En España agota sus shows, admira a Carlos Gardel y llegará por primera vez a Buenos Aires para homenajear a una grande
Diana Navarro se presentará en el Teatro El Nacional con un espectáculo que recupera la tradición de la copla, género que siempre contó con seguidores fanáticos en nuestro país
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Algo de su mirada se asemeja a la de Concha Piquer, aquella cancionista valenciana que se convirtió en “la gran señora de la copla”, como la habían bautizado en toda España convirtiéndola en un símbolo de su cultura.
Diana Navarro lleva en su sangre y en su rictus algo de aquella dama. No es genética ni imitación, se trata de admiración y convencimiento apasionado en torno a un mismo arte.
“Estoy muy ilusionada con mi primera visita a Argentina”, sostiene la cantante ni bien comienza la charla, aún emocionada por la declaración de “Huésped de Honor” que le acaba de otorgar la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Ha sido una sorpresa preciosa, me siento muy honrada, como mi idea es ir a visitarlos cada vez que tenga un proyecto nuevo, este es un comienzo extraordinario”.
El derrotero se iniciará el miércoles 24 de septiembre, cuando Diana Navarro ofrezca, en la sala del Teatro El Nacional, su espectáculo De la Piquer a la Navarro, un recorrido por clásicos de la copla y la canción española que incluye títulos como “Ojos verdes”, inmortalizado por Miguel de Molina y, desde ya, por Concha Piquer.
En el show porteño, la artista estará acompañada por el pianista argentino Julio Awad y por David Pérez, músico y arreglista español a cargo del teclado y el acordeón. Tampoco faltará la maestría de Navarro con las infaltables castañuelas, “como la Piquer”.
-Tu visita recupera una extensa tradición, ya no solo en torno a un género, sino a presencias porteñas como las de Miguel de Molina, quien adoptó a nuestro país, Nati Mistral, Imperio Argentina y la propia Piquer.
-Mi ilusión siempre fue seguir la estela de artistas como los que mencionaste, porque los he admirado mucho. Ellos se iban a “hacer las Américas”, así decían. Elegir Buenos Aires es también una forma de homenaje a la figura de Concha Piquer, en torno a quien gira la historia que voy a contar, y a la de Miguel de Molina, quien se exilió en Argentina y allí terminó sus días.
Además, la actriz y cantante menciona al maestro Valverde y a Rafael de León, imprescindibles de la música y la prosa de la España profunda y sensible. “Mi espectáculo es una forma de darles las gracias a todos ellos al más allá; así que espero estar a su altura”.

Ensimismada y estudiosa de la figura de Piquer, Diana Navarro recuerda que “la Piquer” (como todos la llamaban y la recuerdan) “tuvo a su hija Concha Márquez Piquer en Buenos Aires, así que será muy mágico lo que se producirá la función”.
La artista se entusiasma con la buena acogida que, a priori, ya tiene su inminente visita al país: “Mi fan club de España se asoció a uno de Buenos Aires, algo que me pone muy feliz, porque siempre he pensando que mi público y yo somos familia”.
Luego de cada concierto, generalmente realizados con localidades agotadas, tiene la deferencia de saludar de manera individual a cada uno de sus espectadores. “En Buenos Aires sucederá lo mismo”, anticipa la artista quien pudo conocer al Papa Francisco en una de sus visitas a Roma.
Emblema de España
Concha Piquer nació en 1906 en Valencia y falleció 83 años después en Madrid, convirtiéndose en uno de los nombres sobresalientes de la cultura popular española, habiendo debutado sobre un escenario siendo una niña de once años.
Diana Navarro nació en Málaga, en el sur de España, pero su vida se reparte entre esa región, Granada y Madrid. “Me enamoré de un granadino, así que por amor también vivo en ese lugar que es muy buena tierra”. Es la menor de cinco hermanos, en una familia con padre pescador y madre ama de casa, en la que jamás faltó la música. “Mi familia era humilde, pero siempre tuve claro que quería ser artista”.
-¿Qué te une a Concha Piquer?
-Mi primer acercamiento fue un espectáculo teatral, En tierra extraña, donde se cruzaban Rafael de León, Federico García Lorca y ella, con dirección de Juan Carlos Rubio; hicimos más de doscientas funciones por toda España, fue una aventura increíble. Como era una obra de texto, con algunas canciones, siempre el público me decía “queríamos escucharte cantar más”.
-Un pedido del público es casi una orden.
-Así nació De Piquer a la Navarro, coplas del siglo XX en el siglo XXl, un homenaje también a la historia del género. Hacer este espectáculo es extender la felicidad.
En 2005, a “la Navarro” le llegó la oportunidad que fue bisagra en su vida, la edición del disco No te olvides de mí, el título de la canción que la dio a conocer al gran público.
Dos décadas después, De Piquer a la Navarro es su primer proyecto independiente, también como productora y sin el respaldo de un sello discográfico detrás. “Le estoy muy agradecida a la compañía, pero sentí que este tiempo era perfecto para lanzarme de manera independiente y haciendo el espectáculo que sentía el deseo de hacer”.
La presentación en Buenos Aires será el punto final de un tour que ya fue aplaudido por más de 55.000 personas. El 31 de octubre, en Mérida, Navarro comenzará con la gira Ya no estoy sola, su próximo proyecto como cantante.
Sentimiento
-¿Cuál es el corazón de la copla? ¿Qué significa?
-La copla es una manera de vivir, un sentir muy especial. En una época en la que las mujeres no podían hablar, cantaban. Uno de sus máximos autores fue Rafael de León, un aristócrata homosexual que no encajaba en ningún sitio, porque en la aristocracia no era bien visto que fuera poeta y, entre los poetas, lo segregaban por su cuna. Era un tiempo donde no había libertades y, como homosexual, lo pasaba muy mal. Escribiendo, desde metáforas, hacía verdaderas historias de amor, de mujeres que vivían en los márgenes, que se enamoraban de hombres casados. Todo eso ha sido una forma de vivir y sentir de todo un pueblo.
-No se le pregunta la edad a una dama, pero, siendo una mujer joven, se agradece que puedas continuar la tradición de la copla, mantenerla vida.
-Tengo 47 años.
-Más a mi favor, no es menor que artistas de tu generación puedan tomar la posta de aquellos próceres.
-Cuando comencé, no entendía la copla, imitaba a Concha Piquer o Marifé de Triana; Isabel Pantoja o Rocío Jurado, me mimetizaba con ellas. A los 15 años no puedes comprender del todo lo que dicen estas canciones. Con el correr de los años fui entendiendo qué decía la copla, su significado, profundidad e importancia.

Antes de finalizar la charla, aparece el nombre de Lolita Torres, quien fue una enorme representante de la copla en Argentina, pero con trascendencia mundial, siendo estrella en países de cultura tan diversa como Rusia.
“¿Es la madre de Diego Torres?”, pregunta y se sorprende cuando el cronista le cuenta que la cantante cantaba su mismo género: “¿La madre de Diego Torres cantaba coplas?”. Y ya sueña con cursarle una invitación al intérprete de “Color esperanza” y a sus hermanos para que la visiten en El Nacional.
-¿Reconocés alguna influencia de la música argentina?
-Siempre me ha gustado mucho Carlos Gardel, es como Concha Piquer. Maestría, elegancia, dicción, cómo le daba sentido a cada palabra, es un referente en el que me sigo mirando. También me interesa mucho Astor Piazzolla, su música ha sido identidad, basta pensar en Libertango. “Tatuaje” creo que es la canción que resume el vínculo entre España y Argentina, y la voy a hacer en el espectáculo. Todo eso es como mirar la camiseta de la selección argentina, cuyos colores me hacen acordar a la bandera de Málaga.
-Te interpelan los nombres fundacionales.
-Miro más a los artistas del siglo pasado que a los de hoy, aunque, en la actualidad, también hay gente que hace cosas muy bonitas, pero conecto más con los de ayer.
-En Buenos Aires, el tango no se escucha en la dimensión en la que debería suceder, hay que ir en su búsqueda. ¿Qué sucede con la copla y la zarzuela hoy en España?
-También hay que buscarlas, es una pena, siento que debería ser asignatura en las escuelas. Es la cultura de nuestro país, nuestra manera de entender la vida, la raíz. Hay que saber de dónde se viene para saber hacia dónde se va. Por eso mi cruzada personal por estos géneros, donde también incluyo a la saeta y el flamenco.
-¿Un último deseo antes de aterrizar en Buenos Aires?
-Mi deseo es conquistar vuestros corazones.
Para agendar
De la Piquer a la Navarro. Miércoles 24 de septiembre a las 20.30. Teatro El Nacional (Av. Corrientes 960).
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