Compraron una casa de 1910 y encontraron un misterioso "pasaje" en la habitación principal

¿Cómo incentivar la compra de un hogar? Mostrando su verdadero diferencial.

En una de las ediciones de Renovando mi ciudad, los expertos en remodelación, Ben y Erin, colaboraron con la decisión de una pareja a la hora de elegir su próxima casa. "Un cuarto secreto es lo mejor que puede pasarte", fue la expresión que coronó la decisión final.

De esta manera, los recién casados adquirieron una propiedad construida en 1910 que hasta el día de hoy se mantuvo en muy buen estado. Si bien el frente estaba descuidado, los arquitectos coincidieron al expresar que con pocos materiales tendrían una gran transformación. Y así fue, claro.

Con techos elevados, empapelados de época y decenas de modulares por toda la casa los protagonistas fueron pensando y construyendo cada nuevo espacio sin perder la esencia. Además, tal como acostumbran a hacer, desperdiciar materiales no es parte de ninguno de sus trabajos. Es por esto que idearon con precisión qué quitar, dónde colocar y, en caso de ser necesario, cuáles objetos tirar.

Todo el trabajo de la planta baja fue un espectáculo, ya que modificaron los colores y ampliaron las ventanas para tener más iluminación. Sin embargo, el asombroso cambio se vio en la planta alta, lugar donde el cuarto principal contaba con un "pasadizo secreto".

Literalmente una puerta pequeña camuflada en el medio del dormitorio era lo que se encontraba allí. Pero lejos de dirigirse a un espacio pequeño, te conectaba con un gran dormitorio digno de un espacio particular.

El arquitecto del programa decidió crear una oficina bastante funcional y elegante para ese dormitorio y, con respecto a la puerta que conectaba las habitaciones, optó por construir "una placa con cerrojo táctil" que pasó desapercibida con el resto de la pared. El resultado generó una gran emoción y de hecho aseguraron que la remodelación superó altamente las expectativas.