
Kevin Bacon, estrella de acción a los 49 años
El actor protagoniza Sentencia de muerte
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LOS ANGELES ( The New York Times News Service ).- "Me apuñalaron, me golpearon, me cortaron, me patearon y me hicieron perder el aliento por correr en un callejón bien oscuro. La verdad es que nunca la pasé tan mal." Lo dice Kevin Bacon, que a los 49 años logró lo que consiguen pocos actores: protagonizar su primer film de acción, Sentencia de muerte, que se estrenará mañana en la Argentina, y salir airoso del desafío.
"Pasé los últimos años haciendo películas muy cerebrales -explica Bacon, vestido de remera y jeans negros, en un hotel de Beverly Hills-, hasta que le dije a mi agente que tenía ganas de golpear a alguien."
En un momento, lo vemos correr en traje y mocasines cuando su vida corre auténtico peligro. "Hay una escena en la película donde una pandilla callejera me persigue a través de callejones sucios y la rampa de un garaje. Cuando terminé de hacerla le pregunté al camarógrafo: «¿Viste mis pies durante la escena?». El me contestó: «¿Qué?». Entonces le dije: «Si no los viste, entonces me voy a poner los zapatos»."
En la película, Bacon personifica a Nick Hume, un ejecutivo de negocios afable y de modales muy suaves casado con una bellísima mujer (Kelly Preston) y con dos hijos. Una noche, su vida cambia por completo cuando su hijo adolescente es asesinado en una estación de servicio por una pandilla que de ese modo cumple con una suerte de rito de iniciación, eligiendo sus víctimas al azar.
El personaje de Bacon decide hacer justicia por mano propia y termina acuchillando al integrante de la pandilla que había matado a su hijo. En ese momento, sus compañeros juran revancha contra Hume, su esposa y su otro hijo.
"Es como hacer un viaje muy interesante, porque mi personaje jamás tuvo un arma en sus manos. Lo que el público ve es cómo un hombre común que vive en un típico barrio suburbano se transforma en un asesino", explica Bacon, para quien su deseo de hacer una película de acción también tiene sus matices.
Sentencia de muerte es un film de acción, pero también nos deja pensando. Mi personaje sufre una pena muy profunda a partir de la inexplicable muerte de su hijo. No es una de esas películas en las que alguien se convierte en Rambo y ataca a cualquiera. No quería contar con un contexto mínimo que justificara el uso de armas y de balas. Lo que quería era encontrar algo emocionalmente muy fuerte que me atrajera como actor", explica Bacon, que, además, se interesó en el proyecto porque detrás estaba el director James Wan, que en 2003 abrió la exitosa serie de terror conocida como El juego del miedo .
"Recuerdo haber visto El juego del miedo y convencerme de que estaba ante uno de los mejores films de terror de la última década. La gente se sorprende cuando se entera de que soy un verdadero fan de ese género y lo que más me interesó de Wan es su capacidad para redefinir los ejes del cine de terror, y con poquísimo dinero. Transformó la paja en oro", detalla.
Wan respondió a esos elogios de un modo casi implacable y logró que Bacon filmara sin doble alguno casi todas sus escenas de riesgo. "No quería mostrarme como un superhéroe -se justifica el actor-. Quería hacer de mi personaje alguien de aspecto real, bastante rudimentario y que en un momento mostrara que no tiene miedo."
La transformación del personaje incluyó una escena en la que Bacon se afeita completamente la cabeza en su afán de mezclarse con los pandilleros de la calle. "La escena se rodó con dos cámaras ¡y no teníamos oportunidad de hacer una segunda toma! Fue un momento único en la película, porque no me afeito la cabeza frente a un espejo. Sólo lo hago y apenas puedo verme. Lo hice casi al azar, viendo cómo mi cabello andaba por el aire. Todos en el set se habían vuelto locos. Cuando el director dijo: «¡Se corta!», todos aplaudieron."
A partir de este notable cambio, Bacon parece abierto a nuevos compromisos interpretativos. En este sentido, dice que su carrera no se guía por una estrategia definida. "Nunca tuve un plan. Jamás pensé cosas como «ésta es la única forma de sobrevivir en el mundo del espectáculo». Trato de hacer una cosa por vez y hacer lo mejor como actor, como esposo y como padre. Lo que quiero es mirarme en el espejo y no avergonzarme de mis decisiones."
Hombre de familia
Bacon está casado con la actriz Kyra Sedgwick, con quien tuvo dos hijos, Travis (de 18 años) y Sosie (de 15). La familia vive en Nueva York y mantiene un bajo perfil de exposición pública.
"Estamos realmente muy cerca. De hecho, acabo de terminar un trabajo con mi mujer, en el que ella es la directora. Aceptamos separarnos para trabajar y volver a juntarnos cuando eso termina, como personas que se quieren y se respetan", dice sobre cómo manejarse en un matrimonio de actores. Sin embargo, no quiere hablar demasiado sobre ese tema y mucho menos dar consejos: "Mi mejor recomendación es no escuchar a los actores que hablan sobre cómo conservar el matrimonio y mantener junta a toda la familia".
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