Los sospechosos del Oscar
LOS ANGELES(EFE).- Los posibles culpables del robo de 55 premios Oscar son dos trabajadores de la empresa de transporte de la que fueron sustraídas las estatuillas a principios de mes.
Así lo confirmó la policía de Los Angeles, después de haber sido localizadas -como informó ayer La Nación - 53 de las 55 estatuillas en el tacho de basura de un supermercado ubicado en el barrio coreano de la ciudad.
Los sospechosos del robo, que se encuentran bajo custodia policial, son Lawrence Ledent y Anthony Hart, ambos trabajadores de la compañía Roadway Express, empresa que se ocupa de transportar las estatuillas desaparecidas en el traslado desde la fábrica encargada de su manufactura, R. S. Owen, en Chicago, hasta la sede de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, en Beverly Hills.
La policía confirmó que la investigación sigue abierta al hallazgo de presuntos cómplices de los ladrones, mientras se mantiene la búsqueda de las dos estatuillas que aún no han sido localizadas y que deben entregarse el próximo domingo en la 72a. entrega de los tradicionales premios a las mejores producciones cinematográficas.
Hasta el momento, el jefe de la policía de Los Angeles, Bernard Parks, no quiso abundar en detalles acerca de si Willie Fulgear, el hombre que halló las estatuillas entre la basura, es considerado sospechoso en este caso que parece salido de algún guión de Hollywood.
Mercado negro
Según la policía, la intención de los supuestos ladrones, que se encuentran detenidos bajo una fianza fijada en 100.000 dólares, era colocar su pequeño botín dorado en el mercado negro de los coleccionistas. Como se sabe, numerosos Oscar fueron robados a sus ganadores a partir de la fuerte demanda que las estatuillas.
A juzgar por los precios pagados en distintas subastas por antiguas estatuillas, el valor de un Oscar podría superar el medio millón de dólares. El costo de fabricar cada estatuilla no supera los 350 dólares.
Según la información policial, los planes de los ladrones quedaron frustrados gracias a la publicidad dada al caso en distintos medios de comunicación, circunstancia que dificultó la potencial venta de las estatuillas. También influyó en la resolución del caso la investigación realizada por un equipo del FBI especializado en robos de obras de arte.
"Una vez que nos identifiquemos como los verdaderos representantes de la Academia, como los verdaderos dueños del Oscar, esperemos poder llevarnos las estatuillas a casa", bromeó Robert Rehme, titular de la Academia, que nunca perdió el buen humor pese a las contingencias.
Sin embargo, los Oscar ya no son requeridos para la ceremonia del próximo domingo, ya que la Academia dispone de 20 estatuillas que sobraron de la velada realizada el año último, otras 30 que encargó por cualquier eventualidad -y que recibirá en las próximas horas-, además de los 53 recuperados anteayer.
"Tenemos Oscar para repartir durante los próximos tres años", completó Rehme.