Premios Globo de Oro 2020: así fue la ceremonia que coronó a 1917 y a Había una vez... en Hollywood como ganadoras

Desde el Beverly Hilton de Los Angeles, la asociación de Prensa Extranjera de Hollywood celebró la 77 entrega de los Globo de Oro. La primera ceremonia de la temporada contó con Ricky Gervais como anfitrión, y las personalidades más importantes de Hollywood estuvieron allí a la espera de recibir o, simplemente, de hacer entrega del codiciado premio.

Poco antes del comienzo de la ceremonia, por la alfombra roja desfilaron varias de los que prometían ser las figuras de la noche, como Jennifer Aniston, Antonio Banderas, Kirsten Dunst, Margot Robbie, Olivia Colman, Ana de Armas, Greta Gerwig, Joaquin Phoenix y Jennifer Lopez, entre otros.

1917 se coronó como gran ganadora, no solo porque se alzó con la categoría mejor película dramática, sino también porque le valió a Sam Mendes el premio a mejor director. Había una vez... en Hollywood, de Quentin Tarantino, en tanto, también salió airosa, tras alzarse con los galardones a mejor comedia, mejor guion y mejor actor de reparto.

El discurso de Ricky Gervais

Según lo pautado, puntualmente a las 22, la ceremonia dio comienzo con la aparición del anfitrión de la velada. En tono de broma, Gervais dijo que sería la última vez que cumpliría ese rol, y destacó que la asociación de prensa extranjera "apenas habla inglés".

"Vamos a reírnos en base a ustedes y recuerden que son bromas, todos nos moriremos pronto y no habrá continuación" disparó el comediante británico en sus palabras iniciales. El conductor saludó especialmente a una mesa de lujo que se encontraba cerca de él, en la que estaban sentados Robert De Niro y Martin Scorsese, y al director le hizo una broma con respecto a la opinión que tuvo sobre sobre los films de Marvel: "Dijo que eran como un parque de atracciones, pero él es chiquito, no tiene estatura para subir a ninguno de los juegos, así que no sé qué hace en un parque de diversiones".

Luego continuó con un discurso en tono muy ácido, en el que mencionó que todos estaban muy preocupados por ver a quién acusaría Ronan Farrow y, al hablar del In Memorian, aseguró que no habría segmento para recordar a los que murieron en el último año porque "la gente que se murió no fue suficientemente diversa, eran casi todos blancos, así que vamos a ver qué pasa el año que viene". También bromeó con respecto a la irrupción de los servicios de streaming en la industria del entretenimiento y aseguró: "A nadie le importan las películas, nadie va al cine, todo el mundo ve Netflix, pero vamos a estar aquí por tres horas".

Por último, y atento al clima de tensión mundial que hay debido al conflicto entre los Estados Unidos e Irán, el anfitrión le pidió a los futuros ganadores: "No usen esto para hacer discursos políticos, no saben nada del mundo real. Así que vengan, agarren su premio, agradezcan y váyanse al diablo".

Los primeros ganadores

Jennifer Aniston y Reese Whiterspoon subieron al escenario y entregaron el premio a mejor actor en serie de televisión, musical o comedia. Y en una terna en la que estaban monstruos como Bill Hader, Paul Rudd o Michael Douglas, ganó el protagonista de Ramy, Ramy Youssef, una ficción sobre una familia musulmana que vive en los Estados Unidos. El intérprete bromeó sobre ser alguien poco conocido, y agradeció el premio sin poder salir de su sorpresa.

Luego fue distinguido Russell Crowe por su labor en The Loudest Voice, en la categoría mejor actor de miniserie o película para televisión. El actor australiano no fue a la ceremonia por encontrarse en su país natal, y a través de una carta leída por Aniston y Whiterspoon, agradeció el premio y llamó a concientizar sobre los peligros del cambio climático y cómo los incendios en Australia están provocando un verdadero desastre natural.

El actor Stellan Skarsgård, por su trabajo en la miniserie Chernobyl de HBO, fue reconocido como mejor actor de reparto en miniserie o película para televisión, y de muy buen humor confesó que una vez el director Milos Forman le remarcó que no tenía cejas, y que por eso nadie nunca recordaba su cara.

El gran triunfo de Succession como mejor serie drama

Uno de los primeros batacazos que dio HBO en la noche fue el triunfo de Succession.La serie protagonizada por Brian Cox es una de las grandes ficciones actuales, y fue distinguida como la mejor serie de televisión en categoría Drama. Uno de sus productores, Adam McKay tomó la palabra y junto al elenco completo, agradeció la distinción.

Más adelante, Brian Cox también fue reconocido como mejor actor en serie dramática. Con mucha emoción, el intérprete de 72 años se mostró muy conmovido por el galardón y dijo: "El año que viene cumpliré sesenta años de carrera, y nunca pensé que esto me iba a pasar, así que estoy muy impactado. Y esto pasó porque trabajé con el elenco y el equipo de Succession, que son los más grandes del mundo. Y también quiero agradecerle a Jesse Armstrong [creador de la ficción]. Jesse, si no fuera por vos, yo no estaría acá".

El reconocimiento a Phoebe Waller-Bridge

La actriz y guionista Phoebe Waller-Bridge era una de las favoritas de la noche, y cumplió con las expectativas que se habían puesto sobre ella. El primer premio que recibió, fue en el rubro mejor actriz de televisión en serie y comedia, por su trabajo en Fleabag. Al momento de agradecer el premio, destacó el trabajo que realiza en pantalla junto a Andrew Scott.

Al momento de premiar a la mejor serie de televisión, musical o comedia, nuevamente Fleabag fue la gran ganadora. De ese modo, Waller-Bridge, esta vez acompañada del resto del elenco, agradeció el premio con mucha alegría y algo de genuina incredulidad.

El discurso político de Bong Joon Ho

En la categoría mejor película extrajera, si bien el film de Pedro Almodovar, Dolor y gloria, era uno de los que sonaba con más fuerza para ganar, la fama del largometraje surcoreano Parasite finalmente obtuvo el galardón. No es de extrañar: esa película ganó en la última edición de Cannes y se perfila como una gran candidata en la próxima edición de los Oscar.

Cuando le tocó subir a recibir el premio, el director Bong Joon Ho se presentó junto a una traductora y eligió hablar en coreano, una decisión de contenido político teniendo en cuenta que en esas ceremonias, los ganadores de todo el mundo siempre optan por dirigirse al público en idioma inglés. Sin demasiados rodeos, Bong dijo en su lengua natal: "Una vez que superás la barrera de los subtítulos, vas a conocer un mundo de películas maravillosas".

De las palabras de Pierce Brosnan al emotivo discurso de Ellen

Los incendios en Australia volvieron a ser los protagonistas de la noche, cuando en el escenario se presentó Pierce Brosnan junto a sus hijos, Paris y Dylan. Los tres tomaron la palabra y reflexionaron sobre lo que está sucediendo en ese país, y la importancia de tomar conciencia sobre el cambio climático y el modo en que nos afecta a diario.

A continuación, llegó uno de los momentos más importantes de la noche. La actriz Kate McKinnon brindó unas sentidas palabras sobre la importancia de Ellen DeGeneres en su vida, y de esa forma le entregó el Premio Carol Burnett a la excelencia televisiva a la actriz y conductora. En su discurso, la comediante habló sobre la importancia de respetar su propia esencia, y destacó lo mucho que valora el contar con un programa en el que trabaja en absoluta libertad, y que impacta de manera tan positiva en su público.

Quentin Tarantino, mejor guionista

El guion de Había una vez... en Hollywood, con su recreación de época y una fábula de un actor en decadencia y su doble, le valió a Quentin Tarantino ganar en el rubro mejor guion, una carrera en la que también se encontraba Steven Zaillian, responsable del libreto de El irlandés. El director de Tiempos violentos, con la verborragia que lo caracteriza, disparó una infinidad de agradecimientos, deteniéndose especialmente en las tres estrellas de la historia: Leonardo DiCaprio, Margot Robbie y Brad Pitt.

Otra producción de Netflix, Historia de un matrimonio, obtuvo un premio a través de Laura Dern. La actriz de Big Little Lies interpreta en el film de Noah Baumbach a una abogada especialista en divorcios, y cuando le tocó dar su discurso, muy divertida, justamente le agradeció "a los abogados, porque ellos se lo merecen".

La mejor canción es de Elton John

El veterano músico británico Elton John fue una de las grandes estrellas del año no solo por su música, sino también por el film Rocketman, que adaptó con creatividad parte de su agitada vida. Y en la categoría a mejor canción, el compositor fue distinguido por la pieza "I'm Gonna Love Me Again", que forma parte del musical protagonizado por Taron Egerton.

Por su parte, Olivia Colman, por su trabajo en The Crown, ganó en el rubro mejor actriz de serie dramática, mientras que Patricia Arquette fue galardonada como mejor actriz de reparto en una miniserie o película para televisión por su labor en The Act. Y en una noche en la que escasearon los discursos políticos, Arquette se pronunció sobre la actualidad de su país, criticó que el pueblo estadounidense se encuentre nuevamente al borde de la guerra y bregó por no dejar de votar para construir un mejor país.

La emoción de Tom Hanks

Al momento del segundo homenaje, Charlize Theron apareció en el escenario y habló sobre Splash, una película que vio muchas veces durante su infancia. Y de esa manera, dio pie a un extenso clip con fragmentos de películas y series centradas en Tom Hanks, quien se convirtió en ese momento en el gran protagonista de los Globo de Oro.

El actor de Forrest Gump se mostró muy conmovido y brindó un discurso muy sentido, en el que le agradeció profundamente a su familia, y reflexionó de manera muy emocional sobre la importancia del trabajo en conjunto en el cine. Con las mayores estrellas de Hollywood aplaudiéndolo de pie, Hanks demostró en pocos minutos por qué es, y seguirá siendo, un verdadero referente en la industria del cine.

Las palabras de Michelle Williams

Michelle Williams, por su interpretación de Gwen Verdon en Fosse/Verdon, fue premiada como mejor actriz de miniserie o película para televisión. La intérprete, que atraviesa los primeros meses de embarazo, dedicó su discurso a la importancia que tiene para una mujer "el derecho a elegir", alentó a comprometerse políticamente para modificar un mundo construido por y para los hombres y, así, recibió los aplausos de todos los presentes.

A continuación, llegó otro de los momentos más importantes de la noche, con el premio a mejor miniserie o película para televisión, un galardón que quedó en manos de Chernobyl. Con parte del elenco sobre el escenario, el protagonista de serie, Jared Harris, agradeció a Craig Mazin por su guión y expresó: "Tu libreto nos hace pensar sobre el costo de las mentiras. Y esa pregunta se hace más relevante con cada noticiero. Chernobyl es una historia de valor y sacrificio".

Los mejores actores: Brad Pitt, Taron Egerton y Joaquin Phoenix

Luego de ganar en mejor guion, Había una vez... en Hollywood se llevó otro premio en la categoría mejor actor de reparto, donde ganó Brad Pitt por su interpretación de Cliff Booth. El maduro galán reconoció que a muchos de sus compañeros de categoría los consideraba dioses, y se refirió a Tarantino como "el hombre, el mito, la leyenda", además de dedicarle un especial agradecimiento a Leonardo DiCaprio: "No estaría aquí sin ti... De cualquier manera, yo sí te hubiera compartido la balsa", bromeó, generando risas entre quienes vieron Titanic.

Por otra parte, Taron Egerton en la piel de Elton John, obtuvo uno de los mayores premios de la noche cuando fue reconocido como mejor actor en comedia o musical. Genuinamente sorprendido, el intérprete inglés celebró el reconocimiento por su labor en Rocketman.

Y después de recibir elogios y premios en distintas oportunidades, Joaquin Phoenix se quedó una vez más con el galardón a mejor actor protagonista de drama por Guasón. El actor, aplaudido por los presentes, recibió la estatuilla, celebró que los Globo de Oro hayan optado por servir un menú vegetariano y llamó a generar un cambio colectivo y también individual, refiriéndose no solo a los incendios que azotan a Australia, sino también a muchos de los vicios que inundan la industria del cine.

Las mejores actrices: Awkwafina y Renée Zellweger

Era una de las categorías más peleadas. La de mejor actriz protagonista en comedia musical, presentaba a intérpretes ya consagradas, como Cate Blanchett o Emma Thompson, y a nuevas caras de Hollywood, como es el caso de Ana de Armas. Pero fue Awkwafina quien finalmente fue quien se quedó con el premio, por su labor en The Farewell.

Y por su personificación como Judy Garland, Renée Zellweger fue distinguida como mejor actriz protagonista de drama. La intérprete dio un discurso breve, en el que principalmente se mostró muy orgullosa de haber podido componer a "uno de los grandes íconos de nuestro tiempo".

El segundo premio para Tarantino

Y en una noche en la que Había una vez... en Hollywood obtuvo varias distinciones, finalmente llegó la mayor de todas, cuando anunciaron que la más reciente creación de Tarantino se quedaba con el premio a mejor película comedia y/o musical. Una vez más, el director junto a su equipo subieron al escenario y celebraron el que esperan sea el primero de los muchos galardones por venir.

Sam Mendes: la sorpresa de la noche

Uno de las más importantes categorías de la velada es, definitivamente, la de mejor director. Entre los nominados se encontraban verdaderos pesos pesados, como Scorsese, Tarantino o Todd Phillips por Guasón. Y si bien las posibilidades parecían favorecer a alguno de ellos, la sorpresa fue mayor cuando se anunció que el ganador en esa categoría era Sam Mendes, por el film bélico 1917. "No hay un solo director que no esté a la sombra de Martin Scorsese" dijo el realizador al comienzo de su discurso, en el que agradeció a todos los que trabajaron junto a él para llevar adelante la ambiciosa película ambientada en la Primera Guerra Mundial.

Y cuando sobre el final de la velada, se reveló que 1917 también se quedaba con el premio a mejor película dramática, la sorpresa fue aún mayor, teniendo en cuenta que en esa categoría el film de Mendes era el que menos posibilidades tenía frente a títulos de gran calibre como El irlandés, Historia de un matrimonio o Guasón.