Peña Nieto: "México reclama el fin de la violencia"
En una entrevista, Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y favorito en las encuestas, dijo que la paz es una demanda urgente
GUADALAJARA.– "Somos la opción política que tiene mejores condiciones para hacer los cambios estructurales que México demanda: la derecha ya lo intentó, y no pudo, y la izquierda se opone. La base social que respalda a mi partido tiene la fuerza suficiente para que esas reformas puedan prosperar", asegura Enrique Peña Nieto a LA NACION.
En un diálogo cara a cara, el candidato a la presidencia de México por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) parece cobrar vida. Apenas unos minutos antes, mientras se dirigía a un grupo de empresarios, en Guadalajara, Peña era una especie de autómata que engarzaba una letanía de conceptos que ya había desgranado en dos mítines anteriores.
Este abogado de 45 años, que hasta el año pasado fue gobernador del Estado de México, está casado con la actriz Angélica Rivera y es hijo de una familia de políticos.
Sus adversarios lo acusan de ser la máscara tras la que se oculta el retorno a un pasado autoritario, de ser un carísimo producto mediático manejado por la televisión, de amparar a presuntos delincuentes.
Un asesor del PRI en cambio definió a Peña como "un hombre quizá no muy brillante, pero buen operador político que sabe forjar equipos y ejecuta sus propuestas". Y pone como ejemplo que haya sabido unir en torno suyo a todas las familias del PRI. O que en las elecciones a gobernador del Estado de México lograra imponer como candidato para sucederlo en el cargo a un perfecto desconocido que después ganaría las elecciones con 40 puntos de diferencia sobre el segundo más votado.
Cuando faltan dos semanas para los comicios presidenciales, la competencia electoral parece un asunto de dos. Las encuestas publicadas tras el debate entre candidatos celebrado el pasado domingo aún le dan al priista una ventaja de entre 16 y 19 puntos sobre el aspirante de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador. De tal modo que Peña está haciendo una campaña de manual: expone lo mínimo, evita las provocaciones de sus rivales y dosifica con cuentagotas las entrevistas de prensa.
–¿Ya se ve usted en la residencia presidencial de Los Pinos?
–Estoy confiado en que el proyecto que estamos impulsando despierte el apoyo mayoritario de la sociedad mexicana. Estamos haciendo una campaña responsable y espero que eso nos permita ganar, y ganar muy bien, las elecciones.
Peña cree que la violencia es la mayor preocupación de los mexicanos y la imagen del país que se proyecta en el exterior. Su último golpe de efecto fue incorporar, como asesor, al general colombiano Oscar Naranjo, azote de los carteles del narcotráfico y de la guerrilla de las FARC.
–¿Se puede hacer algo en poco tiempo para reducir las cifras de la violencia?
–El compromiso es dar resultados y que se vea de manera tangible una mejora en los niveles que vive el país. Yo espero que en los primeros meses, muy pronto, haya resultados contundentes en esta materia.
–Los milagros no existen...
–Milagros, no; pero resultados, sí. Porque la sociedad no puede esperar más, y reclama, con fastidio, que se tengan mejores resultados. No podemos esperar más tiempo y, por tanto, la exigencia sobre el gobierno será mayor. Pero estoy resuelto a asumir esta exigencia y trabajar para que pronto haya resultados.
–Una de las bases de su programa la constituyen las reformas estructurales, siempre postergadas, que demanda el país. También, la apertura del sector petrolero.
–Espero que tengamos (en las urnas) un resultado con el margen que proyectan las encuestas, lo que permitiría que tuviéramos mayoría en el Congreso y una mejor condición para lograr apoyos para sacar adelante las reformas estructurales. Yo veo la apertura energética como una gran oportunidad para México para, sin privatizar, permitir la participación del sector privado.
–De no conseguir mayoría parlamentaria, ¿podrá forjar con otros partidos esos acuerdos que hasta ahora no han sido posibles, incluidos aquellos que basan su campaña en impedir que usted llegue a la presidencia?
–Es tiempo de competencia, pero no son enemigos, son adversarios. Yo creo que la política sirve cuando se hace bien. Hay tiempos para la competencia y tiempos para construir, y yo estoy haciendo una campaña de propuestas.
Más leídas de El Mundo
Investigación confidencial. Reino Unido suspendió a un enviado comercial a la Argentina en medio de una fuerte polémica
Tenía 24 años. Conmoción en Uruguay por el femicidio de una joven cuando iba a la facultad
“Tercera Guerra Mundial”. La fuerte advertencia del primer ministro ucraniano sobre el futuro del conflicto con Rusia