Quién es Luis Antonio Tagle, el “Francisco asiático” que suena como candidato a papa antes del cónclave
Fue arzobispo de Manila, dirigió Caritas Internationalis y hoy lidera el Dicasterio para la Evangelización
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ROMA.- El cardenal Luis Antonio Gokim Tagle es un hombre carismático, utiliza lentes rectangulares, tiene aspecto juvenil y es de sonrisa fácil. Al filipino de 67 años se lo suele llamar el “Francisco asiático” debido a su compromiso con la justicia social. De ser elegido, se convertiría en el primer pontífice proveniente de Asia. En teoría, Tagle cumple con todos los requisitos para ser papa y se perfila como uno de los principales favoritos en la carrera por el liderazgo de la Iglesia católica.
Se dice que el cardenal Tagle posee atributos similares a los de Jorge Bergoglio y además una amplia experiencia pastoral desde su ordenación sacerdotal en 1982. A su vez, tiene práctica administrativa, ya que fue obispo de Imus y luego arzobispo de Manila. Además, cuenta con una importante formación teológica e histórica.
En 2012, a los 55 años, Benedicto XVI lo designó cardenal, destacándose como uno de los más jóvenes del Colegio Cardenalicio y recibiendo el título de San Felice da Cantalice a Centocelle.
En el cónclave de 2013, estuvo entre los “papables”.
El filipino es el actual prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. De hecho, cuando fue designado prefecto, era considerado el sucesor preferido de Francisco.
A los tres años comenzó a rezar el rosario y habla italiano e inglés con fluidez. Estudió filosofía en el Seminario San José de Manila y teología en la Universidad Ateneo de Manila. Posteriormente, completó un doctorado en Teología en la Universidad Católica de América, en Washington D.C.
Su forma de vida austera y su trato cálido lo convirtieron en una figura muy querida, especialmente entre los jóvenes, que lo conocían simplemente como “Chito”. Prescindía de lujos, no usaba auto y solía compartir la mesa con los más necesitados.
Como el Papa argentino, está en primera línea de la defensa de pobres, migrantes y personas marginadas, hasta el punto de ganarse el apodo del “Francisco asiático”.
El cardenal se opone enérgicamente al aborto y a la eutanasia y dio algunas declaraciones ambiguas sobre temas relacionados con la relación de la Iglesia con la comunidad LGBT+ y las parejas que conviven antes del sacramento del matrimonio.
El exarzobispo de Manila es una figura moderada pero que no ha dudado en criticar a la Iglesia católica por sus fallos, especialmente en los casos de pederastia.
Algunos detractores, afirman que su juventud le podría jugar en contra al candidato asiático, ya que los cardenales electores podrían inclinarse por otros postulantes cuyos pontificado serían inevitablemente más cortos.