
En defensa de los dibujos animados clásicos
Charla telefónica con Joe Dante, director de "Looney Tunes: de nuevo en acción"
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Aunque Joe Dante cumplió 57 años el 28 de noviembre puede imaginarse que debe haber disfrutado con el espíritu de un chico la elaboración y realización de "Looney Tunes: de nuevo en acción", el film de flamante estreno que trae de regreso a los más celebrados personajes de la factoría animada de Warner Bros., sencillamente porque buena parte de la carrera cinematográfica del director de "Gremlins" y "Los exploradores" se forjó mientras disfrutaba en los años cincuenta de aquellas matinés de los sábados en las que los cines norteamericanos eran un verdadero festival de dibujos y cartoons .
"Adoraba esos cortos cuando era chico. Porque se trataba de dibujos animados y porque eran divertidísimos. Pero ya entonces me parecía que había muchas más cosas para descubrir. Con el tiempo me di cuenta de que no fueron creados exclusivamente para que los chicos la pasaran bien", dice Dante, que charla telefónicamente con LA NACION desde su oficina de Los Angeles.
El realizador destaca que en aquellos años de infancia los únicos dibujos proyectados en los cines que recibían aplausos espontáneos del público eran los de la Warner, marca que desde hace más de 60 años identifica a una serie de personajes que lograron vencer al tiempo y perdurar en la memoria de varias generaciones gracias a un humor frenético, desbordado, surrealista y de enorme imaginación, con el extraordinario Chuck Jones al frente de un magnífico equipo de creadores. El fruto de este esfuerzo tiene nombres tan pintorescos como festejados: Bugs Bunny, el Pato Lucas, Speedy Gonzales, el canario Tweety (Piolín, según el doblaje al español), el gato Silvestre, el Coyote, el Correcaminos, el Gallo Claudio y muchos otros.
"Los Looney Tunes siempre fueron dibujos extremadamente complejos. Más allá de la técnica, cuya riqueza puede apreciarse en aquellos cortos originales que se hacían para el cine y no, como ahora, para la televisión, tenían argumentos de alto vuelo y sugerían elementos que cuestionaban ciertos conceptos de autoridad. Creo que eran realmente anárquicos", observa Dante.
"Traté de recrear en este film el espíritu de aquellos dibujos que disfruté mientras crecía. Y con un desafío adicional, al menos en Estados Unidos. Los Looney Tunes han conservado una audiencia propia, pero los dibujos de Bugs sólo pueden verse los sábados y por cable. Para muchos chicos de las nuevas generaciones, estos dibujos no son del todo familiares."
Guiños para los mayores
De hecho, a los grandes no les pasarán inadvertidas extensas referencias puestas deliberadamente por el director, desde la presencia en la trama del legendario Roger Corman (el rey de la clase B fue mentor de Dante en sus primeros pasos como director) hasta referencias a películas de terror de los años 50 y desde homenajes a Chuck Jones a citas de "Gremlins" y otros films previos.
Dante, por otro lado, afirma que hubo en los últimos tiempos un debate sostenido acerca de la presunta agonía de la animación en el cine, pero en cambio cree que el género goza de buena salud, sobre todo si se habla de los modelos tradicionales que trató de seguir en esta película, más allá de la interacción entre dibujos y actores de carne y hueso.
"Hay muchas cuestiones que la animación por computadora no puede hacer. Abundan producciones animadas en televisión, pero ninguna con los recursos que tenían en otros tiempos los estudios, en los que en algunos caso había departamentos enteros dedicados a la animación. Si toma un DVD de cualquier corto clásico de los Looney Tunes y lo observa cuadro por cuadro verá el trabajo casi artesanal de los dibujantes y la extrema complejidad de los fondos y los decorados", remarca.
Para Dante, los Looney Tunes funcionaron como una experiencia atípica dentro del mundo de la animación: "Todo el tiempo aparecen entrelíneas y apuntes controvertidos, toques de carácter político que no se esperan en una producción realizada en los estudios de Hollywood. Me gusta moverme en ese mundo, hacer comentarios acerca de las cosas que pasan dentro del estudio, con algún toquecito filoso de carácter político. Creo que las cosas deberían hacerse así y como no es habitual debe ser por eso que algunos me tildan de subversivo en esta industria".
Hacia el Oscar
Si bien "Looney Tunes" cumple con todos los requisitos para ser incluido entre las aspirantes al Oscar en el rubro de película animada, Dante cree que existe consenso para consagrar a "Buscando a Nemo". "Creo que si esta película, con el mismo director, la misma animación y las mismas voces de hoy, se hubiese hecho en los tiempos clásicos, igualmente hubiese resultado muy buena", opina Dante. Pero cuando se le pregunta cuál es el dibujo animado que mejor funcionaría en estos tiempos, prefiere volver a los clásicos. "No tengo dudas. Para mí es "Tom y Jerry", porque no tiene diálogos y no es necesario traducir. Las imágenes valen por todo lo demás."




