Llamado de Mujica a recuperar la confianza

MONTEVIDEO (De un enviado especial).- En su primera alusión a la crisis que se desató sobre el sistema de salud uruguayo a raíz del raid criminal de los dos enfermeros enajenados que confesaron más de una docena de muertes, el presidente José Mujica pidió un esfuerzo para recuperar la credibilidad de los centros médicos.

"[Tengo] la impresión de que la gente va a sufrir preocupación, un shock, y todo el cuerpo médico y el personal de la salud que trabaja en estas cosas tiene que afinar mucho la puntería y la conducta y el trato con la gente", dijo, en declaraciones al semanario Búsqueda . "Hay que hacer un gran esfuerzo para darle credibilidad a la gente" , añadió.

Previamente, una entrevista televisada, se había referido a "los peligros de esta profesión", como trabajar más de la cuenta en terapia intensiva, lo que a su criterio lleva a una pérdida de sensibilidad.

"Cualquier persona que tenga que trabajar 15 o 20 años atendiendo gente que está mal, psicológicamente no puede resistir un trabajo de esos. Son trabajos que hay que rotarlos, tiene que haber otra cosa", dijo durante la entrevista en el Canal 5 de la televisión uruguaya.

"¿Cuáles son los límites humanos cuando usted ve el dolor permanente y la muerte dando vueltas todo el tiempo? ¿Cuáles son las reacciones interiores? Tiene que irse fosilizando para defenderse. No es cualquier trabajo. Ojalá que esto dé para nutrirnos de información y saber lo que son estas cosas. Hay demasiado sensacionalismo", agregó.

Mujica advirtió también contra transformar la saga de los enfermeros "en una patología nacional".

"Es lo mismo que esos locos que aparecen en Estados Unidos, que vienen con una escopeta y asesinan chiquilines en una escuela. Si tenemos ese criterio no mandamos más chiquilines a la escuela", explicó.

Además, el mandatario criticó que se tienda a pensar que "todos los enfermeros de Uruguay están enfermos o son locos".

"Tenemos que investigar más, saber más, conocer más, y tal vez estamos atrasados, pero no le llevemos la población la idea de que todos los enfermeros están locos, enfermos o asesinos, porque si no nos van a quitar el derecho elemental a enfermarnos de vez en cuando", insistió.

Con el estilo pausado y ameno que lo caracteriza, y luego de aislar los casos de Acevedo y Pereira como una anomalía particular, casi como dos excepciones, Mujica exigió, sin embargo, más controles en los hospitales y otros centros de salud.