Masacres y racismo, dos males de EE.UU., se combinaron en una tragedia
Un joven blanco armado abrió fuego en un templo episcopaliano de la comunidad negra de Charleston y mató a nueve personas; "Tengo que hacerlo", gritó cuando le pidieron clemencia
NUEVA YORK.- Acostumbrado a lidiar con tiroteos que dejan muertos y estupor, Estados Unidos madrugó ayer con el horror de una nueva matanza, signada esta vez por el odio brotado del racismo que azota al país.
Como ocurrió antes en Newtown, Aurora, Tucson o Fort Hood, la tragedia golpeó ahora a Charleston, en Carolina del Sur, donde nueve personas fueron acribilladas durante una misa en la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel, una de las congregaciones más antiguas de la comunidad negra.
Un joven supremacista de 21 años, Dylan Storm Roof, fue arrestado ayer por la mañana en Shelby, Carolina del Norte. Es el principal sospechoso de haber disparado el revólver calibre 45 que mató a seis mujeres y tres hombres en la iglesia, entre ellos el reverendo Clementa Pickney, pastor, senador estatal y una prominente figura negra del Sur, con pasado de niño prodigio: comenzó a predicar a los 13 y fue elegido diputado estatal a los 23. La matanza fue calificada como un "crimen de odio".
Cerca del mediodía, Barack Obama ingresó en la sala de prensa de la Casa Blanca para repetir una práctica devenida casi en costumbre durante su presidencia.
"He tenido que hacer declaraciones como ésta demasiadas veces", dijo el mandatario tras condenar el tiroteo y marcar el momento de luto y reflexión.
Molesto y compungido, pero, también, resignado a dejar atrás sus dos mandatos sin ninguna ley que incremente el control sobre las armas de fuego, Obama hizo, esta vez, un tibio llamado a la acción, sin propuestas o iniciativa alguna.
"En algún punto, como país, tendremos que reconocer que este tipo de violencia masiva no sucede en otros países desarrollados, no sucede en otros lugares con este tipo de frecuencia", afirmó.
Obama dijo que el crimen era "particularmente desgarrador" por el simbolismo del lugar. Era más que una iglesia, dijo; era un lugar sagrado, un lugar fundado por afroamericanos que buscaban su libertad.
"Se trata de una iglesia que fue quemada hasta los cimientos porque sus feligreses trabajaron para poner fin a la esclavitud", afirmó. "Es un lugar sagrado en la historia de Charleston y en la historia de Estados Unidos."
La matanza de Charleston se suma al largo historial de asesinatos masivos provocados con un arma de fuego en Estados Unidos. Desde que Obama llegó a la Casa Blanca, ha habido ya más de una docena de tiroteos. A fines del año anterior, el FBI advirtió que las matanzas con armas de fuego se triplicaron en los últimos años. Entre 2000 y 2013, el FBI registró 160 tiroteos, en los que murieron 486 personas.
Pero el tinte racista del tiroteo de Charleston puso también al descubierto, otra vez, la violencia latente a la cual están expuestas día tras día las minorías raciales en el país.
En Estados Unidos, las iglesias vinculadas a comunidades afroamericanas han sido históricamente objetivo de ataques. En los 50 y en los 60, los atentados con bombas caseras en iglesias en Alabama eran tan comunes que la capital, Birmingham, comenzó a ser llamada "Bombingham". Las iglesias fueron uno de los hogares donde creció el movimiento por los derechos civiles, liderado por el reverendo Martin Luther King Jr..
En una foto en Facebook, Dylan Storm Roof aparece delante de lo que parece ser una ciénaga, serio, con la mandíbula apretada y una mirada desafiante, vistiendo una campera con banderas de dos regímenes separatistas, la Sudáfrica del Apartheid y Rodhesia, ahora Zimbabwe.
Una fotografía tomada por una de las cámaras de seguridad de la iglesia muestra a un joven con apariencia similar a la de Roof ingresando a la iglesia a las 20. El tirador esperó una hora antes de abrir fuego. Poco después de las 21, la policía recibió el primer llamado de emergencia.
Una prima del reverendo Pinckney, Sylvia Johnson, dijo a la cadena de noticias MSNBC que uno de los sobrevivientes le contó que el tirador disparó y recargó su revólver cinco veces. El reverendo Pinckney le pidió que se detuviera. "Tengo que hacerlo", dijo la persona, según el recuento. "Están violando a nuestras mujeres y tomando nuestro país."
Un tío de Roof dijo que su padre le regaló una pistola calibre 45 para su último cumpleaños. Roof tiene antecedentes: fue arrestado en marzo, por posesión de drogas, y en abril, por un cargo de invasión de propiedad privada.
Los mayores baños de sangre
El tiroteo de Charleston no es un hecho aislado en EE.UU., un país que sufrió varias matanzas múltiples
16/9/2013. Armado con un rifle, un hombre mató a 13 personas en el cuartel general de la armada en Washington
20/7/2012. Disfrazado de villano, James Holmes, de 24 años, irrumpió en un cine de Denver y mató a 12 personas
14/12/2012. Un joven abrió fuego contra estudiantes de la escuela Sandy Hook, en Connecticut; 20 chicos murieron
5/11/2009. Un ex psiquiatra del ejército mató a 13 compañeros en la base texana de Ford Hood
16/04/2012. Un estudiante surcoreano mató a 32 personas en la Universidad Politécnica de Virginia
20/4/1999. Dos estudiantes mataron a 12 alumnos y un profesor en la escuela de Columbine, en Colorado
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