Dobles de acción, una celebración de la acrobática carrera de Jackie Chan

Dobles de acción (Ride On, China/2023). Dirección: Larry Yang. Guion: Larry Yang. Fotografía: Ming Sun. Música: Loudboy. Edición: Súper Zhang. Elenco: Jackie Chan, Haocun Liu, Kevin Guo, Yueting Lang, Andy On, Jing Wu. Duración: 126 minutos. Calificación: solo apta para mayores de 13 años. Distribuidora: MB Films Entertainment. Nuestra opinión: buena.

A punto de cumplir 70 años, Jackie Chan parece haber iniciado su retiro del cine. Aunque su destreza para los golpes, las caídas y la acción se mantienen, en Dobles de acción prefiere apostar por un melodrama apto para todo público, que es también un homenaje a su profesión y a los que lo precedieron.

A pesar de que el título puede suponer que se estará ante otro despliegue de coreografías marciales en torno a una historia mínima (como gran parte de la filmografía del actor), a medida que avanza el film escrito y dirigido por Larry Yang, se descubre que se está ante un drama familiar protagonizado por un hombre en el ocaso de su vida. El maestro Lao Luo (Chan) supo ser una estrella dentro de su profesión de doble de riesgo, lo que le costó la relación con su hija (Haocun Liu), que por sus permanentes ausencias decidió cortar todo tipo de vínculo. Sin embargo, cuando su caballo (a quien crió de potrillo y quiere como a un hijo) corre peligro de ser subastado, Luo se ve obligado a buscar a la joven, estudiante de leyes, para que lo ayude. La excusa servirá para recuperar el tiempo perdido, reestablecer lazos y unirse en pos de reivindicar los valores familiares.

La simpleza de la trama no ayuda a entusiasmar a la platea, sin embargo el producto adquiere otro cariz mucho más interesante cuando se revela que, detrás de lo presentado, late una suerte de tributo a la carrera de Jackie Chan, a su carrera y a sus logros. La problemática del héroe de acción que se ha vuelto anciano, la frase “Es más fácil saltar, que bajarse” que se repite en varios momentos, o escenas documentales que muestran las acrobacias del intérprete que fallaron a lo largo de su filmografía, todos elementos que conforman una suerte de legado para futuras generaciones. Al mismo tiempo, el guion cuestiona el exagerado uso del CGI en el cine de acción moderno, una afrenta para expertos como Chan, que son partidarios de hacer las cosas “a la vieja escuela”.

De esta manera, y especialmente en su segunda mitad, Dobles de acción se transforma en una celebración a la carrera del artista marcial; idea que, afortunadamente, asoma por sobre los lineamientos de una trama menor y de escaso interés. De haber sucedido de otro modo, la película sería otrao ejemplo de que Jackie está para el retiro voluntario.

Aunque no se trata de una película de las que el protagonista tiene acostumbrado a su público, vale decir que están (aunque algo forzadas) las coreografías imposibles, donde Jackie Chan se vale de todo tipo de elementos y despliega sus dotes de comediante mientras muestra su indiscutible talento para el kung-fu.

Si algo se le puede objetar a Dobles de acción es su exagerada necesidad de teñir la historia de tintes dramáticos, que por lo general no hacen avanzar la acción, pudiendo haber sido suavizados y evitar así una mezcla de géneros que le juega en contra. De haber acentuado la dualidad entre actor y personaje, la película habría ganado varios puntos, y probablemente se habría convertido en el mejor legado de su protagonista para sus fans. De todos modos, Jackie Chan está ahí, de pie, listo para encarar un nuevo desafío físico. Aunque los músculos cada vez duelan más, y sea cada vez más consciente de que un día llega el momento de colgar los botines.

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