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El accidentado estreno de Giselle
Iñaki Urlezaga se lesionó en el primer acto; lo reemplazará Edgardo Trabalón
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PARA LA NACIONNéstor Tirri
El comunicado de prensa del Ballet Concierto expresa en lacónica síntesis el impactante imprevisto: "En la función del día de hoy, viernes 4 de mayo, el bailarín Iñaki Urlezaga debió levantar el segundo acto de Giselle, en el Teatro Coliseo, debido a una distensión en el gemelo izquierdo, que le impidió continuar con la misma".
El cierre inesperado del telón a la media hora del primer acto (y antes de la célebre escena de la locura de la desdichada Giselle) interrumpió la función de estreno de Giselle, con las figuras de Urlezaga y de la invitada rusa Anastasia Kolegova, étoile del Teatro Mariinsky de San Petersburgo. Marianela Urlezaga (manager de la compañía), micrófono en mano, anunció el lamentable infortunio.
Lo que siguió: confusión en el público y consternación en los camarines. Una hilera de ramos de flores lucían, uno al lado del otro, como en un local de servicios fúnebres. Y el clima entre los bailarines, técnicos y amigos era de duelo: un bailarín herido.
Se pudo saber que el percance sufrido por Urlezaga se había producido en un ensayo, al ejecutar unos dificultosos entrechats (cruces veloces de piernas a la altura de la pantorrilla, en el salto), pero que el artista había decidido afrontar la función de estreno. En su camarín, desolado, Iñaki manifestó a La Nacion su desazón frente a una circunstancia que, a sus 35 años, no había atravesado nunca.
Antes de retirarse del teatro, ya vestida de calle, Anastasia Kolegova pasó por el camarín a saludar a su anfitrión; hay que decir que en los escasos minutos del "acto rural", en la que se la vio caracterizada de aldeana, demostró sutileza y porte dignos del célebre ballet ruso en el que revista como étoile. Fue posible apreciar de cerca el grave problema para resolver con urgencia: su inusual estatura hacía difícil encontrar en Buenos Aires un partenaire, en reemplazo del titular lesionado, en condiciones de sostenerla.
En las dos funciones restantes (la de anoche y la de hoy, domingo, a las 19) el rol del príncipe Albrecht será asumido por el primer bailarín del Ballet del Teatro Colón Edgardo Trabalón.
Por Néstor Tirri
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