Rusia completa el repliegue de tropas en la estratégica ciudad de Kherson en Ucrania aunque dice que sigue considerándola suya

MOSCU.– Rusia anunció este viernes que completó la retirada de sus tropas de la orilla occidental del río Dniéper en la estratégica ciudad sureña de Kherson, después de que Moscú anunciara que tomó la “difícil decisión” de un repliegue, mientras que un funcionario local afirmó que los ucranianos izaron una bandera propia en el lugar.

“Hoy a las 5 de la mañana de Moscú, se completó el traslado de las tropas rusas hacia la orilla oriental del río Dniéper”, dijo el ministerio de Defensa ruso en las redes sociales.

La retirada, que se había anunciado antes esta semana, supone otro gran revés para Moscú en su guerra en Ucrania, que dura ya ocho meses y medio.

Unas horas más tarde, el ejército de Ucrania entró en Kherson, afirmó el Ministerio de Defensa de Ucrania. “Kherson vuelve bajo el control de Ucrania, unidades de las fuerzas armadas ucranianas entran en la ciudad”, dijo el ministerio en Facebook, llamando a los militares rusos que permanecen en el lugar a “rendirse inmediatamente”.

Aunque inicialmente había tomado el anuncio con escepticismo, Ucrania celebró hoy la “importante victoria” en región de Kherson tras la retirada rusa.

“Ucrania gana otra importante victoria ahora y prueba que sin importar lo que haga Rusia, Ucrania va a ganar”, afirmó el Twitter el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, y compartió un video en el que varias personas quitaban un cartel que decía “Rusia por siempre”, con la imagen de una niña sosteniendo la bandera rusa.

“No hay cambios”

No obstante, el Kremlin aseguró que Rusia sigue considerando que toda la región de Kherson, incluida su capital homónima, le pertenece, pese a la retirada del ejército ruso de ese territorio, que Moscú se anexó en septiembre.

La región de Kherson “es un tema de la Federación de Rusia”, dijo en una conferencia de prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. “Su estatus está definido y fijado legalmente. No hay cambios y no puede haberlos”, añadió en el primer comentario de la presidencia rusa sobre el repliegue anunciado el miércoles, ante el avance ucraniano.

Peskov dijo que la presidencia rusa “no lamenta” la gran ceremonia celebrada para la anexión en septiembre cuando el presidente Vladimir Putin proclamó que cuatro regiones de Ucrania, incluyendo Kherson, pertenecerían a partir de entonces a Rusia.

El portavoz se negó a comentar más sobre la retirada de Kherson, un duro revés militar tras varios meses de campaña en los que esta ciudad había sido la única capital regional en ser tomada por los rusos. “Hubo una decisión del ministro de Defensa, le recomiendo preguntar al Ministerio de Defensa”, respondió Peskov a la pregunta de un periodista.

El anuncio del repliegue se produjo después de que en septiembre las tropas rusas se retiraran de la región de Kharkiv, en el noreste.

Moscú afirmó que se retira de la orilla occidental de río Dniéper, donde está la ciudad de Kherson, para consolidar sus posiciones al otro lado, estableciendo una barrera natural.

Ucrania logró con la ayuda de los países occidentales, sobre todo con un sistema de lanzacohetes de alta precisión Himars, destruir las vías de aprovisionamiento de los rusos, obligándolos a este repliegue.

Salida caótica

Serhiy Khlan, miembro del consejo regional de Ucrania para Kherson, dijo que un gran número de soldados rusos se ahogaron tratando de escapar de Kherson, mientras que otros se cambiaron de ropa de civil y trataban de esconderse.

La ciudad estaba casi bajo el control de las fuerzas ucranianas, dijo, y aconsejó a los residentes que no abandonaran sus hogares mientras se realizaban búsquedas de las tropas rusas restantes.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, dijo el jueves en un discurso nocturno que las fuerzas ucranianas habían recuperado 41 asentamientos a medida que avanzaban por el sur, lo que indica uno de los cambios de control más rápidos y dramáticos en casi nueve meses de guerra.

Poco antes, la oficina de Zelensky describió la situación en la región de Kherson como “difícil”, al reportar bombardeos rusos sobre algunas de las ciudades.

Los funcionarios ucranianos desconfiaban de la retirada rusa y temían que sus soldados pudiesen caer en una emboscada en la ciudad de Kherson, que antes de la guerra tenía 280.000 habitantes. Los analistas militares habían pronosticado que el ejército ruso tardaría al menos una semana en completar la salida de sus tropas.

Agencias AFP, Reuters y AP

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