Claudio Ferrari, un director entre la televisión y el teatro

El teatro y la televisión son dos actividades fundamentales en la vida del director Claudio Ferrari. Aunque últimamente su labor como director integral de Telefé ( Costumbres argentinas , Casados con hijos , La niñera , son sólo algunos de los múltiples ciclos que ha dirigido) lo tiene más que ocupado, siempre está dándose una vuelta por el teatro para afirmar algo de aquella vocación que decidió seguir a los 16 años, cuando recién salía de la escuela secundaria.

Lamenta no haber tenido una formación teatral sistemática, aunque reconoce a tres maestros fundamentales como guías de su camino escénico: Alberto Ure, Julio Ordano y Luis Agustoni. "De Agustoni aprendí su disciplina -cuenta el creador-. Con Ordano aprendí a no tener miedo, él me estimulaba muchísimo. Y con Ure aprendí todo, pero no sé si fui un buen alumno. Su saber era tan inmenso que me asustaba. Aún así logré estar muy cerca de él y hasta asistirlo en algunos espectáculos (como La máscara , pieza de Eduardo Rovner). Siempre he estado muy expectante a cada uno de sus pensamientos y sus ideas luminosas."

También muy joven, Ferrari se acercó a la televisión, en donde empezó como asistente de sonido. Y como le interesaba escribir solía visitar a diversos productores acercándoles sus guiones. Mario Sábato, en ATC, le dio la posibilidad de dirigir su primera producción. Tenía 22 años y el ciclo se llamó Colorín Colorado . Hasta sus tres maestros actuaron en diversos capítulos. Después llegaron, entre otros programas y temporadas, La noticia rebelde , El perro verde , Personas y personajes , Cartas de amor en casette , Hechizada y Ver para leer .

Mientras hoy en televisión prepara una nueva sitcom, Una de dos , con Florencia Peña, Fabián Vena y Luis Luque; en teatro estrena esta noche Señorita Julia , en una versión propia de la pieza de August Strindberg. Las funciones se harán en el Teatro del Nudo y el elenco está integrado por Laura Azcurra, Carlos Kaspar y Maia Francia.

A su vez, la supervisión del espectáculo estuvo a cargo de Alberto Ure. "Con Alberto primero cotejé la versión y la aceptó -cuenta el director-. Es muy conmovedora su sabiduría y su memoria teatral. Es notable cómo permanece en uno aquello que más se ama en la vida. Trabajé con él también la situación espacial y hasta aprobó la línea de actuación por la que opté, ligada al naturalismo. Allí me sorprendí porque me encontré con un Ure que reafirmaba, en ese naturalismo, una modernidad teatral. Ahí se dirigió netamente a los sentimientos."

Un ansiado proyecto

Claudio Ferrari está interesado en Señorita Julia hace muchos años y esta versión le demandó un año de trabajo. ¿Qué le inquietaba del texto del autor sueco? Responde: "Quería averiguar cómo era ese operativo que hace el autor cuando cambia las pulsiones, las pasiones de sus personajes. Esos seres que se están odiando y al instante se desean y a la vez disfrutan de la violencia y, de pronto, vuelve a aparecer en ellos la sexualidad. Al comienzo mi brutalidad me llevaba a creer que la obra estaba mal escrita, sentía que el autor lanzaba a los personajes sin una lógica. Después de trabajar con este texto se me ha develado un mundo muy grande".

Señorita Julia fue escrita por Strindberg en 1889, la pieza tiene una versión cinematográfica y otra operística. En ella el autor sueco desarrolla un desafortunado encuentro sexual entre un sirviente y la hija de un conde. Ferrari ha decidido trasladar la acción a la Argentina, durante 1957. "Me pareció que es interesante contar ese mundo privado en un momento de la Argentina en el que, aparentemente, no sucedía nada. Eran tiempos de la Revolución Libertadora, la resistencia peronista estaba trabajando por abajo pero no estaba en su apogeo. Puede verse como un momento muy híbrido del país. Por otro lado, el 57 fue el año más caluroso del siglo. Tengo la sensación de que ese tiempo podía contener esta obra y a estos personajes y hasta que protegía cierta cuestión de época."

Si bien la versión de Ferrari mantiene lo esencial del texto de Strindberg, el creador se ha tomado algunas licencias que está seguro que Strindberg aceptaría. Al director le interesaba "ir a fondo con el naturalismo para llegar a un fuerte realismo poético". Y lo más importante "entender a una alta burguesía que oculta aquello que resulta pecaminoso a su propia conciencia". En realidad, de lo que se trata, "es de permitir ver cierta hipocresía de esa misma burguesía que no se atreve a decir quién es. Mucha gente no se entrega a ser quien es, eso le sucede a Julia. Strindberg logra que los sentimientos no se puedan impedir. Todo el tiempo está diciendo «no impidas tus sentimientos, no asesines a quien sos»", concluye con pasión.

Para agendar

Señorita Julia , de A. Strindberg. Dirigida por Claudio Ferrari.

Teatro del Nudo , Corrientes 1551, 4373-9899. Viernes y sábados, a las 22.30. Desde $ 25.