Gasalla deja el humor
Visiblemente molesto, el actor atendió a 28 periodistas para hablar de su pase, desde hoy, a Canal 9
"¡Que pase el que sigue!", grita Antonio Gasalla, como su personaje de la empleada pública, sentado en la última mesa de un restaurante. Pero esta vez no está disfrazado ni le pone el toque de gracia que lo caracteriza. Evidentemente, para el actor, las entrevistas son un trámite que hay que resolver con la mayor velocidad posible. O, en sus palabras, "una especie de declaración policial a los medios", interesados en saber por qué, en una semana, pasó de Canal 13 a Canal 9 para conducir casi el mismo programa, aunque ya sin juegos ni premios del millón.
Está claro: para él, el cambio no es demasiado significativo. El ex "Gasalla en la tele" (como eligió llamarse Canal 13 desde enero) será, a partir de hoy, a las 22, "Gasalla en Libertad", como le dicen al 9. Así de simple y de breve.
En todo caso, él prefiere quitarle tanta ceremonia a ese pase y definirlo más bien como un simple cambio de cassette. "En lugar de poner el cassette de mi programa en el 13, ahora lo ponen en el 9", dice, sin ningún ánimo de broma. Y es evidente. "La gente no necesita leer estos reportajes para saber quién soy", recalca durante la entrevista con La Nación , para que no queden dudas de la poca gracia que le causa hablar ante un grabador. Y eso que todavía lo esperaba un rally de 28 notas con los medios que acudieron a la cita de presentación de su nuevo ciclo.
"Hace rato que yo quería bajar el programa a una hora, y a Canal 13 no le convenía. De pronto, aparece esta posibilidad del 9 y se dio. Estas cosas no se pueden hacer a la fuerza: ni yo me podía ir, ni el 13 me podía echar, ni el 9 me podía contratar si no nos poníamos los tres de acuerdo. Coincidió que el 13 me permitía irme, yo me cambiaba y el 9 me contrataba. Como se trata de producciones independientes, lo que cambia de canal es un cassette", explica, en un tono bastante más serio que el de cualquiera de sus personajes.
_¿Sólo eso?
_Y, sí. En otra época hubiera sido imposible. Ahora, yo llegué a Canal 13 con mi director, mi producción, mi ropa y mi escenografía. A mí no me cuesta nada cambiar de una semana para la otra. También influye el hecho de que haya muchas producciones independientes que van y vienen de los canales.
_En este nuevo programa quitó los juegos. ¿Estaba cansado del teléfono y el juego del millón?
_No, eso es una leyenda. Yo no hago nada con lo que no esté de acuerdo. Lo que tiene el tema de los juegos es que te lleva a un ritmo distinto. De golpe, el programa tiene que bajar al aquí y ahora del teléfono. Para mí, el tema de los premios fue interesante en la medida en que esa plata siempre cayó en gente que lo necesitaba. Pero como los argentinos estamos acostumbrados a menospreciar todo, decimos que los que dan premios son todos unos no sé cuánto...
_Pero convengamos en que cuando el teléfono fallaba se lo notaba molesto...
_No... Me molestaba cuando el teléfono no andaba o cuando no escuchaba. Esas cosas que después te hacen salir en "Perdona nuestros pecados" y no son culpa tuya. Lo que pasa es que a mí se me transparentan más esas cosas que a otra gente. Pero es un prejuicio decir que a mí no me gustan los concursos. A Susana Giménez la gente le manda millones de cartas y concursa, y la llaman por teléfono, y se lleva el rating más alto de la televisión.
_El pase de un canal a otro fue repentino. Ni siquiera se tomó una semana de descanso...
(Interrumpe.) _A partir de cierta edad, si todavía estás vivo en este planeta es porque sabés administrar la energía. Yo no vivo mi trabajo como un trabajo. Es algo que me da mucho placer. Lo que pasa es que en la Argentina, si no trabajás, no tenés éxito, y si trabajás mucho te dicen pará, pará, pará... Yo hace rato que ya no escucho todas esas cosas. Me escucho a mí mismo. Cuando mi cuerpo me pida descanso, pararé. A mí me faltan muy pocos años para que me llegue el momento de parar, de jubilarme. Va a llegar el momento en que trabaje menos porque ya me olvidaré de todo, chocaré con el auto, me caeré por la escalera, me moriré, lo que le pasa a todo el mundo...
_En este momento también está preparando la película "El condenado", ¿en qué etapa está ese proyecto?
_No sé, porque el cine es una cosa que depende de un montón de cosas. En este momento depende de medio millón de dólares que hay que juntar... Estamos en conversaciones con todos los canales.
_Usted sólo participó en cuatro películas, ¿tenía ganas de volver a hacer cine?
_A mí me entusiasma mucho el cine. Será porque hice pocas películas y porque el cine es un lugar donde uno puede hacer un montón de cosas que tienen otra grandeza. El cine no tiene las limitaciones de la TV. Al cine no le escribe la Liga de Madres de Familia o cualquier liga para que no diga tal o cual cosa. Si pudiera hacer una película por año, no haría otra cosa. El cine es apasionante y queda guardado para siempre. Con el cine vas con la lata bajo el brazo y no vas de canal en canal, sino de país en país.
_¿La TV no le da esa perdurabilidad?
_La TV no te da eso, para nada. Yo tengo guardados los masters de mis programas, pero ningún canal los tiene. Y eso que yo no soy una reliquia... En la TV eso no importa.
De prejuicios y decadencias
Siempre hay palabras que sirven de disparadores. En el caso de Gasalla, inesperadamente, parece que fue la frase "no se tomó ningún descanso" la que sirvió de detonador para su reacción. Notablemente más disgustado frente al grabador, el actor abandonó su veta cómica para sumergirse en temas como la decadencia, la muerte y los errores del periodismo, "que raramente informa sobre el verdadero crecimiento de sus artistas".
_En el programa que se va a ver hoy, el personaje de la gorda va a visitar a Mauro Viale. ¿Cómo fue eso?
_Sí, entré en la casa de Mauro Viale. El, un santo de prestarse para eso. Creo que Viale hace cosas interesantes. Creo que su programa es el único lugar de la televisión donde hubo un debate entre un torturador y un hijo de desaparecidos. Después, la veta que toma eso... bueno. Pero el periodismo es así. Ahí, en ese espacio, se han generado ciertas discusiones que hasta ahora no había otro lugar donde discutirlas. Después, si él lleva la cosa para su terreno, bueno, problema de él. Pero yo soy de la teoría de que todo tiene que convivir. Y no sólo en el periodismo, en todo. Nos tenemos que acostumbrar a no criticar. ¿Te imaginas si esto se convirtiera en Nueva York, por arte de magia? Todos estaríamos horrorizados, señalándonos los unos a los otros. Y como acá nunca hay destape, ni siquiera cuando hay destape, nos horrorizamos de todo. Pero creo que, incluso en la televisión, todo tendría que convivir: los concursos, el teatro, los conciertos, los talk shows... El público es sabio. La gente mira televisión para reírse de nosotros, para burlarse de la gordura de uno...
_¿Alguna vez sintió que era blanco de esas burlas de la gente?
-Claro. Yo soy el primero en burlarme de mí mismo. No puedo tomarme en serio a mí mismo. Y mucho menos esta especie de declaraciones policiales que hay que hacer para cada reportaje. Los medios no tienen en cuenta el proceso que estoy pasando. La prensa raramente informa sobre el crecimiento personal de los artistas. Y yo soy un artista, los artistas no se cansan. Un día la cabeza me hará clic, tendré un coágulo, me moriré... Es verdad. Yo enterré a mi vieja y alguien me enterrará a mí. Es la naturaleza.
_¿Por cuál proceso está pasando?
_Ahora estoy en el mejor momento de mi vida. Estoy tranquilo, no tengo las urgencias del adolescentes. Soy dueño de mi propia historia, me contrato con quien se me da la gana, tengo una hora de TV para decir lo que se me ocurre. La gente sabe claramente quién soy y no necesita leer estos reportajes para conocerme. Mi programa tenía un rating de 10 puntos, que es un millón y pico de personas. A la TV, ese rating no le interesa. Pero a mí, como artista y persona, un millón de personas de mi pueblo, me interesa. Tengo 57 años, estoy bien de salud. Y como sé que va a venir la decadencia, me estoy preparando para ese momento.
_Habla mucho de la muerte. ¿A qué decadencia se refiere? ¿Profesional, física, del mundo en general?
_¡Que yo me voy a morir como todos! Y ya imagino el título de esta nota: "La muerte me preocupa".
Controvertido
- Entrevistas: "No puedo tomarme en serio a mí mismo. Y mucho menos, esta especie de declaraciones policiales que hay que hacer en cada reportaje. La gente sabe claramente quién soy y no necesita leer estas entrevistas para conocerme".
- Final: "A mí me faltan muy pocos años para que me llegue el momento de parar, de jubilarme. Ya va a llegar el momento en que trabaje menos, porque me olvidaré de todo, chocaré con el auto, me caeré por la escalera, me moriré, lo que le pasa a todo el mundo..."
- Viale: "Creo que su programa es el único lugar de la televisión donde hubo un debate entre un torturador y un hijo de desaparecidos".
Cambios
El nuevo programa de Gasalla, que estrena hoy en Canal 9, tendrá por lo menos dos cambios significativos: durará sólo una hora y ya no tendrá más juegos.Y, por supuesto, varias sorpresas: el personaje de la sordomuda traducirá nada menos que a Alejandro Romay. Además, la gorda irá a visitar el exclusivo piso de Mauro Viale. También estarán Ante Garmaz, Graciela Fernández Meijide y Florencia de la Vega .