El deseo de las alas
Claves para acercarse al paracaidismo, un deporte extremo surgido hace más de cincuenta años, esta disciplina congrega a todos los que se animen a vivir una experiencia única. Dónde aprender, cuánto cuesta y otras curiosidades de un deporte que llegó a ser imaginado por Leonardo da Vinci
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Para los amantes del deporte extremo, adictos a la adrenalina, es posible realizar, en los alrededores de la Capital, cursos y bautismos de paracaidismo. Es fundamental saber que este deporte no implica tomar riesgos, como en el automovilismo u otras disciplinas en las que se suponen ciertos peligros para ganar. Los equipos son extremadamente confiables y están provistos de un seguro computadorizado que, en caso de peligro, abre automáticamente el paracaídas. Los accidentes son obra exclusiva de paracaidistas inexpertos o locos que, contrariamente a lo que se piensa, están lejos de ser mayoría.
Lo importante es no tener vértigo, desear saltar y vivir una experiencia única. Simplemente tener ganas de volar.
Tiempos heroicos
Esta disciplina deportiva surgió hace poco más de cincuenta años en la búsqueda científica de controlar a la naturaleza.
El origen de la idea, en cambio, tiene leyendas (se dice que dos mil años antes de Cristo, un emperador llamado Shun saltó en paracaídas desde el techo de una granja en llamas), y estudios documentados: los primeros conocidos pertenecen a Leonardo da Vinci. A fines del siglo XVIII, el paracaidismo conoció una significativa expansión gracias a los experimentos de Joseph Montgolfier y Lenormand, un profesor de física que por primera vez utilizó el nombre paracaídas.
Pero el paracaidismo moderno se inaugura con Leslie Irving, uno de los primeros en saltar desde un avión, a principios de este siglo. Sus equipos fueron adoptados por la mayoría de los ejércitos, cuando por cuestiones de seguridad y estrategia militar su uso se hizo obligatorio en la aviación. Tecnología mediante, ahora el paracaídas es un instrumento totalmente confiable.
Actualmente, el paracaidismo deportivo, reconocido en 1985 por el Comité Olímpico Internacional, se practica en más de sesenta países. Ya se han realizado más de cuarenta campeonatos mundiales, en los que se compite en cuatro disciplinas tradicionales: estilo, precisión, formaciones en caída libre y de velamen.
En estilo, el paracaidista salta desde una altura de entre 1800 y 2200 metros de altura y debe realizar seis maniobras preestablecidas en caída libre. La puntuación corresponde al tiempo de maniobra y las figuras inexactas son penalizadas.
El salto de precisión se realiza desde una altura de 900 a 1200 metros. El paracaidista debe aterrizar lo más cerca posible de un disco de tres centímetros de diámetro. Un disco electrónico indica la distancia del aterrizaje.
Para las formaciones en caída libre, equipos de cuatro u ocho personas saltan desde 2900 a 3600 metros y tienen entre 35 a 60 segundos para realizar una secuencia de formaciones al estilo de un ballet aéreo. El número de formaciones efectuadas en ese tiempo representa los puntos.
De igual manera, en las formaciones de velamen, los equipos desarrollan figuras con los paracaídas totalmente inflados, saltando desde una altura de entre 1800 y 2500 metros, con un tiempo de trabajo de 120 a 180 segundos.
También existen dos especialidades relativamente nuevas: el esquisurf y el vuelo libre.
La primera consiste en saltar con una tabla atada a los pies para surfear en el aire como si fuese agua o nieve.
En la otra alternativa, se practica caída libre en cualquier posición sin límite alguno.
Aprender a volar
En la Argentina, el paracaidismo deportivo se practica desde 1947. En 1962, varios clubes formaron la Fundación Argentina de Paracaidismo (FAP), entidad sin fines de lucro que regula, fiscaliza y registra las competencias en el país.
La FAP, afiliada a la Federación Aeronáutica Internacional, extiende las licencias deportivas con validez nacional e internacional. También organiza campeonatos nacionales y encuentros regionales.
En la actualidad, 30 clubes afiliados de todo el país practican y enseñan paracaidismo en escuelas regidas por instructores habilitados por la Dirección de Fomento y Habilitación de la Fuerza Aérea.
El curso de cuerda estática tiene un mínimo de treinta saltos. Los diez primeros se hacen a una altura de 1000 a 1500 metros con un sistema de apertura automática, mediante una cuerda estática enganchada al avión. De esta manera, el alumno practica la salida, la posición y los movimientos para abrir el paracaídas.
En una segunda etapa, desde los 1500 a 3000 metros, comienzan a realizarse saltos de caída libre, en los que se practica la posición estable y, a medida que se evidencia un progreso, giros y loopings.
Otro método posible, es el curso tándem, de veinte saltos. En una primera fase, el alumno realiza un mínimo de cinco saltos acompañado, en los que aprende, asistido por un instructor, a lograr estabilidad, realizar giros, abrir el paracaídas, maniobrarlo y aterrizar.
Luego, en una fase individual, practica loopings y cómo aproximarse a otro paracaidista. Esta fase puede requerir saltos con instructor.
Ambos cursos completan una instrucción teórica y preparan al alumno para rendir un examen teórico práctico ante un inspector de la fuerza aérea. El que aprueba obtiene el certificado de competencia que permite saltar en cualquier lugar del país.
Para realizar estos cursos es necesario ser mayor de edad, o tener 17 años con una autorización de los padres ante escribano público y aprobar un examen psicofísico.
Los que aún permanecen indecisos pueden realizar bautismos en tándem. Este sistema, ideado en Estados Unidos en 1982, permite a dos personas volar con un mismo paracaídas. Por lo tanto, cualquiera puede saltar después de una breve instrucción, enganchado con un arnés al paracaídas de un instructor.
El salto se realiza desde los 3000 a 4000 metros con una caída libre de 35 o 60 segundos respectivamente, a 200 km por hora. Luego, el instructor abre el paracaídas y, pasados cinco minutos, aterrizan en una caída equivalente a un salto de un metro.
Estos saltos pueden ser registrados en video y por medio de fotos por otro paracaidista, que lleva ambas cámaras instaladas en un casco.
Una cuestión de física elemental
Hoy en día ciertas cuestiones elementales de la física pueden parecer incuestionables. Sin embargo, varios experimentos han sido necesarios para poder afirmar leyes básicas.
Los pioneros del paracaidismo probaron también con una cantidad innumerable de experiencias (algunas con resultados mortales) y determinaron qué es lo que no se debe hacer para lograr que el deporte sea seguro.
En 1837, un inglés llamado Cocking, por ejemplo, fabricó un paracaídas con la concavidad invertida, convencido de que estaba mejorando el modelo clásico. Sus colegas quisieron frenarlo, pero el 27 de julio de 1837, Cocking se estrelló contra el suelo.
Algunos años más tarde, un sastre austríaco, Franz Reichelt, confeccionó un vestido de seguridad para aviadores, una especie de gran tapado que, con la fuerza del viento debe abrirse y funcionar como paracaídas. El 26 de noviembre de 1910, Reichelt decidió saltar desde la torre Eiffel. Sin embargo, a último momento, hizo la prueba con un maniquí, que aterrizó hecho migajas. Pero Reichelt no se rindió, aumentó su tapado de cuatro a ocho metros cuadrados y, dos años más tarde pruebó él mismo. El 4 de febrero de 1912, a las siete y media de la mañana, cincuenta periodistas y curiosos esperaban al sastre a los pies de la torre Eiffel. Después de un instante de hesitación, Reichelt se tiró y, en cuatro segundos aterrizó en el mismo estado que su maniquí. Desde ese día, se prohibió todo experimento de salto en paracaídas desde la torre Eiffel.
Gracias a los adelantos técnicos, los paracaidas que se utilizan hoy, tanto para los cursos como para iniciarse con un vuelo de bautismo, son totalmente confiables. Además, la incorporación del salto tándem, ideado hace quince años en Estados Unidos, es una manera asistida de acercarse y ver cómo es eso de caer en el aire. En estos saltos, el principiante comparte el paracaídas con el instructor. Más tarde, horas después de haber pasado el vértigo, acaso todavía con el cuerpo y el ánimo excitados, será tiempo de decidir sobre la posiblidad de hacer un curso para convertirse en paracaidistas expertos.
Qué, cómo, cuándo, dónde
Club Argentino de Paracaidismo Zona de saltos: Aeroclub Fortín Lobos, ruta 205, km 106.
Sede social: Virrey Cevallos 215, 2º piso, oficina 7, tel. 373-4710. Call box: 348-8888. Código: 06006. Tel. en zona de saltos: 0227-21700, interno 13. Email: cap@macsupport.com.ar Horario de atención: viernes, de 18 a 22.
Cuerda estática: Inscripción: $ 300.
Saltos con cuerda estática (10): $ 65 c/u.
Saltos asistidos (2/3): $ 80 c/u.
Saltos individuales (8): $ 35 c/u.
Saltos de bautismo en tándem desde 3000 metros sin video: $ 150, con video: $ 225.
Desde 4000 metros sin video: $ 160, con video $ 235.
Curso tándem: Inscripción: $ 300.
Saltos tándem (5): $ 160 c/u.
Saltos asistidos (2 a 4): $ 80 c/u.
Saltos individuales (8): $ 35 c/u.
Club de PAracaidistas argentinos Aeroclub Fortín Lobos. Ruta 205, km. 106.Informes: 574-5261/ 656-6709/ 962-9988.
Tel. en zona de saltos: 0227-21700 Int. 18/0665-11295.
En Internet: www. cepa. com. ar Email: cepa@impsat1.com.ar Cuerda estática: Inscripción: $ 300 Saltos individuales: $ 33 c/u.
Saltos con instructor: $ 90 c/u.
Saltos de bautismo en tándem: de 3000 metros sin video: $ 150, con video: $ 210.
De 4000 metros sin video: $ 160, con video: $ 235.
Curso tándem: Inscripción: $ 400.
Saltos tándem: $ 150 c/u.
Saltos asistidos: $ 90 c/u.
Saltos individuales: $ 33 c/u.
Club Escuela de paracaidismo La plata Aeroclub La Plata, calle Diagonal 74 y camino a Punta Lara. Informes: (021) 81-9135/28-2736/27-1641.
El club se encuentra a sólo 1 kilómetro de la ciudad de La Plata.
Los costos de los cursos son de aproximadamente $ 1300, a pagar en una cuota de inscripción de $ 300 y luego a medida que se desarrolla el curso.
Saltos de bautismo en tándem: $ 150 c/u.
Centro de paracaidismo mar del plata jumps Aero Club Mar del Plata, ruta 88, km 9,5.
Información y reservas: Roberto Fanjul (023) 945703. Osvaldo Campos: (066) 248580.
Cuerda estática: Inscripción: $ 250.
Saltos con cuerda estática: $ 30 c/u.
Saltos individuales: $ 30 c/u.
Saltos con instructor: $ 60 c/u.
Saltos de bautismo en tándem: De 3000 metros sin video: $ 130, con video, $ 180.
Sobre la playa sin video: $ 160, con video, $ 210.
Curso tándem: Inscripción: $ 300 Saltos tándem: $ 130 cada uno.
Saltos individuales: $ 30 cada uno.
Saltos con instructor: $ 60.
Aeroclub pergamino Ruta 8, km 232 (7 km al oeste de la ciudad).
Aero club: (0477) 38086.
El costo del curso de cuerda estática es de $ 350, más $ 28 por cada salto.
El club no realiza cursos tándem ni saltos de bautismo.
Aeroclub Tandil Las Heras 871. Tandil. El teléfono del aeródromo es (0293) 24228.
Cuerda estática: Curso teórico: $ 120 Saltos (30): $ 24 cada uno.
Curso tándem. El curso teórico tiene un costo de $ 120 y los saltos en tándem (6) salen $ 90. Los saltos individuales (12) cuestan $ 24. El salto de bautismo en tándem desde 300 metros sale $ 100 sin video y $ 150 con video.
Otras opciones Existen otros clubes, tanto en la provincia de Buenos Aires como en las provincias del Chaco, Córdoba, Catamarca, La Pampa, San Luis, San Juan, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. Para mayor información, comunicarse con la Federación Argentina de Paracaidismo por el 865-6985 o dirigirse a Anchorena 275. El horario de atención es de lunes a viernes, de 12 a 20.
Examen psicofísico Es requerido para los cursos y se realiza en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (Inmae). Tel. 772-3092/6. Belisario Roldán 4651. El horario de atención es de lunes a viernes, de 7.30 a 9. Es preciso presentarse en ayunas.
Fotografía y video Para tener fotos y videos de los saltos, consultar con los mismos clubes o con Cabana Producciones Aéreas. Tel. 636-0513. Goya 77. El precio del video editado y musicalizado más un rollo de 36 fotos de bautismo cuesta $ 75.






