le entregó una invitación de Trump a la Casa Blanca
En la audiencia estuvo Vance junto a su esposa y Marco Rubio; clima distendido y una camiseta de los Chicago Bears de regalo; Gaza y Ucrania, en la mira
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ROMA.- Tal como se esperaba, el papa León XIV recibió este lunes a primera hora en audiencia al vicepresidente de su país, Estados Unidos, JD Vance, con quien se descuenta que habló de los temas candentes de la agenda internacional: Ucrania y Gaza.
Católico integrista que se convirtió en 2019, Vance, de 40 años, había viajado a Roma junto a su familia para estar durante la Pascua pasada, cuando fue el último líder político en ver con vida al papa Francisco, el 20 de abril.
El encuentro entre León XIV y Vance tuvo lugar en la Biblioteca del Palacio Apostólico y sin intérpretes visto que el inglés es el idioma materno del Papa, nacido hace 69 años en Chicago. Vance estuvo un total de 45 minutos en el Vaticano, según fuentes de la vicepresidencia estadounidense. Se espera que el Papa reciba este lunes a más autoridades que llegaron a Roma para la misa de asunción.
Tras una primera parte a solas con el Papa, se sumó a la conversación el secretario de Estado, Marco Rubio, también católico y de 53 años. Luego, Vance mantuvo una reunión con monseñor Paul Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales —el equivalente al canciller vaticano—, en reemplazo del cardenal Pietro Parolin, ausente por un viaje al exterior.

“Durante las cordiales conversaciones en la Secretaría de Estado se renovó la satisfacción por las buenas relaciones bilaterales y se hizo hincapié en la colaboración entre la Iglesia y el Estado, así como en algunas cuestiones de especial relevancia para la vida eclesial y la libertad religiosa”, indicó un comunicado del Vaticano. “Por último, se ha procedido a un intercambio de opiniones sobre algunos temas de actualidad internacional, expresando el deseo de que en las zonas de conflicto se respete el derecho humanitario y el derecho internacional y se alcance una solución negociada entre las partes implicadas”, concluyó.
Aunque no se mencionó, se descuenta que se habló de los temas más candentes de este momento, comenzando por Ucrania y Medio Oriente. Al margen de que León XIV hizo saber que iba a hacer todo esfuerzo posible para la paz y que la Santa Sede “está a disposición para que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos”, ayer tanto Vance como el Papa estuvieron reunidos con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, que se manifestó dispuesto a dialogar con Rusia, siempre y cuando se alcance una paz justa y duradera para Ucrania, precedida por un cese del fuego inmediato.

En paralelo, luego de una esperada y larga conversación telefónica entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su par ruso, Vladimir Putin, el primero, en un posteo en sus redes sociales en el que anunció con bombos y platillos el inicio de negociaciones entre las dos partes, mencionó al Vaticano como un posible lugar de mediación: todo un giro diplomático.
Según informó su vocera, por otro lado, Trump también le envió una invitación a la Casa Blanca al Papa. “El vicepresidente entregó al papa una carta del presidente y de la primera dama”, dijo Karoline Leavitt.
Ayer, por segundo domingo consecutivo, León XIV pidió por la “martirizada” Ucrania, en continuidad con su predecesor y también lamentó lo que está ocurriendo en Gaza. Al recibir el viernes al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el nuevo Pontífice auspició paz tanto para Ucrania como para Tierra Santa.
Según las imágenes difundidas por el Vaticano, esta primera audiencia del primer Papa “americano” con autoridades de su país estuvo marcado por un muy buen clima. Se los veía sonrientes a Vance, Rubio y Robert Francis Prevost, sentados alrededor del escritorio papal de la Biblioteca del Palacio Apostólico. Y a la hora del intercambio de regalos, cuando se sumaron su esposa, Usha y el resto de la delegación estadounidense, Vance sorprendió a León XIV con una camiseta de los Chicago Bears, un equipo de fútbol americano de su ciudad natal, con su nombre.
El domingo, al final de la misa de asunción de ministerio petrino, durante el saludo a las 156 delegaciones llegadas desde todo el mundo, el papa León había saludado con calidez a Vance y a la delegación de su país natal. Hizo lo mismo con la delegación de Perú, país que le dio la nacionalidad después de haber vivido allí durante 20 años -como misionero agustino y como obispo-, y tuvo un encuentro con la presidenta, Dina Boluarte.
El escueto comunicado vaticano evitó mencionar las diferencias evidentes con la actual administración de Trump, especialmente en lo referido a las deportaciones masivas y los recortes en ayuda humanitaria a países vulnerables.
El 12 de febrero pasado, apenas dos días antes de ser hospitalizado por la neumonía que finalmente le costaría la vida, el papa Francisco había dirigido una carta a los obispos de Estados Unidos en la que condenaba sin ambigüedades las políticas migratorias de Trump. “La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad”, escribió.
“Deportar personas que en muchos casos han dejado su tierra por pobreza extrema, inseguridad, persecución o deterioro ambiental lastima su dignidad y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad”, advertía Francisco en ese texto, que fue respaldado por el entonces cardenal Prevost. En una entrevista previa, había calificado de “desgracia” la idea de implementar deportaciones masivas. Vance, en su momento, justificó tales medidas de represión migratoria citando enseñanzas católicas medievales.
En su primer día oficial de papado León XIV, tuvo una agenda intensa. Después de Vance, recibió al canciller argentino Gerado Werthein; al patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I -a quien le confirmó su voluntad de viajar a Turquía en el 1700 aniversario del Concilio de Nicea-; al presidente de Colombia, Gustavo Petro; a una delegación de la diócesis de Chiclayo, Perú; al primer ministro de Australia, Anthony Albanese y al presidente de Georgia, Mikheil Kavelashvili, junto a sus esposas y séquitos.
En posteos en X, la presidencia de Colombia hizo saber que Petro también lo invitó a su país a León XIV y que en la audiencia le planteó como primer tema la conexión entre la migración y la crisis climática. “Señaló que las potencias económicas, en especial Estados Unidos, están priorizando el control y rechazo de los migrantes por encima de la defensa de la vida”, indicó. “El mandatario advirtió que ignorar la emergencia climática es encaminar a la humanidad hacia su propia extinción. Subrayó que enfrentar esta crisis global exige suspender la codicia por el carbón, el petróleo y las energías fósiles, que aún dominan las economías del norte global”, añadió.
Durante el encuentro sostenido en el Vaticano con el Papa León XIV, el Presidente @PetroGustavo planteó como primer tema la conexión entre la migración y la crisis climática. Señaló que las potencias económicas, en especial Estados Unidos, están priorizando el control y rechazo… pic.twitter.com/EBrZmfgvYX
— Presidencia Colombia 🇨🇴 (@infopresidencia) May 19, 2025
Compromiso con la fraternidad universal y sinodalidad
Al recibir en audiencia en la Sala Clementina a las delegaciones ecuménicas e interreligiosas que asistieron el domingo a la misa de inicio de pontificado -cristianos ortodoxos, evangélicos, protestantes; judíos; musulmanes; hindúes con turbantes, budistas y demás-, por otro lado, León XIV confirmó en un discurso que seguirá con la misma actitud de apertura de su antecesor.
“Uno de los puntos clave del pontificado del Papa Francisco ha sido el de la fraternidad universal. En este tema, de verdad que el Espíritu Santo lo ha ‘impulsado’ a dar grandes pasos hacia adelante en las aperturas e iniciativas que ya habían comenzado a asumir los Pontífices precedentes, sobre todo desde san Juan XXIII. El Papa de la ‘Fratelli tutti’ promovió tanto el camino ecuménico como el diálogo interreligioso, y lo hizo sobre todo cultivando las relaciones interpersonales de modo que, salvaguardando los vínculos eclesiales, se valorizara siempre el aspecto humano del encuentro. Que Dios nos ayude a atesorar su testimonio”, subrayó.
Tras destacar que su elección tuvo lugar justo cuando se conmemora el 1700 aniversario del Primer Concilio Ecuménico de Nicea, León XIV resaltó que, como obispo de Roma, considera que uno de sus deberes prioritarios es “la búsqueda del restablecimiento de la plena y visible comunión” de las diversas iglesias cristianas.
“En realidad, la preocupación por la unidad ha sido siempre una constante en mí, como atestigua el lema que he elegido para mi ministerio episcopal: In Illo uno unum, una expresión de san Agustín de Hipona que recuerda que también nosotros, aun siendo muchos, «en Aquel uno —o sea en Cristo—, somos uno»“, precisó.
Reiteró, por otro lado, su determinación a seguir adelante con la sinodalidad -caminar juntos y escuchar-, la última gran apuesta de Francisco. “Consciente, además, de que sinodalidad y ecumenismo están estrechamente relacionados, deseo asegurar mi intención de proseguir el compromiso del papa Francisco en la promoción del carácter sinodal de la Iglesia Católica y en el desarrollo de formas nuevas y concretas para una sinodalidad cada vez más intensa en el ámbito ecuménico”, afirmó.
“Ustedes han sido testigos de los notables esfuerzos realizados por el papa Francisco en favor del diálogo interreligioso. A través de sus palabras y acciones, ha abierto nuevas perspectivas de encuentro, para promover ‘la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento recíproco como método y criterio’”, resaltó, citando el Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común, firmado en Abu Dabi el 4 de febrero de 2019.
Dirigiéndose a los líderes judíos presentes, entre ellos, el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, León XIV evocó la declaración conciliar Nostra aetate que subrayó “la grandeza del patrimonio espiritual común entre cristianos y judíos, alentando al conocimiento y la estima mutuos”. “El diálogo teológico entre cristianos y judíos sigue siendo siempre importante y es muy valioso para mí. Incluso en estos tiempos difíciles, marcados por conflictos y malentendidos, es necesario continuar con entusiasmo este diálogo tan valioso”, subrayó.
Y concluyó con un nuevo llamado a la paz. “En un mundo herido por la violencia y los conflictos, cada una de las comunidades aquí representadas aporta su sabiduría, su compasión y su compromiso con el bien de la humanidad y el cuidado de la casa común”, dijo. “Estoy convencido de que, si estamos unidos y libres de condicionamientos ideológicos y políticos, podremos ser eficaces al decir ‘no’ a la guerra y ‘sí’ a la paz, ‘no’ a la carrera armamentista y ‘sí’ al desarme, ‘no’ a una economía que empobrece a los pueblos y a la tierra y ‘sí’ al desarrollo integral”, añadió. “El testimonio de nuestra fraternidad, que espero podamos manifestar con gestos concretos, sin duda contribuirá a construir un mundo más pacífico, como lo desean en lo más profundo de su corazón todos los hombres y mujeres de buena voluntad”, cerró.




