La obra de Buster Keaton en un ciclo

La Fundación Cinemateca Argentina y el Complejo Teatral de Buenos Aires presentarán desde el lunes, en la Sala Leopoldo Lugones, del Teatro San Martín (Corrientes 1530, con entradas a 5 pesos, y estudiantes y jubilados, a 3 pesos), un ciclo que abarca la obra de Buster Keaton, compuesta por veinte cortos y catorce largometrajes, además de un par de curiosidades del período sonoro.

Los seguidores de Charles Chaplin no lo tenían demasiado en cuenta, quizá porque el nivel de elaboración de sus propuestas era menos sentimental que el explotado por aquel personaje con sombrero hongo y bigotito movedizo, que caminaba con sus zapatones hacia los costados y giraba el bastón, sin preocuparse por la mirada ajena. Con Keaton, la cosa era distinta. Formado en el vodevil con sus padres, llegaría al cine a los veinte años de la mano de Mack Sennett, y más tarde de Roscoe "Fatty" Arbuckle. Si bien su personaje recurría mucho más a las proezas físicas que el de Chaplin, algo que sin duda lo caracterizó fue que nunca dibujaba una sonrisa en su rostro delante de la cámara. Esa carátula imperturbable, no importaba qué era lo que estaba ocurriendo a su alrededor, marcó a fuego un estilo que lo llevaría al éxito como autor de sus propias obras desde principios de la década del 20, mezcló en iguales dosis realismo y surrealismo, en producciones tan complejas como memorables, y a ser conocido como "el hombre que nunca ríe". Otra tentación habría de llevarlo por mal camino: la de renunciar a la independencia para formar parte de las filas de la MGM, poco antes de que el cine tomara la palabra. Fue el principio de su fin.

Al tiempo que terminaba su última película muda, Keaton tuvo la mala idea de ofender a Louis B. Mayer, y de esta forma ser condenado a un segundo plano, y a no dirigir más. A los 33 años, Keaton habría de convertirse en el más importante de los exponentes del período mudo que, a pesar de su genuino talento, no tuvieron posibilidad de incorporarse al sonoro. Nunca se recuperó de este golpe que se transformaría en una crisis nerviosa, que sólo pudo compensar con un puñado de participaciones en cortos y largos rutinarios, sin demasiado brillo, y a recibir un reconocimiento de su viejo competidor Chaplin, cuando éste lo invitó a hacer una breve aparición en "Candilejas", en 1952. También a trabajar en el Circo de París y en casinos de Las Vegas, a recibir un Oscar por "sus aportes al arte cinematográfico" en 1959, participar de numerosos episodios de series de TV (como "La dimensión desconocida"), protagonizar la versión filmada de una breve pieza de Samuel Beckett filmada en 1965, de haber actuado hasta poco antes de su muerte, en 1966, cuando tenía 71 años, tras haber participado en la comedia "El mundo está loco, loco, loco" y el musical "Algo gracioso sucedió camino del foro". Algunas de sus películas mudas son consideradas muy merecidamente como obras maestras de la historia del primer siglo del cine.

El ciclo, que se inicia con "The Saphead" (1920), de Herbert Blanché y los cortos "The «High Sin»" (1920), continuará el martes con "Las tres edades" (1923), del mismo Keaton y Eddie Cline, y los cortos "One Week" y "Convict 13"; el miércoles con "Nuestra hospitalidad" (1923), codirigida con Jack G. Blystone, y los cortos "Scarecrow" y "Neighbors" (1920), el jueves "Sherlock Jr." (1924), una de sus obras más perfectas, los cortos "The Haunted House" y "Hard Luck" (1920); el viernes "El navegante", codirigida con Donald Crisp, acompañada por "The Boat" y "The Love Nest" (1920). Para el 5 se anuncian "Siete oportunidades" (1925), junto a "Coops" (1922) y "Balloonatic" (1923), y el 6, "Hacia el Oeste" (1925) junto a "The Preface". Para el 8 "El boxeador" (1926) y el corto "My Wife s Relations" (1922); el 9 "La General" (1926), codirigida con Clyde Bruckman y "The Blacksmith" (1922), y el 10 "El universitario" (1927), de James W. Horne, precedida por "The Frozen North" y "Daydreams" (1922). El 11 irá "Héroe del río" (1928), de Chuck Reisner, el 12, "El cameraman" (1928), de Edgard Sedgwick, el 13 "Marido por despecho" (1929), la última muda también dirigida por Sedgwic, al igual que "Free and Easy" (1930), la primera sonora, que se verá el 14, y un programa con tres de sus mejores cortos, producidos en sus propios estudios entre 1920 y 1922, a saber "The Goat", "The Electric House" y "The Playhouse" y "Jail Bailt" (1937), de Charles Lamont, una breve curiosidad sonora, que confirma la caída de un grande (en inglés, sin subtítulos, en proyección digital).

Por Claudio D. Minghetti

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