Murió el actor y dramaturgo Sam Shepard
Tenía 73 años y padecía de esclerosis lateral amiotrófica
El actor, director y dramaturgo Sam Shepard, falleció hoy a los 73 años, tras perder la batalla contra la ELA (Esclerosis lateral amiotrófica). Tal como confirmó su familia, murió en su casa de Kentucky rodeado por sus seres queridos. Estuvo casado con Jessica Lange y con ella tuvo tres hijos Jesse, Hannah y Walker Shepard.
Nacido en Illinois el 5 de noviembre de 1943, Shepard fue muy reconocido por sus personajes en el cine - fue nominado al Oscar por su papel en The Right Stuff-, pero fue el teatro su ámbito más prolífico: más de 40 obras suyas fueron estrenadas, y otro tanto permanecen inéditas; ganó el Pulitzer por la autoría de Buried Child, en 1979 (obra cuya producción de 1996 fue candidata a cinco premios Tony incluyendo mejor obra de teatro) y fue candidato otras dos veces a ese premio; también alzó el Drama Desk Award por A life of the Mind, y once de sus obras, como La Tourista, Tooth of Crime, Curse of the Starving Class, Chicago, Icaru's Mother y Red Cross, todas ellas estrenadas en el circuito off neoyorquino, ganaron el premio Obie (el galardón más importante para las producciones del Off-Broadway).
En Buried Child, Shepard aborda las desilusiones y las frustraciones de la sociedad estadounidense por el fracaso del mito del "sueño americano" desde un costado más bien posmoderno, con elementos surrealistas, con un humor sutil y mucha ironía. Sin dudas, esta obra marcó un tono para el teatro de los 70 y para los textos que vendrían más adelante bajo la pluma de Shepard. El uso de símbolos dentro de un contexto que se pretendía realista fue una de sus marcas.
Shepard empezó a escribir mientras intentaba desarrollar su carrera como actor en Nueva York. Cowboys fue su primer texto, publicado en 1964. Dirigió la mayoría de sus obras en el San Francisco's Magic Theater y en la Royal Court de Londres.
Su debut en el cine fue de la mano de Bob Dylan, en la película Renaldo and Clara pero fue con Days of Heaven con la que su carrera como actor dio un salto. Más tarde se animaría a escribir también para cine, para seguir cosechando premios como autor: Paris, Texas, dirigida por Wim Wenders, ganó la Palma de Oro en Cannes en 1984. Como director, realizó la película Far North, entre otras.
Sam Shephard también fue músico: fue baterista en la banda The Holy Modal Rounders y luego acompañó a Bob Dylan en su gira Rolling Thunder Revue.
Sus textos (prosa y poesía) fueron compilados en dos volúmenes bajo el título de Hawk Moon and Motel Chronicles.
Su última aparición en la pantalla fue en 2015, en la serie de Netflix Bloodline, en la que interpretó al patriarca Robert Rayburn.
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