Mientras el virus arrasa, en EE.UU. comienza la distribución de la vacuna

NUEVA YORK.- Las primeras dosis de la vacuna de Pfizer salieron el domingo a la mañana de las instalaciones del laboratorio en el estado de Michigan, en un esfuerzo conjunto de las empresas UPS y FedEx para despachar esa primera tanda a los 50 estados norteamericanos, en la mayor campaña de vacunación de la historia de Estados Unidos.

La primera tanda de casi 3 millones de dosis de la vacuna contra el Covid-19 fue empacada con hielo seco y cargada en camionesen la planta de Pfizer en la localidad de Kalamazoo, Michigan, con destino a cientos de centros de distribución en todo el país.

Los trabajadores de la planta aplaudieron la salida del primer camión cargado con vacunas.

La campaña de vacunación pudo ponerse en marcha luego de la autorización de emergencia otorgada el viernes por la noche a las vacunas de Pfizer y BioNTech por la Administración de Medicamentos y Alimentos, y llega justo cuando Estados Unidos se acerca a los 300.000 muertos por coronavirus. También se da en medio del creciente temor a que durante las Fiestas los norteamericanos se reúnan y aglomeren en espacios cerrados, generando una nueva espiral de casos, internaciones y muertes.

El sábado, se reportaron 207.000 nuevos casos y más de 2200 muertes. Con esas cifras, el número total en Estados Unidos supera los 16 millones de casos, por lejos el país más afectado del mundo, y a seis días de haber superado los 15 millones. Eso implica que Estados Unidos sumó 1 millón de casos en la última semana, y el miércoles pasado el país superó por primera vez las 3000 muertes por coronavirus en un solo día.

Las primeras aplicaciones de la vacuna se realizarán el lunes a trabajadores de la salud que corren alto riesgo, paso inicial hacia el objetivo de inocular a suficiente gente antes de abril como para finalmente frenar la propagación de una enfermedad que ha afectado la salud, la economía y la vida cotidiana de millones de personas.

UPS y FedEx dicen que la organización del envío ya estaba en marcha desde el sábado. Esa mañana, las ampollas de las vacunas fueron empacadas y preparadas para su distribución en la planta de Pfizer, con presencia en el lugar de funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), para asegurarse de que no hubiera ningún tropiezo.

El sábado, en conferencia de prensa, el general Gustave F. Perna, jefe operativo de la Operación Warp Speed —nombre de la campaña de vacunación en Estados Unidos—, dijo que desde allí se despacharían las dosis con destino a 636 puntos repartidos por todo el país.

Perna especificó que 145 de esos centros recibirán la vacuna el lunes, 425 el martes y 66 el miércoles, y comparó el operativo con el Día D, el desembarco aliado durante la Segunda Guerra Mundial.

"El Día D fue el principio del final, y en ese punto estamos hoy", dijo el alto oficial militar, y advirtió que de todos modos faltan meses "para lograr eventualmente la victoria".

Aproximadamente 2,9 millones de dosis de la vacuna deben viajar en aviones y en camiones custodiados desde las instalaciones de Pfizer en Michigan y Wisconsin hasta los centros designados, en su mayoría hospitales. En cuanto a quién tendrá prioridad, los estados piensan seguir básicamente las recomendaciones de los CDC: trabajadores de la salud con alto riesgo de exposición y residentes de hogares de ancianos y otros centros de cuidados a largo plazo, un grupo poblacional donde la incidencia de la enfermedad ha sido sumamente alta.

FedEx y UPS estarán a cargo del transporte de la vacuna en gran parte del país, y cada envió recibirá refuerzos de hielo seco a lo largo del camino. Pfizer diseñó contenedores especiales, con rastreadores y suficiente hielo seco para mantener las dosis refrigeradas hasta por 10 días. Cada camión que lleve los contenedores tendrá un dispositivo que rastrea su ubicación, temperatura, exposición a la luz y movimiento.

Ambas empresas han asegurado que las dosis llegarán a sus destinos un día después de salir de las instalaciones de Pfizer, y que los envíos tendrán prioridad sobre otros paquetes.

Durante el fin de semana, varios lugares de Estados Unidos ya se preparaban para la llegada de las dosis.

El rápido desarrollo de la vacuna y su autorización de emergencia en base a datos que muestran un 95% de efectividad ha sido un triunfo de la ciencia médica, pero la logística de esta segunda etapa es muy complicada y está llena de cosas que podrían salir mal.

La vacuna Pfizer debe mantenerse a -70° Celsius, y las cajas especiales en las que se envía no se pueden abrir más de dos veces al día, para mantener ese estado de congelación profunda. Los posibles efectos secundarios de la aplicación, como el dolor de cabeza o algún malestar corporal, pueden obligar a parte del personal médicos y de enfermería, que son los primeros en la fila para recibir la vacuna, a tener que tomarse uno o dos días de licencia, un verdadero problema para los ya sobrecargados hospitales.

Además, el lanzamiento de la vacuna de Pfizer está menos centralizado en Estados Unidos que en otros países que también se apuran por distribuirla. (En Gran Bretaña, el proceso está muy centralizado, y en Canadá, en un punto intermedio).

Los estados dicen que el gobierno federal les aporta una ínfima fracción de los fondos que necesitan para la dotación de personal que aplique la inyección, para rastrear y verificar quiénes han recibido ambas dosis (se necesita un refuerzo tres semanas después de la aplicación inicial) y otras medidas esenciales de la campaña.

También hay otras vacunas en la fila de espera. Moderna solicitó recientemente una autorización de emergencia para su vacuna y dijo que estaba "en camino" de producir 20 millones de dosis para fines de este mes y entre 500 millones y mil millones a lo largo de 2021.

The New York Times

Traducción de Jaime Arrambide