Entrevista con David Byrne y Diego Frenkel. Encuentro en el bar de la calle Rodney
El ex Talking Head y La Portuaria grabaron ayer un videoclip y se presentarán juntos, esta noche, en La Trastienda
Por la calle Newbery, frente al paredón del cementerio de la Chacarita, pasa caminando David Byrne. De campera roja y pelo casi blanco, el ex Talking Head -o mejor aún, el artista completo conocido por su siempre interesante música, pero también por descubrir y divulgar sonidos de otras latitudes y por sus fotografías, muestras, instalaciones y bandas de sonido-, marca un número en su teléfono celular.
En la esquina está el bar de la calle Rodney al que los músicos de La Porturia entran, instrumentos en mano, tocando y cantando "Hoy no le temo a la muerte". Las cámaras, bajo la dirección de Daniel Böhm, registran.
Todo sucede en real sincronía. Aunque la historia también tiene su rol en esta escena. La historia de cómo David Byrne está en Buenos Aires grabando un videoclip para el tema donde también puso la voz y la historia de La Portuaria, el grupo que 15 años atrás registró "El bar de la calle Rodney" en este mismo lugar.
La primera conexión también ha tenido su desarrollo en el tiempo. Sentados a una mesa de este bar de Chacarita, Diego Frenkel y David Byrne recuerdan que su primer encuentro cara a cara fue en 1999, cuando Byrne estaba armando un compilado para Luaka Bop [el sello creado por él y del que se desvinculó recientemente] de bandas de rock latinoamericanas que finalmente no pudo ser. "Nos invitó a ver a los Auténticos Decadentes", recuerda Frenkel en un alto de la grabación y confiesa que tanto él como el resto de la banda siempre han sido fans de su obra.
El ex Talking Heads ya conocía al grupo. "Desde la primera versión de La Portuaria", agrega, demostrando cabal conocimiento del tema. Luego, cuando en 2004 vino a Buenos Aires a presentar su último disco, "Grown Backwards", invitó al grupo para que abriera sus shows del Luna Park.
La conexión siguió su camino cuando La Portuaria le propuso al músico escocés que reside en los Estados Unidos desde hace añares participar en alguna de las canciones de "Río". Entre las tres sugeridas, Byrne eligió «Hoy no le temo a la muerte". "Me gustaron las palabras y la melodía. Me impactó desde un comienzo -dice-. Y, con la ayuda de Andrés Levin, traduje algunas estrofas, las grabé y las enviamos de vuelta a Buenos Aires".
Ahora llegó nuevamente el tiempo de la presencia real y no de la conexión virtual. Y aquí está Byrne en Buenos Aires para participar del video clip y actuar junto al grupo, en La Trastienda. Allí harán, juntos y en vivo, el tema en cuestión. "Y haremos alguna otra canción de La Portuaria -aporta Frenkel-, y algún tema suyo. En total serán tres o cuatro juntos."
A Byrne se lo nota contento con esta agenda. "Me gusta la banda, me gusta Buenos Aires, el tiempo es bueno aquí y en Nueva York hace mucho calor, es un buen momento para irse de allí, y una semana en Buenos Aires está perfecto, con un poquito de trabajo, pero no demasiado", dice.
Como hombre de varios mundos, David Byrne mantiene siempre su oído atento hacia diferentes géneros musicales. Ahora, cuenta, está trabajando en un proyecto de música y teatro con Fatboy Slim. "Todavía estamos armándolo -dice- aunque ya tenemos las canciones y la historia. Quizá saquemos el álbum el año próximo, pero no lo sé con seguridad". Además, está buscando la financiación y el espacio adecuado para montar en Estados Unidos una instalación sonora que ya presentó en Estocolmo. "Se llama «Playing The Building», y consiste en máquinas puestas en diversos lugares de una casa vieja, de tal manera que ésta produzca sonidos".
La afinidad entre los dos músicos es clara y vence la distancia de las diferentes lenguas. Si David Byrne ha tenido siempre un oído atento hacia lo diferente, La Portuaria no lo ha hecho menos, haciendo honor a su nombre y sumando a su matriz rockera, el pop y otras músicas. Byrne, desde hace rato, mantiene un contacto fluido con lo que se genera en el hemisferio sur. "Para mí hubo una suerte de boom; así como lo hubo en la literatura, algo similar pasó con la música popular hace unos pocos años. El rock nacional de aquí que luego se convirtió en un movimiento panamericano con grupos que aparecían en todos los países. Una generación completa de artistas hicieron música muy importante que para mí en muchos casos era mucho más excitante que lo que se podía escuchar en los Estados Unidos."
Pero Byrne no mira sólo más allá de las fronteras de su país. Así, ante la mención y la pregunta de cómo andan las cosas por allí, pone cara de problema y repregunta. "¿Ustedes quieren saber cómo están las cosas en el imperio del mal?, dice y lanza una risa irónica pero que un instante después se resignifica cuando agrega: "Ahora estoy un poquitito más optimista". Es que, dice, finalmente la popularidad de Bush está en caída. "Ahora se percibe que la gente cree que lo de Irak tiene que terminar, que no fue exitoso, que fue una mentira. Saben que fue un error y también saben que otras políticas de Bush están equivocadas, pero él sigue adelante, aunque parezca increíble, con sus agentes secretos que leen los mails de todo el mundo y escuchan las conversaciones telefónicas.
"¿Y la gente siente la paranoia", pregunta Frenkel. "Sí, pero cuando dicen que no está bien, que es demasiado, les dicen que los están protegiendo, que si no, van a venir los terroristas y se van a llevar sus hamburguesas. Pero no puede continuar demasiado tiempo. Y está cambiando. Hace muy poco, si ibas por los Estados Unidos veías banderas por todos lados, y no era por el fútbol, como ahora aquí. Y ya no sucede tanto. Ni hay tanto miedo a hablar, como hace un par de años que si un músico decía algo en contra, dejaban de pasarlo por las radios."n La Portuaria y David Byrne en el bar de la calle Rodney, donde grababan ayer el video del tema "Hoy no le temo a la muerte"
Para agendar
La Portuaria con David Byrne presentando los temas de su último álbum, “Río”.
La Trastienda Club Balcarce 460. Hoy, a las 0.30. Entradas desde 60 pesos.
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