La inspiración de Lang Lang

El pianista Lang Lang anduvo de gira por España. Tenía varias fechas programadas en la Península Ibérica. Días atrás participó en un concierto de solidaridad organizado por los trabajadores del Gran Liceo de Barcelona, y luego pasó por Madrid, antes de cruzar el océano para comenzar a bajar desde Canadá y los Estados Unidos hasta llegar a la Argentina, donde el 26 de este mes dará un concierto en el Teatro Colón de Buenos Aires, con un programa dentro del Abono del Bicentenario, que incluirá obras de Johann Sebastian Bach (Partita No.1 en Mi bemol Mayor), Franz Schubert (Sonata en Si bemol mayor, D. 960) y Frédéric Chopin (Doce estudios, Op. 25). Cuando llegue a nuestro país el virtuoso pianista estará despidiendo sus 29 años –cumplirá los 30 el 14 de junio y lo festejará con un gran concierto en Berlín–. Días atrás, en torno a esto conversó con la prensa española en Madrid.

Al echar un vistazo a su corta pero agitada vida, dijo que sentía haber alcanzado el lugar que había querido cuando apenas tenía 2 años y, gracias a los dibujos animados Tom & Jerry, había descubierto a su héroe, Franz Liszt.

Se sabe que buena parte de la producción de dibujos animados de las décadas del sesenta y setenta acercaron la música considerada "clásica" a los niños. Quizás el ejemplo más recordado, al menos en nuestro país, sea el de un fragmento de la obertura de Guillermo Tell, de Gioachino Rossini, que sirvió de leitmotiv de El llanero solitario.

En el caso de Lang Lang, lo que este pianista recuerda que quedó marcado a fuego en su vista y oídos fue un episodio en el que el gato Tom, vestido de esmoquin, interpretaba la Rapsodia Húngara N° 2, de Liszt. De ahí que su más reciente producción discográfica, My Piano Hero, fuera dedicada a composiciones de Liszt.

"No sé si todos necesitamos un héroe, lo que sí sé es que todos necesitamos encontrar una fuente especial de inspiración para desarrollarnos apropiadamente", aseguró, días atrás, a la agencia de noticias EFE, este pianista que, además, confesó que Lionel Messi también es una fuente de inspiración.

Por Mauro Apicella

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