Premios Oscar 2022: con algunas sorpresas y olvidos, la gran fiesta del cine se prepara para su celebración más popular e inclusiva

“Amantes del cine, reúnanse”, con ese grito de guerra que se parece mucho al que exclaman los Avengers antes de una batalla, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood dio por comenzada la última etapa de la temporada de premios modelo 2022. Este martes se anunciaron las nominaciones a los Oscar, y más allá de las curiosidades, las sorpresas y la confirmación de que la película a vencer en la ceremonia de entrega que transmitirá TNT el 27 de marzo será El poder del perro, -el film de Netflix que con once menciones resultó la más nominada-, lo más destacado de la presentación fue el intento por convencer al público de que los Oscar le pertenecen. La idea promocionar a la glamorosa fiesta como un evento popular que celebra al cine que les gusta a todos. Aunque, claro, esa propuesta es pura fantasía.

En la realidad las películas más taquilleras y masivas no tienen lugar en la ceremonia de la Academia, que está haciendo lo posible por revertir ese hecho. Después de las entregas de los últimos dos años en las que las grandes ganadoras fueron una película extranjera Parasite, y la independiente Nomadland, ahora el objetivo parece ser devolver el premio a “la capital mundial del cine”, como denominó el presidente de la Academia a Hollywood. Para ello, antes del anuncio de las categorías se insinuó sin demasiados detalles que en esta edición del premio el público podrá elegir a sus películas favoritas, una versión atemperada del premio al film más popular, aquella fallida iniciativa de 2018 que no fue demasiado bien recibida y fue rápidamente archivada. Hasta ahora.

Más allá de las intenciones, el esfuerzo por incluir a los “fanáticos” del cine -de Hollywood- en la fiesta que lo celebra debe reflejarse en las categorías principales y especialmente en la de mejor película. Así, este año el punto de equilibrio entre el afán de inclusión e internacionalización de los premios y su atención a lo que sucede en las salas de cine y en las plataformas de streaming resultó en diez nominadas que representan a todos los gustos. Una descripción tan insípida como poco específica, pero que podría funcionar para la Academia.

A saber: la poética El poder del perro, de Jane Campion (disponible en Netflix), comparte categoría con Belfast, el film autobiográfico de Kenneth Branagh (se estrena el 10 de marzo en la Argentina), las extraordinarias Licorice Pizza (ya en salas) de Paul Thomas Anderson y Amor sin barreras, de Steven Spielberg (solo queda una función en cartel), la más íntima e independiente Coda (llegada del festival de Sundance y disponible en Apple TV+), la biopic Rey Richard: una familia ganadora (disponible en HBO Max), la viral No miren arriba (Netflix), la superproducción con espíritu de película de arte Duna (HBO Max), El callejón de las almas perdidas (en salas), de Guillermo Del Toro, y Drive My Car, el film japonés favorito de los críticos desde su presentación en el festival de Cannes que además de competir en la categoría principal fue nominada en las de mejor guion adaptado, dirección y película internacional. Exhibida en el Festival de cine de Mar del Plata y en la semana de Cannes en la Argentina, el film basado en un cuento corto de Haruki Murakami no tiene fecha de estreno local anunciada.

Marvel y Lady Gaga, afuera

Para los que esperaban que los dos films más taquilleros del año, Spider-Man: sin camino a casa y Sin tiempo para morir por fin tuvieran un lugar en la mesa de los grandes, la única nominación en el rubro de efectos visuales para la película de Marvel y las tres conseguidas por la despedida de Daniel Craig de James Bond (efectos visuales, sonido y canción original por el tema compuesto por Billie Eilish y su hermano Finneas O’Connell, la primera nominación para ambos), fue una decepción. Entre muchas otras que dejó la lista anunciada hoy. Algunos expertos -y muchos fanáticos-, esperaban que Lady Gaga consiguiera un lugar en la categoría de mejor actriz por La casa Gucci, que Ben Affleck apareciera entre los actores secundarios por su trabajo en The Tender Bar (disponible en Amazon Prime Video) y que Spencer (se estrena el jueves 17), de Pablo Larraín cosechará algo más que la nominación de Kristen Stewart a la intérprete protagónica.

Lo cierto es que en su pelea por mantenerse relevante, elevar el rating de su ceremonia de entrega y conservar el status quo de la industria del cine puesto en jaque por las plataformas de streaming y la pandemia, aunque no pueda conformar a todos, la Academia cada tanto sorprende y acierta.

Las parejas doradas

Con los anuncios de hoy Javier Bardem, Penélope Cruz, Kirstin Dunst y Jesse Plemons, hicieron historia. Es que por primera vez los Oscar tendrán a dos parejas de actores de la vida real nominadas en las cuatro categorías de interpretación. En el caso de Dunst y Plemons ambos fueron reconocidos por sus papeles secundarios en El poder del perro, mientras que Bardem se ganó su tercera nominación como actor principal-en 2008 se llevó el Oscar en la categoría de actor de reparto por su papel en Sin lugar para los débiles- por su interpretación de Desi Arnaz en Being the Ricardos (disponible en Amazon Prime Video), mientras que Penélope Cruz sumó una nueva nominación a actriz principal -ya tenía una por Volver, dos como intérprete de reparto y un Oscar por su papel en Vicky Cristina Barcelona-, por su trabajo en Madres paralelas. La película de Pedro Almodóvar -actualmente en salas y desde el 18 de febrero disponible en Netflix-, consiguió también una mención en el rubro de música original, una cosecha algo exigua para lo que se esperaba del film español.

Diversidad, divino tesoro

Aquel reclamo por la falta de diversidad racial entre los nominados y los integrantes de la Academia que hace unos años puso a los Oscar en la obligación de ampliar sus miras, por fin parece haber dado algunos frutos. En la lista de candidatos en la categoría de actor principal -además del español Bardem- figuran Will Smith (King Richard) y Denzel Washington (La tragedia de MacBeth, disponible en Apple TV+), con una clara ventaja para los intérpretes negros, mientras que entre las actrices de reparto figuran las fantásticas Aunjanue Ellis (King Richard) y Ariana DeBose, que en la nueva versión de Amor sin barreras dirigida por Spielberg interpreta a Anita, el mismo papel por el que Rita Moreno consiguió el premio Oscar en la esta categoría en 1961.

Más allá de la representación a las minorías raciales, este año el Oscar también será recordado por las tres menciones que logró el film Coda. La comedia dramática que retrata la vida de la hija oyente de una familia de padres y hermano mayor sordos está nominada a mejor película, mejor guion adaptado y mejor actor de reparto para Troy Kotsur, que con la distinción se convirtió en el primer actor sordo en ser nominado para un Oscar. Un hito especialmente significativo, ya que en 1986 su compañera de elenco, Marleen Matlin, fue la primera intérprete sorda en ganar un Oscar por su papel en Te amaré en silencio.

Para completar los aciertos tanto artísticos como de representación, una de las sorpresas de los anuncios fue encontrar el nombre del actor Riz Ahmed, nominado en 2021 por su papel en El sonido del metal (disponible en Amazon Prime Video), como productor de The Long Goodbye, cortometraje nominado que retrata la experiencia de una familia musulmana en Londres acosada por un grupo de extrema derecha. El film que Ahmed también protagoniza podría conseguirle su primer premio de la Academia en una ceremonia repleta de primeras veces e hitos históricos. Como el del documental animado Flee (inédito en la Argentina), un recorrido por las experiencias de un joven afgano instalado en un pequeño pueblo de Dinamarca, que competirá en las categorías de mejor documental, film animado y película internacional.

Lo que queda ahora es esperar hasta el 27 de marzo para averiguar si los premios Oscar consiguen los dos objetivos que se propusieron para 2022: convocar a los amantes de las películas y cumplir con su postergada promesa de ser lo más inclusivos posibles.

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