
Las películas cubanas que no conocemos
Desde hoy y hasta el próximo miércoles se verá un panorama de la producción de los años 60, 70 y 80
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Con objeto de ampliar la noción de que al cine cubano sólo lo representa "Fresa y chocolate" (la película sobre la amistad entre un miembro de la Unión de jóvenes comunistas y un homosexual divergente, que con su nominación a un Oscar al mejor film extranjero en 1995 consiguió la mayor repercusión internacional en la historia de ese país), hoy comenzará en el cine Cosmos la Primera Antología del Cine Cubano de Ficción.
El Grupo de Cine Insurgente, organizador de esta muestra, encontró el siguiente slogan para describir el panorama fílmico en la isla en las primeras décadas del gobierno de Castro: "Un cine que no lame las botas". Es por ello que entre los diez títulos seleccionados por el crítico Luciano Castillo (jefe de redacción de la revista Cine Cubano y director de la Mediateca de la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños) se verán, por ejemplo, las obras más importantes del ya fallecido Tomás Gutiérrez Alea, de quien en el circuito comercial sólo se conocieron "Fresa y chocolate" y "Guantanamera", realizadas junto a Juan Carlos Tabío. Además, cada una de estas proyecciones vendrá acompañada por una selección de los mejores cortometrajes producidos por la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños.
Del lado de la revolución
De la filmografía de Gutiérrez Alea se verá "Memorias del subdesarrollo" (1968), que en su momento suscitó un importante debate ideológico por abordar la postura de un intelectual que se niega a abandonar Cuba cuando su familia parte hacia el exilio, pero decide permanecer pasivo ante los acontecimientos revolucionarios. También se exhibirá "La última cena" (1976), una observación sobre la esclavitud en un ingenio azucarero a fines del siglo XVIII, donde un rico conde habanero reúne en su mesa a los hombres que se encuentran bajo su dominio, y "Los sobrevivientes" (1978) que muestra a una familia aristocrática cubana que se aísla en su mansión durante el proceso revolucionario.
El programa incluye "Lucía" (1968), de Humberto Solás, que narra tres episodios en las vidas de tres mujeres cubanas, todas llamadas Lucía, a través de tres diferentes períodos históricos: la guerra de la independencia cubana, los años treinta y los sesenta. "Clandestinos" (1987), de Fernando Pérez, inspirada en hechos reales, retrata a un grupo de jóvenes que en los años cincuenta combatió en la clandestinidad contra el régimen de Fulgencio Batista. Y "Retrato de Teresa" (1978), de Pastor Vega, aborda las contradicciones de una familia cuando los deseos de emancipación de la mujer se oponen al machismo del marido. Y también se verán "La primera carga al machete" (1969), de Manuel Octavio Gómez; "De cierta manera" (1974), de Sara Gómez; "Papeles secundarios" (1989), y "Plaff o demasiado miedo a la vida" (1988), de Juan Carlos Tabío.
"Se trata de un cine que ha abordado diferentes momentos de la realidad cubana, que ha generado polémicas y encontronazos entre distintos sectores. Es un cine muy auténtico, rasgo que definió el cine cubano desde 1959, con el triunfo de la revolución -afirma el crítico Luciano Castillo, recién llegado a Buenos Aires-. Antes existió un cine que imitaba más los patrones mexicanos y argentinos de la época: comedias en las que se usaban cantantes populares para atraer público. Pero no había un cine de demasiada trascendencia hasta que, a partir del surgimiento del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica (Icaic), surgió una voluntad de cine auténtico, y esto se percibe en cada una de las películas."
En el transcurso del ciclo (lunes 20, a las 19), Luciano Castillo también dará una charla sobre "El cine cubano, más allá de la fresa y el chocolate". "Esa película, que gozó de una merecida distribución, no es ni siquiera la película más importante en la filmografía de ese director. Pero como fue coproducida con España fue la que mayor distribución obtuvo. Pero hay que tener en cuenta que hay un pasado en el cine cubano que ha sido importante para el cine iberoamericano."
Tras su trabajo de selección, Castillo destacó que como anticipo de lo que será la Segunda Antología, que se dedicará a la tradición de la escuela documental cubana, se sumó al programa "Mujer transparente" (1990), cinco cuentos que presentan facetas de diferentes cubanas.
Castillo cuenta que actualmente, la producción anual de cine en su país es de sólo dos o tres largometrajes, "pero este año se estrenarˆn cuatro, incluyendo el primer film en formato digital". Cuando se le pregunta a este crítico de cine sobre la histórica revista Cine Cubano (que ya cumplió 42 años), qué tan impregnada está la producción actual de conflictos políticos, él responde: "El cine cubano está financiado por el Estado y sobrevive -como todo el cine latinoamericano- gracias a las coproducciones. Entonces, si antes el cine cubano era más historicista, lo que más se observa en la última etapa es el abordaje de aspectos críticos de la realidad, pero con una óptica humorística. Antes se reclamaba la falta de comedias, siendo el pueblo cubano de un humor tan chispeante. Ahora es al revés. Habrá que buscar un equilibrio. Poder compartir nuestras visiones con otros públicos es muy importante".




