Paquistán advierte sobre movimientos militares de la India en Cachemira
Islamabad denunció preparativos bélicos del otro lado de la frontera y dijo que "llegó la hora de darles una lección"
ISLAMABAD.- El primer ministro de Paquistán, Imran Khan, advirtió ayer que su país responderá a cualquier agresión de la India en su sector de Cachemira, un territorio montañoso habitado mayoritariamente por musulmanes que ya provocó dos de las tres guerras entre ambos Estados.
"El Ejército paquistaní dispone de información sólida según la cual tienen intención de hacer algo en la parte paquistaní de Cachemira", declaró Khan en un discurso desde Muzaffarabad, la capital de ese territorio. "Decidimos que si la India comete una violación, lucharemos hasta el final, llegó la hora de darles una lección", agregó.
Según la denuncia de Khan, el gobierno indio pretende actuar en el sector paquistaní de Cachemira para alejar el foco internacional del sector que ocupa la India. "La guerra ofensiva va contra el islam, pero cuando los musulmanes combatieron por la libertad derrotaron a los mayores ejércitos", señaló.
Las tensiones entre los dos vecinos y potencias nucleares aumentaron desde que la India revocó hace diez días la autonomía constitucional de la parte de Cachemira bajo su control, y que también reivindica Paquistán. Los nacionalistas hindúes hicieron aprobar también en el Parlamento la división de la región, que estará a partir de ahora formada por dos entidades administrativas distintas, Jammu y Cachemira y Ladakh.
La explosiva medida, que busca poner esta región rebelde bajo una tutela más directa de Nueva Delhi, fue declarada "ilegal" por Paquistán, que se disputa Cachemira con la India desde su partición en 1947, al final de la colonización británica.
En la zona bajo control indio operan grupos separatistas que abogan por la independencia o la unión con Paquistán. Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar estas milicias, pero los paquistaníes niegan toda implicación. En ese contexto, las autoridades indias impusieron el 4 de agosto pasado un bloqueo de las comunicaciones y fuertes restricciones de circulación en su parte de la región, que quedó aislada del resto del mundo.
Temiendo manifestaciones masivas en un territorio donde una insurrección separatista dejó 70.000 muertos desde 1989, el gobierno de Nueva Delhi desplegó también decenas de miles de soldados adicionales.
Las tensiones entre ambos países alcanzaron su máximo en los últimos años tras el atentado perpetrado el 14 de febrero en la localidad de Pulwama, en la Cachemira india, que dejó 40 uniformados muertos. La autoría del atentado fue reclamada por el grupo armado Jaish-e-Mohammad (JeM), tras lo que la India acusó directamente a Paquistán de estar implicado en el ataque, lo que fue rechazado de plano por Islamabad.
Según el gobierno de Jammu y Cachemira, el toque de queda impuesto en su sector será suavizado tras las celebraciones del Día de la Independencia, que se festeja hoy, aunque las comunicaciones telefónicas e internet seguirán cortadas.
Khan comparó el domingo pasado la inacción de la comunidad internacional ante lo que está sucediendo en Cachemira al silencio que rodeó la ascensión del nazismo y la emergencia de Hitler en Alemania en los años 1930.
La ideología nacionalista hindú del Partido Popular Indio (BJP), del primer ministro, Narendra Modi, lleva adelante una "limpieza étnica" de los musulmanes de la India, denunció Khan. "Si se entiende esta ideología se pueden entender muchas cosas", agregó. Y dijo que la decisión de Modi de retirar el estatus especial a Cachemira "fue la solución final".
"Tememos lo que encontraremos cuando se retire el toque de queda. ¿Qué están intentando hacer?", se preguntó.
En el primer semestre de 2019 murieron más de 300 personas en la región, según datos recopilados por el Armed Conflict Location and Event Data Project (Acled). La cifra es la peor desde que empezó a recabar datos en 2016.
Agencias AFP y DPA