Rusia: se agrava la crisis por otra enfermedad de Yeltsin
El presidente ruso padece una infección viral acompañada de bronquitis aguda.
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MOSCU.- En un momento especialmente delicado en la política interna rusa por la guerra en Chechenia, el presidente Boris Yeltsin volvió a enfermarse ayer y podría permanecer alejado de sus funciones durante unas dos semanas.
La noticia tuvo un fuerte impacto ayer en Moscú, donde crecían los rumores sobre un eventual traspaso adelantado del poder.
El diagnóstico, elaborado por médicos del Hospital Central de Moscú que atendieron a Yeltsin en su residencia de Gorki-9, señala que el presidente ruso padece una "infección viral acompañada de una bronquitis aguda", anunció el jefe adjunto de la presidencia, Igor Shabdurasulov.
A su vez, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, dijo luego de conversar por teléfono con Yeltsin que el mandatario sólo está "resfriado y un poco disfónico".
Pero a pesar de restar importancia a la enfermedad de Yeltsin, Putin se vio obligado a desmentir los rumores según los cuales en la reunión que el presidente mantuvo ayer por la mañana con la cúpula del gobierno se hubiera tratado un posible traspaso de los poderes presidenciales.
También Mikhail Kozhujov, el secretario de prensa del premier ruso, se apresuró a expresar que en esa reunión no se habló sobre el eventual traspaso de las funciones presidenciales al primer ministro.
Según la Constitución rusa, los poderes del presidente pueden ser traspasados al primer ministro, en caso de incapacidad o de muerte.
Acuerdo postergado
Por otro lado, la noticia de la enfermedad presidencial se conoció cuando todo estaba previsto para la firma, hoy en Moscú, de un controvertido acuerdo de unión de Rusia con Bielorrusia, cuyo presidente, Alexander Lukashenko, debió cancelar su viaje a la capital rusa.
Este tratado considera una gradual integración entre las dos naciones eslavas y la creación de varias entidades políticas y económicas supranacionales, pero es resistido tanto por la oposición bielorrusa como por los reformistas rusos, que se oponen a todo acercamiento entre ambos países, vinculados por una larga historia común.
Putin pidió a Lukashenko que retrasase su viaje hasta el mes próximo, dijo la agencia rusa Itar-Tass, mientras que la agencia Interfax señaló que, al parecer, el presidente ruso no se reunirá con mandatarios extranjeros hasta el 6 de diciembre, cuando llegue a Moscú el presidente ucraniano, Leonid Kuchma.
A los 68 años, el presidente ruso tiene un interminable historial clínico. Su más reciente hospitalización fue el 9 de octubre último, cuando se vio aquejado por una gripe acompañada de fiebre alta.
Ultimas apariciones
Pero por más que los problemas de salud de Yeltsin no son novedad, esta vez la noticia sorprendió por el buen aspecto que había mostrado el presidente ruso en sus últimas apariciones públicas.
Contra todo pronóstico, Yeltsin viajó la semana pasada a Estambul para participar en la cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), donde se mostró animado, lúcido y hasta combativo al enfrentar las críticas de Occidente a la campaña militar rusa en Chechenia.
Antes de este viaje, Yeltsin había estado prácticamente desaparecido y sus apariciones televisivas se habían reducido al mínimo a pesar de las operaciones militares en la república separatista del Cáucaso.
Debido a su enfermedad, Yeltsin no se reunirá con el presidente en ejercicio de la OSCE, el noruego Knut Vollebaek, quien llegará el lunes a Moscú con el objetivo de estudiar una solución pacífica para la crisis en Chechenia.
Para ese mismo día está prevista la llegada del líder de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, cuya visita, según fuentes diplomáticas, no ha sido cancelada.
Desde su hospitalización en 1987 por problemas cardíacos, Yeltsin fue operado de un quíntuple puente coronario en noviembre de 1996 y sufrió a menudo problemas respiratorios. Sus frecuentes problemas de salud suelen desatar rumores de todo tipo, e incluso pedidos de renuncia principalmente por parte de los diputados de la oposición.



