Andrés Calamaro: una playlist para celebrar 40 años de canciones
Con la edición de su nuevo álbum, Cargar la suerte, el próximo 2 de noviembre, Andrés Calamaro celebrará 40 años grabando canciones. Desde aquel adolescente que entró por primera vez a un estudio junto a la agrupación afro-candombe-beat Raíces, hasta este maduro cantor de corazón abierto que bien se lame solo las heridas. Con su prolífico repertorio se podrían crear más de un millar de playlist. Aquí tan solo una para festejar su obra. Salud.
"Esto es candombe" – Raíces (1978)
Con tan solo 16 años, Calamaro se sumó a la banda de Beto Satragni que con este tema abre su debut discográfico, B.O.V. Dombe. Treinta años después, la agrupación se reunió para grabar un álbum con algunas canciones nuevas y que también incluyó una versión de esta canción. "Esto es candombe… sangre de negros…"
"Mil horas" – Los Abuelos de la Nada (1983)
"«Mil Horas» no le gustaba a nadie", contó alguna vez Calamaro sobre una de sus primeras canciones (y primer gran hit) para la banda conducida por Miguel Abuelo. "Para algunos de los chicos en Los Abuelos era "no-adecuado" hacer una canción así; Charly (Garcia) decía que parecía «música rusa». A veces pienso que preferiría no haberla grabado porque musicalmente estoy en otra cosa (a veces no lo pienso) y me incomoda que se me asocie siempre con éxitos populares. Haría todo de nuevo pero «Mil Horas» tuvo suerte y nosotros también".
"Fabio Zerpa tiene razón" (1984)
Su primer álbum como solista, Hotel Calamaro, comienza con esta balada marciana para la que el reconocido ufólogo Fabio Zerpa grabó un monólogo final. "Sí, quizá los marcianos sean como los humanos, donde hay buenos y hay malos. Pero yo estoy seguro que los extraterrestres deben venir en son de paz. Por eso le pedimos que traigan amor, mucho amor a esta civilización".
"Años", con Luca Prodan (1986)
Histórica reunión un año antes de la muerte del cantante de Sumo. Una versión tecno-lo fi de la canción de Pablo Milanés que marcó un hito del rock del país.
"Por mirarte" (1988)
El tema que da nombre a su tercer disco. "El sonido de la época se estaba quebrando y de repente estábamos buscando sonidos más naturalmente crudos y razonables". Otra gran canción de amor de un compositor de melodías irresistibles.
"Dos Romeos" (1989)
Último tema del disco maldito de Calamaro, el álbum que el mismo músico considera su primera aproximación "seria" a la composición de canciones y el último antes de partir hacia España para convertirse en héroe del rock hispano con Los Rodríguez. En tres minutos cincuenta y tres segundos resume con extraordinaria lucidez, ritmo y poesía la macabra historia de los hermanos protagonistas de la novela escrita por el inglés Brian W. Aldiss, que bajo el título Bang Bang se publicó en 1977.
"Enganchate conmigo" – Los Rodríguez (1991)
Canción emblema de Los Rodríguez, editada en su álbum debut, Buena suerte. "Encierra la fusión de estilos latinos, una ligera tendencia de rumba catalana y rock", define el autor.
"7 segundos" – Los Rodríguez (1993)
"El es socio del Canal Plus, ella se escribe con sangre. El es parte de un culto "blue" y ella empleada del Corte. Y juntos, junto a un fuego imaginario, abren paquetes y entre regalos se dan un beso que dura 7 segundos". Piano y voz para un tema que en su momento quizá pasó desapercibido entre hits como "Sin documentos", "Dulce condena" o "Me estás atrapando otra vez". Calamaro la volvió a grabar en su álbum intimista Romaphonic Sessions, en 2016.
"Diez años después" – Los Rodríguez – 1995
Nostálgica canción incluida en el álbum despedida de Los Rodríguez. "Es una canción nomás. Bien hecha, bien pensada, bien escrita, bien tocada y bien grabada. Solamente una canción muy buena".
"Algún lugar encontraré" – Caballos salvajes (1995)
Un adelanto del Andrés Calamaro solista que se vendría poco tiempo después. El tema formó parte de la banda sonora de Caballos salvajes, de Marcelo Piñeyro, con Héctor Alterio, Leonardo Sbaraglia y Cecilia Dopazo como protagonistas. León Gieco grabó una gran versión para el disco tributo a Calamaro Cantando al Salmón.
"Media Verónica" (1997)
Calamaro y el regreso perfecto con Alta suciedad, un disco que marca una nueva era compositiva en su carrera. "Esta la hice con un piano… y un cuaderno. Letra y música al mismo tiempo. Media Verónica es un lance que hacen los toreros con el capote, es la demostración de plástica y de valor. La Verónica es dejar pasar al toro -con elegancia- y volverlo a citar con otra Verónica. Y la Media es el remate con el capote dándole forma de ballet peligroso al cierre de la serie", explica con alma de de docente taurino.
"El día de la mujer mundial" (1999)
Tema uno del disco uno de esa monumental obra bautizada Honestidad brutal. Rock en estado puro, con Calamaro sangrando y ardiendo, con rima o sin rima.
"No tan Buenos Aires" (1999)
Tema uno del disco dos de esa monumental obra bautizada Honestidad brutal. Oda porteña y dylaneana simplemente brillante, con una letra que según Calamaro confesó alguna vez ocupaba doce páginas escritas a mano. Postal de fin de siglo (de una ciudad y de un artista) hecha canción: "Y siempre estoy llegando a saludar a los aires. Vuelvo a tomar aire para saludar a Buenos Aires. Resumiendo. Puedo estar con mi vieja comiendo o riendo sin carcajadas ni arcadas o estar haciendo cagadas. Decír cosas peligrosas o demasiadas. Pero no importa nada, Buenos Aires es mía y no la cambiaría. Me la quedo con toda su porquería".
"Tuyo siempre" (2000)
Compuesto en su mítico piso de Pacheco de Melo en épocas "salmónicas", Calamaro contó que "estaba con un distribuidor de estimulantes que me pidió -muy amablemente- que escribiera una melodía francamente popular, algo que se pudiera escuchar en cualquier barrio. Grabé la versión de El salmón, que es la misma melodía pero sobre una especie de reggae japonés más arrastrado. En vivo con Bersuit grabamos la versión definitiva, cinco años después en el Luna Park. Mi frase preferida es la épica 'este viaje es mejor hacerlo solo'"
Mi vieja - con Pappo (2000)
Incluida en el álbum Pappo y amigos, que celebró los 40 años de música del Carpo. "Fue un punto de referencia, un pilar del rock incluso cuando el rock sintió (creyó) que no lo necesitaba. Conmigo fue un amigo y un compañero, se preocupó por mí cuando me vio en las malas, y nos divertimos juntos, tocamos juntos, compartimos intimidad y emociones. El Pappo que yo conocí no siempre se parece al Pappo de las mil anécdotas, aunque también conocí al Pappo exótico y pícaro del que se cuentan tantas historias que son perfectamente ciertas", escribió Calamaro a diez años de la muerte del guitarrista.
"Estadio Azteca" (2004)
Con esta canción Calamaro marcó su regreso a las superficies después de una temporada en el infierno (tan creativo como desgastante). Incluido en el disco El cantante, fue una de las dos canciones propias (en este caso compuesta junto a su amigo Marcelo "Cuino" Scornik) sumadas a un repertorio de clásicos ajenos como "Malena", "Volver", "El arriero" y "Alfonsina y el mar", entre otros.
"El Palacio de las Flores" - con Litto Nebbia (2006)
En su momento, días después de terminar de grabar el disco junto a Litto Nebbia, Calamaro nos enviaba un mail contando la trastienda de este tema: "Es una canción muy verdadera, son mis recuerdos... La había escrito como una proto-cumbia, y tenía más versos, algunas partes disparatadas y mas marginales. Nebbia eligió grabarla con el acompañamiento de dos guitarras y, apenas, percusiones. La letra empieza como recuerdos reales de mi infancia y termina entre declaraciones de principios. Tiene estirpe de poetas de la zurda. Es probable que hubiera alguna versión anterior colgada en algún sitio de coleccionistas".
"Carnaval de Brasil" (2007)
De su disco La lengua popular, el video de este hitazo tuvo como protagonistas a Jorge Lanata, Vicentico, Vitico, su pareja de entonces Julieta Cardinale y hasta su pequeña hija Charo, entre otros. "La letra intenta romper con el mito que hay que soportar horas bajas para escribir buenas canciones. Es dificil descifrar la inspiración pero no está relacionada siempre con la tristeza. Yo mismo conozco otras técnicas inconfesables. Decididamente está escrita para romper el mito de las separaciones amortizadas escribiendo canciones".
"Belgrano" (2013)
Uno de los varios homenajes que Calamaro le rindió a Luis Alberto Spinetta con el que abrió su álbum Bohemio. "Gracias por la amistad y por la genialidad. Por el mate con torta frita. Por el joint. Por llevarme a un japonés por primera vez. Por tu afecto y tu sinceridad. Por ponerle armonía a la ciudad. Por la mágica y perfecta melodía. Y el embrujo de tu canto de pájaro cantor que echó a volar", canta con emoción.
"Verdades afiladas" (2018)
Primer corte de su nuevo álbum, Cargar la suerte, que se edita el 2 de noviembre. Esta semana, en conferencia de prensa en Madrid, el mismo Andrés confesó: "Este es mi mejor disco en cuarenta años".
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