Bugonia: Yorghos Lanthimos regresa a los mundos cerrados en los que reinan la paranoia, la desconfianza y las teorías conspirativas
Con enormes actuaciones de Emma Stone y Jesse Plemons, el cineasta griego toma un film surcoreano como punto de partida para navegar en las sórdidas aguas que son un sello en su filmografía
5 minutos de lectura'
Bugonia (Reino Unido, Estados Unidos, Corea del Sur/2025). Dirección: Yorgos Lanthimos. Guion: Will Tracy. Fotografía: Robbie Ryan. Edición: Yorgos Mavropsaridis. Música: Jerskin Fendrix. Elenco: Emma Stone, Jesse Plemons, Aidan Delbis, Stavros Halkias y Alicia Silverstone. Duración: 118 minutos. Calificación: apta para mayores de 16 años. Nuestra opinión: muy buena.
Dogtooth (2009), la tercera película del realizador griego Yorgos Lanthimos y la que lo volvió un nombre reconocible dentro del cine europeo, presenta a una pareja que mantiene a sus tres hijos encerrados en su residencia, sin contacto alguno con el exterior, acerca del que lo ignoran todo. Este tema del lugar a puertas cerradas y con sus propias reglas, en el que el infierno no necesariamente son los otros, persevera a lo largo de su filmografía.
En la reciente Pobres criaturas (2023), Bella (Emma Stone), una mujer ensamblada en un laboratorio por el científico demente Godwin Baxter (Willem Dafoe), es mantenida aislada en la casa de su creador para protegerla de la corrupción humana, hasta que su sed de vivir la lleva a una aventura global. Bugonia, su último film, también se ocupa de mundos cerrados, literales y metafóricos. Los metafóricos son las cajas de resonancia creadas por las redes sociales, en las que los usuarios solo se cruzan con contenido que confirma y refuerza sus creencias y, también, desde otro punto de vista, son las burbujas de privilegio en las que vive el 1% más favorecido de la población. El drama de la película sucede en el cruce de ambos.
Teddy (Jesse Plemons) habita en el primero de ellos. Su casa tiene paredes y ventanas cubiertas con papel de aluminio, acaso para evitar algún tipo de radiación, y está convencido de que existe una conspiración de empresas farmacéuticas para envenenar a la gente y eliminar a las abejas. Michelle (Stone), por su parte, vive en una mansión modernista que parece una fortaleza de vidrio y acero. Se levanta todos los días a las 4.30 para cumplir con su rutina de ejercicio y belleza y luego conduce su camioneta inmaculada hasta la corporación que dirige con mano de hierro, donde Teddy es un empleado de baja estofa. Entre todas sus teorías esotéricas, profusamente investigadas online, hay una que sobresale y rige a todas las demás: Teddy está seguro de que su jefa Michelle es una alienígena proveniente de la galaxia de Andrómeda que pretende conquistar el mundo.

Con la ayuda su primo Donny (Aidan Delbis), quien con su cuerpo regordete, su mirada extraviada y su gran pelambre parece una especie de Ewok neurodivergente, planea secuestrar a Michelle y, tras una persecución de una torpeza digna del cine mudo, lo consigue. Inmediatamente rapan su larga cabellera -porque es sabido que es el mecanismo con el que los andromedanos se comunican con su nave nodriza- y la llevan a su vivienda, donde la encadenan a un camastro en el sótano. Este es el lugar cerrado literal en el que se desarrolla buena parte del film. Teddy quiere que Michelle lo lleve ante sus líderes para negociar el destino del planeta. Su misión es de tal importancia para la humanidad que no excluye ningún método de persuasión, ni siquiera la tortura. Michelle, quien está acostumbrada a ejercer una autoridad tiránica, debe convencer como sea a Teddy de que obviamente no es una extraterrestre y no tiene forma de contactar con ninguna nave antes de que suceda algo irreversible.

La película es una remake del film surcoreano Save The Green Planet! (2003) de Jang Joon-hwan, que se vio en la Argentina en una de las primeras ediciones del Bafici. Ambos largometrajes cuentan lo mismo aunque con algunas diferencias: el rol de Emma Stone es masculino en la original, la versión de Lanthimos es más sórdida, más cruel y más triste que la comedia granguiñolesca en la que se basa y, finalmente, aunque esto no tiene que ver específicamente con las películas, el modo en que consideramos las teorías conspiranoicas cambió completamente en las últimas décadas. En el presente es mucho más difícil que hace 20 años encontrar un consenso acerca de qué es verdad y qué una fabricación. Efectivamente, vivimos en mundos cerrados, impermeables a las convicciones ajenas. En la era de la pos-verdad, es infrecuente que se acepte que puede existir una realidad distinta de lo que cada uno cree. La remake enfatiza el modo en que la paranoia, la desconfianza de las instituciones y la desinformación se volvieron el método con el que asignamos sentido en la actualidad.

Las excelentes actuaciones de Stone y Plemons hacen que el juego de máscaras que propone la película se sostenga por las dos horas de metraje y nuestras certezas vayan saltado del relato de uno a otro. El título “Bugonia” aparentemente se refiere al mito de que las abejas surgen de la carcasa putrefacta de un buey, es decir, alude a un ciclo de renacimiento a partir de la corrupción. Se puede pensar tal título que implica cierto optimismo acerca del destino del género humano, siempre al borde del desastre. No será un spoiler demasiado grande aclarar que las películas de Lanthimos no suelen ser optimistas.
1El descargo de Gimena Accardi luego de lucir en los Martín Fierro el mismo vestido que Moria Casán usó en un evento
2Tras el diagnóstico de ELA, Eric Dane anuncia sus memorias: “Quiero que la gente recuerde lo que es vivir con pasión”
3La tajante reacción de Gisela Dulko ante los rumores de romance con Roberto García Moritán
4Novedades en la radio. Despidos en Radio Provincia, la propuesta de verano de Urbana Play y los 25 años a puro tango de La 2X4


