Hiromi, una outsider del jazz
Hiromi - the trio project / Músicos: Hiromi (piano y sintetizador), Simon Phillips (batería), Anthony Jackson (bajo) / Sala: Teatro Coliseo.
Nuestra Opinión: Muy Bueno
Hiromi es una especie de outsider de la música popular occidental. Nacida en Japón y formada desde su niñez como pianista de música académica, su primer acercamiento al jazz fue de la mano del fusionista incansable Chic Corea. Enérgica e histriónica tanto técnica como escénicamente, lidera esta formación que ya cuenta con tres discos (el último de ellos en vivo editado este año) y plantea la fusión del concepto de trío de jazz y de power-trío de rock. Antes de que se escuche la primera nota, las dimensiones colosales de la batería de Simon Phillips preanunciaban, por si algún desprevenido se había acercado al Coliseo en busca de jazz clásico, una propuesta cargada de virtuosismo y volumen.
Una vez arriba del escenario, el trío no tardaría más de unos segundos en afirmar esta premisa a partir de la apabullante ferocidad de "Warrior", una pieza estructurada a partir de las ideas de Hiromi, que tienen menos que ver con un diseño melódico que con una impresión de intensidades, que son sometidas a los arrebatos de Pillips (cuyo curriculum, que va desde Judas Priest hasta Tears For Fears, se hace evidente en cada uno de sus aportes). Apenas separada por los aplausos del público, "Player" tuvo a la pianista demostrando la frescura de sus movimientos a la hora de atacar el piano en una constante que se repetiría durante toda la noche. Con pasajes menos intrincados y hasta con algún stride enunciado desde el piano, aunque no desarrollado, la fórmula volvió a repetirse consolidando a Anthony Jackson como una extensión de la mano izquierda de Hiromi, el eje a partir del cual piano y batería pivotean libremente.
"Seeker", con su ostinato sencillo y raptos de swing, junto a "Dreamer", un poco más introspectiva, marcaron un necesario paso a velocidad media para dar lugar a "Endeavor" con el sintetizador de Hiromi recordando tímbricamente al jazz-funk de Herbie Hancock, pero con un groove imposible de bailar de tan enroscado y extendido. Luego del momento de piano solo, en el que Hiromi se probó capaz de citar sus influencias clásicas, "Alive" y "Move" retomaron la senda uptempo cargada de sonoridades brillantes del comienzo para que el público que colmó el teatro ovacione de pie al trío luego de casi dos horas de concierto.
Prácticamente sin elementos negros en sus composiciones, la música del Hiromi Trio Project no se casa con ninguna lectura jazzística tradicional (Brad Mehldau Trio) ni con el planteo de una vanguardia desde adentro (Esbjörn Svensson Trio) sino que se instala como una tercera posición, desde la perspectiva de su líder, en el terreno de la música de fusión evitando caer en la mayor paradoja de la que han sido víctima gran cantidad de exponentes del género: que la música progresiva, presa de su propia autocomplacencia y autoindulgencia, se vuelva reaccionaria.