Hay muchas incógnitas en danza

La actuación, el 18 y 19 de abril, del Ballet de Hamburgo, que dirige John Neumeier, elenco que iniciará la programación del Mozarteum Argentino, es una de las pocas cosas que pueden afirmarse con seguridad respecto de la programación de danza del año próximo.

El futuro del Ballet del Colón es una incógnita. Acéfalo y sin que se sepa cómo se compondrá su próxima temporada, el mañana es tenebroso. Por tal motivo, La Nación consultó a Luis Ovsejevich, director general del Teatro Colón, sobre estos candentes temas.

El funcionario es claro en sus opiniones: "Para asumir la dirección del Ballet Estable, mi intención es traer una personalidad extranjera, de nivel internacional, reconocida experiencia y efectividad en este tipo de labor. Ivan Nagy está en mi cabeza como número uno para cumplir con ese trabajo".

Nagy, ex estrella del American Ballet Theatre, fue posteriormente director de English NationalBallet, de Londres, y en dos oportunidades, del Ballet del Teatro Municipal de Santiago, Chile, donde se desempeña actualmente. Su trayectoria es mundialmente conocida, así como su exigencia y la virtud de elevar en su máximo potencial a los elencos que ha conducido.

"Pretendo tener una temporada de primera línea, que anunciaré en diciembre." Respecto de ésta, en principio intentará mantener lo que había programado Ricardo Bustamante (director saliente).

"En marzo comenzaremos con "La bella durmiente", de Peter Wright, título que cierra el ciclo 1999. Esto ocurre porque se habían planificado siete funciones para esta ocasión, pero sólo se podrán hacer cuatro, tres de ellas, incluyendo la del debut, conPaloma Herrera. Es una producción alquilada, proveniente de Inglaterra y el barco, con la carga de escenografía y vestuario, no llega a tiempo para estrenar antes del 25. Por esta causa, completaremos las que no se verán ahora con las del año próximo, en las que actuarán repartos nacionales."

Repertorio en juego

Ovsejevich continúa con lo que respecta al Ballet Estable:"En el 2000 va seguro "La Bayadera", versión de Makarova. Las otras están en consulta:"Manón", de MacMillan; "Sueño de una noche de verano", de Balanchine;un programa mixto conformado por obras de extranjeros que me gustaría cambiar por otro, de coreógrafos nacionales, comoMauricio Wainrot, Ana MaríaStekelman y Oscar Aráiz, y un título final por confirmar. Se habían propuesto "Otelo" o "Drácula", de Stevenson, pero están en veremos." Igualmente, dice, "estoy consultando todo con Nagy. Para confirmarlo en la dirección artística del Ballet Estable tengo que proponer su nombramiento a las autoridades. Si aceptan, comenzaría a partir del 1 de enero".

Otras de sus ideas es hacer una gala anual con los mejores bailarines del mundo y concretar el intercambio con compañías del exterior. "En el 2001 quisiera empezar con la venida del Ballet de la Opera de París y llevar a nuestra compañía a Francia, y así sucesivamente. Esto se integraría al abono. Pretendo que cada vez haya más abonados; cuando asumí la dirección había alrededor de 1200. En este momento, con la creación de los nuevos abonos, estamos en los 2000. Mi aspiración es llegar a los 4000." Calidad es la clave para conseguirlo. "Pretendo una compañía de primer nivel y destacar ocho o diez figuras, como Karina Olmedo, Silvina Perillo, Maricel De Mitri, Gabriela Alberti, Alejandro Parente, Hernán Piquín, LeonardoReale y otras para transformarlas en étoiles. Así, la gente vendrá no sólo para ver a los consagrados internacionales, sino también a personalidades de nuestro Ballet Estable, que son muy buenas y que vamos a impulsar en todo lo posible. Me interesa profundamente promocionar al ballet y a la gente nueva, joven y talentosa."