Luciano Cáceres dirige en el Cervantes

Aunque con múltiples ocupaciones, Luciano Cáceres tiene su palpitar puesto en La persuasión , obra de la dramaturga y guionista televisiva Erika Halvorsen, que se estrena hoy, en el Teatro Nacional Cervantes, con Susana Cart, Cristina Fridman e Ignacio Rodríguez de Anca. Es una pieza en tono de comedia negra, que propone una honda reflexión sobre los mecanismos del marketing político y la manipulación de los medios de comunicación. Un ama de casa denuncia el secuestro de su esposo a manos de una presunta célula terrorista internacional, y esto genera un fenómeno mediático que la pondrá a ella como gran protagonista.

El proyecto fue propuesto a Cáceres por las mismas intérpretes el año pasado. El estaba filmando una película y pidió tiempo para pensarlo, pero la posibilidad de concretarlo en uno de los escenarios del Cervantes apareció antes de lo pensado y no tuvo más opciones, en apariencia, que sumar una nueva tarea a su actividad.

Cáceres lo cuenta con mucha tranquilidad, como si en verdad lo hubiera estado esperando. Pero más allá de su interés por el tema, se sumaba la posibilidad de trabajar con dos actrices de una generación diferente de la que pertenece y esto siempre le despierta un interés extra a la hora de dirigir.

"Aunque no sea un trabajo pensado por mí, si me interesa, siempre lo termino eligiendo -explica-. Cuando encuentro algo que puedo hacer, ahí me sumo. La obra es un objeto, un punto de partida. Por más que sigamos diciendo los mismos textos que están escritos, siempre va apareciendo otra obra. El material original es una partitura, un recorrido".

En La persuasión , según cuenta Cáceres, hay dos protagonistas, pero el protagonismo real es confuso porque va variando de una mujer a otra. "Nunca se sabe cuál es la verdad, porque ésta es manipulada y, entonces, se termina comunicando otra cosa. Me resulta muy interesante esto de publicar una información, de hacerla noticia. Hasta se puede dar el caso de que no conocés la fuente, pero, como se publica, ya es una verdad. Si a esto le sumamos que a veces depende de qué grupo periodístico la difunde o qué interés puede provocar en determinados sectores, ya eso le aporta otra dimensión."

El tema resulta común en las últimas producciones de Cáceres. La manipulación de información se daba en Creo en Elvis y también en Ciudad como botín, del alemán Rene Polech. "En este texto era más duro aún porque se hablaba de cómo las ciudades son administradas como empresas y cómo se toma a los ciudadanos como consumidores", concluye.

PARA AGENDAR

La persuasión , de Erika Halvorsen.

Teatro Nacional Cervantes , Libertad 815. Viernes y sábados, a las 19, y domingos, a las 18.