
Mauro Rasi, como autor, es un pintor de la familia
Su obra "Perla" se estrenará en la temporada marplatense
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Inquieto, con los ojos llenos de vida, Mauro Rasi llegó a Buenos Aires para conocer la ciudad y para arreglar la producción de " Perla" _pieza de su autoría que desde hace tres años se está representado en Brasil con mucho éxito_, que se estrenará el 3 de enero en el teatro Tronador, de Mar del Plata, con Soledad Silveyra y Claudio García Satur.
Paulista de nacimiento, de 40 años, se reconoce un ciudadano del teatro y un gran admirador de Libertad Lamarque.
Desde los títulos de sus obras: "La estrella del hogar". "Perla", "La dama de la Rosada", "Las tías de Mauro", se percibe que el autor tiene preferencia por las protagonistas femeninas y su entorno familiar.
"Soy conocido por escribir para mujeres. Pienso que es por mi herencia italiana que demostró que en mi familia predominaba el matriarcado. Esa influencia fue determinante, luego está mi madre que, quedó registrado, marcó una ascendencia muy grande en mi dramaturgia. Escribí una trilogía familiar que, con "Perla", terminó siendo una tetralogía. La figura central es la madre y, no es un secreto, uso elementos autobiográficos hechos ficción. Mi madre inspiró decididamente a ese personaje que se distingue a través de las cuatro obras."
_¿Qué aspecto toma de su madre?
_El familiar. Me distingo por ser el dramaturgo de las familias. Me interesan las relaciones en el seno del hogar, donde la madre es la figura principal, sobre todo en una familia italiana. Mi madre era muy rica en imaginación y fantasía y en el sentido crítico, con ritmo para la comedia.
_¿Ella es Perla?
_Sí, pero también es una mezcla de Libertad Lamarque y Ana Magnani. Considero a Libertad Lamarque como a otra madre, porque yo fui criado e influido por el cine: el italiano y el argentino-mexicano de Libertad Lamarque. Era una especie de álter ego de mi madre.
_¿Libertad lo sabe?
_No, pero me gustaría decírselo, porque yo vi todas sus películas. La admiraba tanto como Ana Magnani, porque se mostraban como mujeres fuertes con vivencias y relaciones intensas.
_¿Tu madre vive?
_No.
_¿Las obras tienen un enfoque humorístico?
_Sí. Tiene humor italiano simple. Es una visión del mundo muy positiva en el sentido pragmático.
_¿Qué género preferís ?
_Tengo dos grandes amores o inspiraciones o pasiones: la familia y la política.Tengo un gran suceso en Río de Janeiro con "La dama de la Rosada", que tiene como protagonista a la amante de un presidente, situación muy común en América latina.
_¿Pero, qué te gusta de la política?
_No me gusta la política partidaria, sino la literatura, el folklore, el existencialismo político y llevarlos a la comedia. Como dramaturgo siento que tengo la misión de entretener al público. Estoy convencido de que arte es entretenimiento. El compromiso mayor es lograr que todo esté involucrado en el teatro. Hoy, más que nunca, porque todo ha cambiado. La televisión lo ha cambiado: el sentido del tiempo, de apreciación estética. Si hay que sacar a una persona para llevarla al teatro, es necesario ofrecerle una emoción garantizada, si no... yo no saldría. Soy un entretenedor que quiere hacer un teatro popular y de calidad, extremadamente sofisticado. Quiero hacer en teatro lo que el director de cine Billie Wilder hizo en el cine: "Una Eva y dos Adanes", "Piso de soltero", como un ejemplo de calidad, de entretenimiento y de placer que tenemos la obligación de ofrecer antes de cualquier mensaje.
Una imagen de la madre
"Me sentí en la obligación de hacer un retrato fiel de mi madre, sin caricaturizarla. Los conflictos de Perla tienen otro enfoque. Es la obra del perdón. Escribí esa obra el día del entierro de mi madre. Hacía frío, fui al jardín donde estaba la piscina que ella había hecho especialmente.
"Hubo algo mágico entre el agua de la piscina, las estrellas, las luces y yo sentí un llamado, una inspiración que me decidió, en ese momento, a escribir sobre esa mujer que había construido una pileta de natación porque admiraba a Esther Williams.
"Esa pileta representa el sueño de ascensión social, de placer, de los viejos inmigrantes. Por eso, desde mi enfoque estético, "Perla" es un gran musical, melodramático, al estilo de Metro Goldwyn Mayer, con colores del Cinemascope. Es una historia de amor real entre el padre y la madre. El secreto de interpretar Perla es convencer de que se trata de una ama de casa con el glamour hollywoodense."




