Miles de personas en las calles presionan a los países a arribar a un acuerdo en el clima

PARIS.- Mientras los delegados ambientales de los 195 países participantes de la Cumbre Mundial del Clima (COP 21) negocian los últimos detalles del documento final a ser firmado, miles personas se lanzaron a las calles de París y también de Berlín, reclamando un acuerdo mundial del clima.

Así, la sociedad civil aumenta su presión sobre negociadores y políticos en la recta final de la cumbre del clima de París con el objetivo de mostrar que en estas últimas 24 horas no se debe rebajar la ambición de las aspiraciones.

Convocados por varias ONG’s como Greenpeace, Avaaz o Act Alliance, los manifestantes se concentran en las cercanías de la torre Eiffel y también en la puerta de Brandemburgo, en la capital alemana para hacer visibles sus reclamos de que los líderes climáticos deben arribar a un acuerdo certero, ambicioso y concreto, sobre la reducción de gases de efecto invernadero que son los que originan el cambio climático mundial.

Varios centenares de personas participaron hoy en Lisboa en una Marcha por la Justicia Climática para exigir a los gobernantes respuestas y medidas para luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones nocivas.

La iniciativa, celebrada simultáneamente en varias ciudades del mundo, reunió a los participantes en la céntrica plaza de Marqués de Pombal de la capital portuguesa y recorrió la Avenida de la Libertad hasta la Plaza del Rossio.

Durante la marcha pudieron verse carteles y pancartas, algunas de partidos políticos como el Bloque de Izquierda, el Partido de las Personas, los Animales y la Naturaleza y el Partido Ecologista Los Verdes.

Cartas en la mesa

"Las cartas están en nuestra mano. Los más pobres y los hombres, mujeres y niños más vulnerables nos están mirando: sus preocupaciones deben ser escuchadas y sus necesidades deben ser atendidas. No juguéis con su futuro, es hora de la justicia climática", gritaba, megáfono en mano, una representante de Act Alliance.

Greenpeace y su osa polar "Aurora", copia gigante y mecanizada de uno de los animales más afectados por el calentamiento, subrayaron desde la avenida que da acceso a los pabellones que el borrador presentado ayer está lejos de los objetivos marcados.

"Aún falta un nivel de ambición bastante grande para poder lograr la meta de una transición absoluta a 100 % de energías renovables para el año 2050", indicó el mexicano Rodrigo Estrada, uno de los portavoces de esa organización.

El problema, señaló, es cuestión de voluntad política, porque aunque las propuestas existen, "hay algunos países que no se comprometen a lo que se necesita" para conseguir que a finales de siglo la temperatura no crezca más de dos grados respecto a los niveles preindustriales.

Acompañados por una veintena de niños, uno por cada letra que componía el lema "Adiós a los combustibles fósiles", la ONG Avaaz quiso escenificar también hoy que los pequeños son y van a ser los principales afectados por los efectos del calentamiento.

"Los negociadores creen que tienen que responder ante sus capitales y aquí les hemos recordado que deben hacerlo ante los niños, ante sus propios hijos, especialmente países como Venezuela o Arabia Saudí, que siguen bloqueando las negociaciones", dijo uno de sus representantes, el argentino Oscar Soria.

De cara al futuro

Fernando, de 13 años, uno de esos pequeños que dieron la cara por su futuro, destacó que está bien mostrar a los jóvenes como él "todo lo que pasa", para que ellos mismos se preocupen de conservar el planeta.

"Puedes crees que meter un papel en una caja de reciclaje no es gran cosa, pero en verdad haces mucho por la humanidad", dijo a modo de ejemplo sobre las pequeñas acciones del día a día. Con una gran línea roja fabricada con 40 metros de tela, cerca de cien representantes de la sociedad civil mostraron hoy en Le Bourget los puntos con los que en su opinión no debe jugarse.

"Cero emisiones, equidad, finanzas, justicia y vinculación jurídica" fueron las pautas establecidas por ese colectivo, que mañana llevará a la calle su reivindicación en una protesta masiva que desafiará el veto a las manifestaciones decretado por seguridad tras los atentados de mediados de noviembre en París.

Optimista se muestra de momento Fabius, que señaló que "estamos al final del camino" y que el trabajo preparatorio "ha sido muy bueno", por lo que no debería de haber complicaciones de cara a su aprobación final del texto.

Agencias AFP, AP y EFE