La salida del fin de semana: un viaje musical a los inicios del rock nacional

Javier Martinez y Edelmiro Molinari pertenecen a la categoría de héroes del rock local. Fueron los iniciadores y los protagonistas de un movimiento que recién estaba naciendo en la Argentina, Martínez con Manal y Molinari con Almendra. Los dos siguen vigentes y mantienen el fuego sagrado de aquellos días. Sólo hace falta verlos en vivo para escuchar su vitalidad y experimentar aquel sonido, que impulsa a muchas de las bandas independientes de la actualidad.

Un recorrido posible para una especie de máquina del tiempo sónica puede comenzar escuchando a Javier Martinez Manal, mañana, a las 21, en la Perla de Once (el mismo lugar donde Lito Nebbia terminó de componer el himno "La balsa"). En ese espacio histórico del rock vernáculo, donde los músicos caían después de vagar por la noche porteña de los 60, Javier Martinez pondrá en movimiento aquellos clásicos de Manal, el explosivo grupo de blues y rock que junto a Alejandro Medina (bajo y voz) y Claudio Gabis (guitarra eléctrica, armónica y voz) creó himnos memorables como "No pibe", "Avenida Rivadavia", "Jugo de tomate frío", "Avellaneda blues" y "Una casa con diez pinos".

La noche puede terminar con un máximo de adrenalina rockera presenciando el concierto de Edelmiro Molinari en un reducto como Balcon de Blues (Lavalle 3610), donde el guitarrista y cantante de bandas como Almendra y Color Humano presentará su nuevo proyecto Edelmiro y un amante, con canciones nuevas y un repaso de sus clásicos brillantes. El sonido de la guitarra eléctrica de Edelmiro fue un sello en Almendra, donde conformaba el cuarteto de lujo junto al Flaco Spinetta, Emilio del Guercio y Rodolfo García (se los llegó a llamar "Los Beatles locales"). Con su banda posterior, Color Humano, el músico exploró la libertad del rock progresivo, un sonido más pesado y letras más densas y psicodélicas. A pesar de algunos problemas de salud y el regreso de Almendra dentro del concierto de Spinetta Las Bandas Eternas, el guitarrista continuó con un camino introspectivo y solista, donde el rock sigue siendo su fuente de juventud.