Revés de fin de año para el Papa: renunciaron sus dos voceros


ROMA.- En lo que significó un terremoto para la comunicación del Vaticano y un nuevo revés para Francisco al final de un año difícil, los voceros papales, Greg Burke y Paloma García Ovejero, presentaron su renuncia al cargo.
Así lo anunció hoy un escueto comunicado del Vaticano, que informó que el Papa aceptó su renuncia y que nombró en su reemplazo, como director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, al periodista italiano Alessandro Gisotti, hasta ahora coordinador de medios sociales del "ministerio" de Información del Vaticano. Gisotti, de 44 años, profesor de periodismo en la Pontificia Universidad del Laterano, casado y con hijos, trabajó durante casi 20 años en la Radio Vaticana junto al padre jesuita Federico Lombardi, vocero de Benedicto XVI, papa emérito.

No hubo explicaciones acerca del motivo de la renuncia de los dos voceros -director y vice de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, respectivamente-, periodistas profesionales con larga trayectoria que habían sido designados por el Papa en julio de 2016.
Pero su dimisión voluntaria, algo sin precedente en la historia del Vaticano, se interpretó como una señal de su desacuerdo con el actual funcionamiento del sistema de comunicación. La reforma en este sector puesta en marcha por Francisco, que creó un dicasterio (ministerio) para las Comunicaciones que integró todos los medios del Vaticano, en efecto, le quitó influencia y poder de decisión a la Oficina de Prensa y, por ende, a los voceros. Esto creó una situación que provocó diversos cortocircuitos internos y que, con el pasar de los meses, se tornó justamente insostenible para los dos voceros. Al avizorar que nada cambiaría en el futuro, pese a sus sugerencias, Burke y García Ovejero decidieron en forma conjunta tirar la toalla, según pudo saber LA NACION.
I joined the Vatican in 2012. The experience has been fascinating, to say the least. Thank you, Pope Francis. Un abrazo muy fuerte. pic.twitter.com/joxX4YoYSn&— Greg Burke (@GregBurkeRome) 31 de diciembre de 2018
Burke, ex corresponsal de Fox News y Time Magazine, del Opus Dei y de 59 años, fue el primer estadounidense en llegar a ser director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede; y García Ovejero, ex corresponsal de la cadena radial del episcopado español Cope, madrileña de 43 años, fue la primera mujer que llegó a un cargo de este tipo en el Vaticano. Cuando fueron nombrados en julio de 2016, su designación había sido vista como parte del deseo de Francisco de des-italianizar e internacionalizar la Oficina de Prensa.
Termina una etapa. ¡Gracias, Santo Padre, por estos dos años y medio! Gracias, Greg, por tu confianza, tu paciencia y tu ejemplo.&— Paloma G. Ovejero (@pgovejero) 31 de diciembre de 2018
En sus dos años y medio al frente de la también llamada "Sala Stampa", Burke y Ovejero, pese a las dificultades de presupuesto y un personal muy reducido (unas 20 personas), lograron modernizar el funcionamiento de la Oficina, con cambios que facilitan enormemente el trabajo de los periodistas de todo el mundo acreditados.
Su sorpresiva renuncia llegó al final de un año turbulento para las comunicaciones del Vaticano: a fines de marzo pasado, el primer prefecto de la antes llamada Secretaría para la Comunicación (ahora Dicasterio), monseñor Dario Viganó, se vio obligado a renunciar después de un escándalo por el desmanejo de una carta del papa emérito, Benedicto XVI. Después de un período en el que quedó interinamente a cargo de las comunicaciones el sacerdote argentino Lucio Ruiz, el Papa designó en julio pasado al periodista italiano Paolo Ruffini, un laico, como nuevo prefecto del ministerio. Desde entonces Ruffini, ex jefe del canal de televisión del episcopado italiano, está al frente de un aparato mediático formado por L'Osservatore Romano, el sitio Vatican News, Radio Vaticana y Vatican media (el ex Centro Televisivo del Vaticano), que cuenta con 600 empleados, de los cuales 200 periodistas de más de 30 países.
El 18 de diciembre pasado, Francisco designó a Andrea Tornielli, prestigioso periodista de La Stampa, como Director de la Dirección editorial del Dicasterio para la Comunicación, un cargo nuevo que lo convirtió en el virtual número dos de Ruffini. Por otro lado, nombró como nuevo director del L' Osservatore Romano, el diario de la Santa Sede, al profesor Andrea Monda, docente de religión de un secundario que pasó a reemplazar al mítico director Giovanni María Vian, que dejó ese puesto después de 11 años.
En medio del estupor que causó su renuncia justo el último día del año, Burke y García Ovejero se limitaron a hacer declaraciones a través de twitter. "Paloma y yo hemos renunciado en forma efectiva a partir del primero de enero. En este momento de transición de las comunicaciones del Vaticano, pensamos que lo mejor para el Santo Padre es estar completamente libre para armar un nuevo equipo", tuiteó Burke, que en otro mensaje por la misma red social agradeció al Papa y le envió "un abrazo muy fuerte". "Termina una etapa. ¡Gracias, Santo Padre, por estos dos años y medio! Gracias, Greg, por tu confianza, tu paciencia y tu ejemplo", indicó García Ovejero.
En un comunicado, Ruffini agradeció "la dedicación" con la que los dos voceros hicieron su trabajo y destacó que respetaba su decisión de renunciar, que fue "libre y autónoma". Gisotti también agradeció la labor de Burke y García Ovejero y al Papa por "la confianza que me concedió en un momento tan delicado para las comunicaciones de la Santa Sede".
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