Los Oscar tienen una fija: Tres anuncios por un crimen es la película a vencer

La historia empezó hace 20 años, cuando un dramaturgo inglés se subió en Nueva York a un ómnibus de la empresa Greyhound para emprender un largo viaje con destino final a Texas. En un momento, cuando el viaje lo llevaba por rutas sureñas, le llamó la atención ver al costado del camino dos carteles con durísimos mensajes contra la policía en relación a un hecho criminal.

Aquel pasajero, llamado Martin McDonagh, transformó dos décadas más tarde aquel recuerdo en la película con mejores posibilidades de ganar el Oscar si la ceremonia se celebrara en estas horas y no, como está previsto, el domingo 3 de marzo. Lo dice buena parte de los especialistas en anticiparse cada año a lo que ocurre en la temporada de premios de Hollywood .

Este grupo de expertos, no obstante, agrega un dato clave: Tres anuncios por un crimen (Three Billboards outside Ebbing, Missouri), la película en cuestión que Fox estrenará en la Argentina pasado mañana, es un líder que puede perder esa condición en cualquier momento. Los que saben nos advierten que 2018 es uno de los años de pronóstico más incierto en las principales categorías del Oscar. Cualquiera puede ganar.

Pero por ahora, Tres anuncios por un crimen está un escalón por arriba del resto. A esta realidad contribuyeron el triunfo de la película en la tan comentada fiesta de entrega de los Globo de Oro (ganó como mejor película dramática, mejor guión, mejor actriz y mejor actor de reparto), la nominación al Bafta (el equivalente británico del Oscar) un par de días después y una sucesión de reconocimientos de parte de quienes, en definitiva, son los que entregarán con su voto el veredicto final en la fiesta de la Academia de Hollywood: los directores y los actores nominaron en los premios que entregan sus gremios a McDonagh y a sus principales intérpretes.

Si el Oscar se entregara hoy, Frances McDormand , la gran protagonista del relato, también ganaría. Hasta hace un par de semanas estaba en las especulaciones previas de los especialistas a la par de Saoirse Ronan (Lady Bird), pero en las últimas horas sacó una importante ventaja que, por ahora, parece inalcanzable. De triunfar en la noche del Oscar, McDormand repetiría con 60 años lo que vivió hace 22, en 1996, cuando recibió la estatuilla a la mejor actriz protagónica por otra actuación memorable, conectada con una narración de ribetes policiales: la de Fargo (1996), dirigida, producida y editada por los hermanos Joel y Ethan Coen. El primero está casado con McDormand desde 1984.

“Frances fue la única actriz que tuve en mi cabeza desde el comienzo del proyecto. Sabía que ella jamás hubiese querido tratar con sentimentalismo o alguna condescendencia a su personaje, una mujer de clase obrera. Y también necesitaba alguien que supiera manejar cierta ironía en el humor. Frances es una mujer de acero, con enorme determinación, y aquí no hago distinciones entre la actriz y la persona”, explicó McDonagh a Los Angeles Times.

McDormand personifica en el film a Mildred Hayes, una mujer resuelta a utilizar todos los medios a su alcance para que se esclarezca la muerte de su hija Angela, violada y asesinada mientras dormía en el pueblo al que se hace alusión en el título de la película, la típica escenografía lugareña en la que se conocen todos y todo estalla cuando ocurren hechos de ese tipo.

El título de la película, le contó McDonagh a Los Angeles Times, surgió de esa imagen de los carteles al costado del camino, que logró perdurar en la memoria del dramaturgo y director por muchísimos años. “¿Qué clase de dolor puede llevar a alguien a hacer algo así? Lo primero que decidí es que una madre era la que había puesto los carteles y enseguida apareció el personaje de Mildred. Después, la historia se escribió sola”, contó McDonagh, que viajó con éxito del teatro al cine y concibió dos aplaudidas películas: Escondidos en Brujas (2008) y Sie7e psicópatas (2012), dos películas marcadas por la intriga, una violencia largamente contenida que estalla de golpe en los momentos más inesperados, la ironía, el humor socarrón, los diálogos filosos, el desprecio hacia el prójimo y el crudo retrato de una sociedad marcada por el individualismo en la que también asoman algunos rasgos de humanismo y compasión. McDonagh abreva en el cine de Scorsese y Tarantino, pero se las ingenió para construir un lenguaje con identidad propia.

El poder de la ira y la angustia

No son solamente McDonagh y McDormand los nombres llamados a ocupar lugares potencialmente preferenciales en la inminente revelación de las candidaturas al Oscar, que se conocerán dentro de siete días, el martes 23. También suenan con fuerza –y mucho más después de la ceremonia de los Globo de Oro– los dos principales integrantes masculinos del elenco, hoy llamados a integrar cualquier lista potencial de nominados a alguno de los grandes premios de la temporada dentro de la categoría de actores de reparto. Son Sam Rockwell (el favorito actual en ese rubro) y Woody Harrelson, cuyas interpretaciones son una nueva demostración del talento notable de McDonagh para sacar lo mejor de sus actores. Para el director, Rockwell es el mejor de su generación. Aquí encarna a un policía cargado de defectos, con un racismo rampante a la cabeza. Y Harrelson encarna a su jefe, que es la contrapartida en términos de carácter y temperamento.

En el impredecible camino de este año hacia el Oscar, hay observadores de la temporada de premios que miran las posibilidades de Tres anuncios por un crimen con el espejo de lo ocurrido un año atrás con La La Land. Se apoyan en la gran recepción que tuvo su estreno mundial en Venecia, sumada al premio del público en el influyente festival de Toronto como la primera y potencial favorita de públicos muy diferentes, además de ser celebrada por los críticos de aquí y allá. Otros, en cambio, la vieron mucho más cerca de Manchester junto al mar, otra historia de dolores y pérdidas familiares, con personajes definidos desde la ira y la angustia.

Y hay unos cuantos más que prefieren esperar a la entrega de otros premios (los que otorgan los sindicatos o gremios de actores, productores, guionistas y directores) junto al anuncio de las nominaciones del Oscar para determinar cuáles son las verdaderas posibilidades de Tres anuncios por un crimen en la búsqueda del galardón mayor. Al fin y al cabo, dicen, el Globo de Oro es un premio de la crítica (la menos rigurosa, por cierto) y los restantes son concedidos por la propia industria. Con un dato adicional: en los últimos diez años, sólo cuatro de los ganadores del Globo de Oro alcanzaron el Oscar a la mejor película.

Habrá que aguardar un tiempo más para cotejar las definitivas chances de la película que estamos por conocer frente a rivales que, en todos los pálpitos de estas horas, también lucen aspiraciones bien fundadas: La forma del agua, de Guillermo del Toro; The Post, los secretos ocultos del Pentágono, de Steven Spielberg; ¡Huye!, de Jordan Peele; Dunkerque, de Christopher Nolan; Lady Bird, de Greta Gerwig, e incluso Llámame por tu nombre, de Luca Guadagnino. Pocas veces en la historia reciente del Oscar los pronósticos estuvieron tan repartidos, por más que en estos días aparezca como favorita una película surgida hace veinte años durante un viaje de grandes descubrimientos para su director.

Una por una, las principales candidatas

Tres anuncios por un crimen

Un amor inseparable

Estreno: 25 de enero

Nominaciones: dos para los SAG (elenco y actriz de reparto) y dos para los Independent Spirit (guión y actriz de reparto)

The Post, los oscuros secretos del Pentágono

Todo el dinero del mundo

Las horas más oscuras

Estreno: 15 de febrero

Premios: un Globo de Oro (mejor actor, para Gary Oldman); 9 nominaciones al Bafta

La forma del agua

Estreno: 22 de febrero

Premios: dos Globo de Oro (mejor director y música); doce nominaciones a los Bafta; dos en los SAG

Llámame por tu nombre

El proyecto Florida

Lady Bird

El hilo fantasma

Estreno: 15 de marzo

Nominaciones: dos para los Globo de Oro; cuatro para los Bafta