
Horacio Bustos, con fantasía y calidad
Exposiciones: las muestras de Bustos y Juan Carlos Marchesi revelan a dos pintores representativos y significativos de su tiempo.
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La minirretrospectiva de Horacio Bustos en la Galería Forma (Aráoz 2540) colma las expectativas del contemplador exigente.
Es clara la línea divisoria que separa los acrílicos de los años ochenta de las pinturas al óleo de los noventa (hablo a grosso modo). Los acrílicos trabajados con aerógrafo son de impecable factura y nos muestran al Bustos pleno de fantasía, de ingenio y de humor.
Es imposible no sucumbir a su encanto, aún cuando la factura pictórica insinuada habrá de eclosionar más tarde en los óleos.
Decía McLuhan, el medio es el mensaje y, como las brujas, puede que no creamos en ellas pero que las hay las hay. Por ello resultaba necesario que Bustos revelase aquello que sabíamos, pero que en cierto modo deseábamos corroborarlo.
Trípticos como "Agresión urbana", "La espera", "La pausa" o "Fumando espero", hablaban del excelente dibujante, del colorista de refinado gusto. Pese a ello es en sus "Naturalezas muertas" que con justicia bautiza de Vivas o Expectantes, donde aparece el Bustos más matérico, más denso, más dueño de eso que llamamos la plasticidad, que no por mera casualidad lo acompaña en estos trabajos al óleo sobre tela.
Todo ello sin perder su fantasía, como lo demuestra en "El sueño" o en las pinturas de los angelitos como "Cazadores de frutos", "Angeles y demonios" (que recuerda el título de mi libro "Angeles y monstruos") o el resto de las apariciones angélicas.
No sería justo establecer diferencias axiológicas. Lo que tiene una modalidad no lo tiene la otra, y a la inversa. Bustos es un artista maduro y lo que cabe es unirnos al festejo de este talento de nuestra Escuela de Buenos Aires. El catálogo de eximia calidad.
Juan Carlos Marchesi
En la sociedad argentina de artistas plásticos (Viamonte 458) se lleva a cabo una muestra de pinturas y dibujos del artista instalado desde hace años en Río Negro, Juan Carlos Marchesi. Los trabajos pictóricos son más bien de pequeño formato y nos dicen de la veteranía de oficio y la fina sensibilidad de quien fue importante escenógrafo junto al recordado Diego Luis Pedreira.
Pero lo que aquí quiero destacar es la calidad en verdad notable de sus dibujos, realizados al pincel, con trazo firme y una temática de fuerte contenido simbolista. Yo creo que es aquí donde Marchesi cosecha sus mejores lauros y que, trasladadas a la tela, estas visiones dignas del expresionismo alemán lo colocarán entre los pintores significativos de su tiempo.




