
Bon Jovi y una noche interminable
La banda de Nueva Jersey volvió al país para tocar todos sus éxitos durante tres horas ante 45.000 fans
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En la penumbra del estadio de River destacaba la pantalla central, donde el grupo Bon Jovi atravesaba una suerte de túnel que bien pudo ser del tiempo. Jon Bon Jovi (voz), Richie Sambora (guitarra), David Bryan (teclados) y Tico Torres (batería) emergieron desde la luz, en las imágenes y en persona. Los 15 años que transcurrieron entre el último show de la banda de Nueva Jersey en el país y el de anteanoche habían quedado atrás.
Sobrevivientes de la glamorosa escena del hard rock de los ochenta, Bon Jovi llegó a la Argentina como parte del tramo sudamericano del The Circle Tour , que promociona su último disco, y sacudió a 45.000 personas con un poderoso show de tres horas que, como definió el propio cantante y líder, "es un buen resumen de nuestra carrera". Una trayectoria que los puso en el borde de otro grandes éxitos, que se lanzará el 9 de noviembre, con cuatro temas nuevos.
La banda pegó primero con "Blood on Blood", del exitoso New Jersey , seguido por "We Weren´t Born to Follow" (de The Circle ) y "You Give Love a Bad Name" (de Slippery When Wet ). Del pasado a las canciones más recientes, en un ida y vuelta lejos de una experimental década del noventa, que al dueño de este circo, el propio Jon Bon Jovi, le dejó una conclusión: "Esto es lo que quieren de nosotros". Es decir: rockear en vivo lo más puramente posible, con gran sonido y tres pantallas, pero sin inventos raros. Sus estribillos pegadizos sirven para sostener un negocio en el que las grandes sumas no llegan más por las ventas de discos, sino por las giras. Bon Jovi puede dar cuenta de eso, con las 135 presentaciones de este tour.
Luego de "Born to Be My Baby" y "Lost Highway", Jon paró la máquina. El público en el campo de juego, teóricamente sentado en costosas localidades VIP, se había disparado hacia el escenario. La seguridad colapsó y una valla cedió. El líder de la banda dijo, serio: "Calma. Será una larga noche, tenemos previsto tocar tres horas. Mañana tengo el día libre, así que nos podemos quedar lo que quieran. Pero no quiero esto para un recital de Bon Jovi. Vayan hacia atrás". El objetivo se logró a medias en el show, el primero en River tras la polémica por los ruidos y las vibraciones y que pudo exhibir el lauro de ser un "show ecológico", al utilizar biocombustible como energía.
Luego de la advertencia, la agrupación siguió rockeando con los más modernos "In These Arms", "Captain Crash and the Beauty Queen From Mars", "Who Says You Can´t Go Home", "Superman Tonight", "We Got it Going On", "It´s My life" y "Bad Medicine", este último fusionado con versiones de "Pretty woman", de Roy Orbison, y "Shout", de The Temptations.
El primer respiro llegó luego del único tema cantado por Sambora: "Lay your Hands on Me". Jon cambió camisa por remera celeste y campera negra para encadenar las baladas "Always", "Blaze of Glory" y "I´ll Be There for Yu". River era un santuario.
El tramo final tuvo la potencia de "Raise Your Hands", "Runaway" ("Lo deberíamos jubilar", comentó Jon sobre el primer éxito de la banda), "I´ll Sleep When I´m Dead" (al que se asomó "Rocking all Over the World", de Status Quo)" y "Keep the Faith". El cierre fue a tope, con "Living on a Prayer" ("Nunca debe faltar", dijo el cantante sobre su caballito de batalla).
Se apagaron las luces, la banda amagó con irse, pero no se fue. Jon vio un cartel alusivo y tocó "These Days", al que agregaron "Have a Nice Day". Entonces, sí, se fueron, pero para regresar al poco tiempo con el cantante vistiendo con camiseta de Argentina tuneada con el logo de la banda para cantar "Someday I´ll Be Saturday Night". Desaparecieron. Volvieron. "¿Otra más? Váyanse a sus casas", rogó. Aceptó una más, "Bed of Roses". No mintió: fueron tres horas inesperadas para un público feliz, que se llevó lo que fue a buscar después de tanto tiempo.






