Desde San Juan, la voz favorita del festival
COSQUIN.- Claudia Pirán no es una voz cualquiera. Desde que apareció cantando su versión de "Zamba del laurel", en 1998, en la peña de los Coplanacu, se transformó en una de las cantoras favoritas del circuito folklórico. La artista sanjuanina no faltó un año a la cita coscoína desde ese momento. "Cada año fue para nosotros un crecimiento importante. Ahora la gente nos busca cuando tocamos en las peñas y en el escenario mayor ya sentimos que nos dan un lugar. Somos independientes y llegamos a estar en horario central, que son espacios muy disputados. Ese es un reconocimiento para nosotros y para otros músicos que están en nuestra misma onda", apunta Pirán.
En ese camino independiente la artista grabó tres discos. Los dos últimos, "La mirada de mi alma" y "Hay un pueblo en mi pueblo", llevan vendidos diez mil unidades solamente en sus conciertos y están agotados. "Es increíble. Agotamos el material y sacamos ediciones de 2 mil discos que se terminan enseguida", cuenta la intérprete de 32 años que cautiva al público con su deliciosa voz y un repertorio de autores cuyanos y poetas olvidados.
Gradualmente su nombre saltó de los escenarios "under" de las peñas y se ganó su propio espacio en el festival. Este año llegó acompañada de una nutrida delegación sanjuanina de artistas, cantantes, bailarines y periodistas de su provincia. "Queríamos mostrar el movimiento sanjuanino y que muchos de ellos vivan todo lo que nosotros fuimos viviendo en estos años. En San Juan no tenemos este tipo de encuentros tan grandes, pero se nota un cambio. Quizá contribuimos para que el folklore cuyano vuelva a proyectarse", cuenta la cantante que a fin de año participó en Buenos Aires del ciclo "Herederas del viento", invitada por Teresa Parodi.
El de la muchacha fue un largo camino. Mención especial del Pre Cosquín de 1998, ganadora de los Espectáculos callejeros en 2000, invitada en la décima luna de Los Nocheros en 2003 y convocada por Peteco Carabajal para sumarse a su recital del año pasado en horario televisivo. Mañana le tocará abrir la sexta noche del festival, en una de las jornadas centrales por la presencia del Chaqueño Palavecino. Ella no parece ansiosa. "La gente me decía que era una injusticia que no estuviera en la plaza en un horario para mí sola. Yo les decía que todo tenía su tiempo". Mañana podría llegar a ser la definitiva "consagración", aunque para los fieles seguidores que cada año llegan al festival y esperan ver alguna de sus actuaciones, hace rato que fue consagrada por esa fuerza interior que viene de su canto.
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