
Carmen Flores llega con la copla española
Con su nuevo musical, "Desde mi corazón", se presentará en el Avenida y hará una gira por el interior
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Carmen Flores está ansiosa por almorzar algo después de haber pasado por el programa de Mirtha Legrand. Tiene puestos unos lentes oscuros que no permiten ver con claridad sus ojos y muestra una sonrisa franca. El hotel cuatro estrellas donde se aloja está ubicado estratégicamente a pocas cuadras del teatro Avenida, donde todo el mes, y a partir de esta noche, presentará su nuevo espectáculo, "Desde mi corazón", en el que participan el actor Miguel Jordán y el ballet de Alicia Fiuri y Néstor Spada.
Le gusta venir a la Argentina: "Es como mi segunda patria", dice. "Pero no tengo familia acá, como otros españoles, aunque tengo muchos amigos que son como mi familia". La primera vez que vino fue a los 14 años. "Trabajé en el Casino, un teatro que estaba en la calle Maipú y hoy no existe más. Con el tiempo fue mi hermana Lola la que me trajo de vuelta, y de ahí en más seguí viniendo sola todos los años. Aquí siempre me reciben bien."
Después de 35 años de carrera artística, se ha puesto selectiva. En realidad, odia los aviones."Sólo me muevo de mi casa en Valencia para actuar para los españoles y para los argentinos. Cuando una es joven quiere viajar a todos lados, comerse el mundo; ahora que ya lo he visto todo quiero ir a los lugares que me place", dice con ese acento tan típico de Jerez, el lugar donde nació y que sólo reconoce por herencia: "No tengo nostalgia de esa ciudad, me he criado en Madrid, pero tengo los genes de Jerez. Yo bailo bulerías, pero nadie me enseñó na ".
Estará unos tres meses en Buenos Aires, realizará una minigira por el interior y una temporada en Mar del Plata. Siempre con una fórmula que le rinde buenos frutos: el musical con canciones de ayer y de hoy, temas nuevos, zarzuela, copla, cante y baile. "Pero, sobre todo, gustan mi espontaneidad y mi sencillez, porque no creo en el doblez del artista. Yo soy igual arriba y abajo del escenario."
Esa actitud repercute en un público leal que la sigue todos los años y suma nuevos adeptos. "El promedio de edad de la gente que me va a ver es de 40 para arriba, pero últimamente hay muchos jóvenes a los que les gusta la copla española; hay como una revalorización de ese arte; es como el tango, nunca pasa de moda."
-En el último tiempo hubo gente como Carlos Cano o Martirio, que le dieron otro impulso...
-Es verdad, ellos hicieron la copla con otro aire, incluso lo de Martirio fue una revolución, pero a decir verdad yo jamás distorsionaría las versiones tradicionales de "Ojos verdes" o la "Bien pagá", que la gente recuerda con tanto cariño. Hay que cantarlas como lo hicieron los grandes autores. Incluso hay gente de 15 años que vuelve a cantar esas canciones originales porque están hechas por autores maravillosos, por eso perduran.
Carmen coincide con la teoría de que en el sur de España el arte está en las calles, es parte de la vida cotidiana. "Uno puede ir a una fiesta familiar y encontrarse con unos artistas que muchas veces son mejores que los que se suben a un escenario, aunque ellos no se sientan artistas en el sentido comercial de la palabra. En Jerez, por ejemplo, un niño de cinco o seis años ya sabe bailar bien la bulería, que es uno de los palos más difíciles por el compás, pero es algo que le viene con los genes."
La cantante también disfruta de participar en las fiestas populares que se organizan en pequeños pueblos de España. "Uno disfruta mucho de esos festejos, como se los llama; la gente junta plata todo el año para festejar el día de su pueblo y lo hace con un entusiasmo tal que me gusta participar de esos encuentros. Para mí es tan importante actuar en el Madison Square Garden como participar de una fiesta en un pueblo perdido de España. Los artistas debemos estar en todos los lugares y siempre con la misma entrega."
-Pero habrá tenido alguna mala noche...
-Uno siempre puede tener noches malas, por cuestiones técnicas, por circunstancias privadas y porque uno es humano. A nosotros nos duelen las penas, los riñones y el alma. No es como la gente piensa, que por ser artista uno es como sobrenatural. Yo he tenido que cantar una vez a dos días de la muerte de mi padre y he tenido que hacer tripa y corazón para salir al escenario, porque la gente ya compró su entrada y quiere ver su espectáculo. Peor es para el cómico que por ahí le pasa lo mismo y tiene que hacer reír a la gente; en cambio, uno con las canciones puede hacer una catarsis total.
Para Carmen Flores el show debe continuar y la historia de la familia debe seguir, a pesar de las pérdidas que involucraron a su hermana Lola y a su sobrino Antonio. El árbol de la familia muestra varias ramas con talento innato: "Mi mamá cantaba bonito, pero la primera artista de la familia fue Lola, ella hizo punta -recuerda Carmen-. Después me tocó a mí y a mis sobrinos Lolita, Rosario y Antonio. Ahora la dinastía parece que va a seguir con mi nieto José Antonio, que es muy majo, tiene 23 años y es cantautor. Se ve que en la familia Flores o salen futbolistas o son artistas".


