
La noche en que Britney Spears se redimió
Anteanoche ganó tres premios MTV
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Cuando Britney Spears, la princesa del pop caída en desgracia, subió por primera vez al escenario de los premios MTV, que se entregaron anteanoche en Los Angeles, para llevarse uno de los tres galardones que sumó en la ceremonia- mejor video pop, mejor video femenino y video del año-, el público la aplaudió de pie. Teniendo en cuenta su actuación de hace un año en la misma fiesta, quizá celebraban que fuera ella la que pudo mantenerse en pie.
Los premios MTV festejaron su cuarto de siglo con una de las entregas menos interesantes de los últimos años.
Más allá de mostrar la mejor sonrisa de Spears y una silueta más cercana a la de su época de adolescente, lo cierto es que a la cadena de música lo que menos le interesa es la música. De hecho, la redención de Britney no incluyó la actuación de la estrellita. Los únicos rasgos de rebeldía rockera presentes corrieron por cuenta del maestro de ceremonias, el cómico británico Russell Brand. Conocido en su país por sus excesos y un virtual desconocido en los Estados Unidos, Brand no tuvo mejor idea que centrar su monólogo de apertura en las elecciones norteamericanas. "Por favor, elijan a Obama", pidió, para luego agregar que se debían terminar los ocho años de "ese cowboy retardado" de Bush.






