Mischa Maisky, un estilo más allá de los materiales
El violonchelista habla sobre la influencia de Bernstein antes de presentarse en el Coliseo; un maestro del romanticismo
Esa idea de que el estilo no es la consecuencia de una manipulación de los materiales (musicales, pictóricos, lingüísticos), sino que deriva más bien de una visión más amplia de las cosas tiene en Mischa Maisky un ejemplo bastante irrefutable. La continuidad entre su manera de tocar el violonchelo y su manera de hablar se impone como una necesidad: el gesto amplio, la prodigalidad en el vibrato, una expansión que parte de la confianza de una identidad entre lo que dice y lo que será escuchado. En esto se parece a uno de sus mayores cómplices musicales: Leonard Bernstein.
"Bernstein fue no solamente uno de los más grandes músicos, sino una de la más grandes personalidades que tuve el privilegio de conocer -explica Maisky antes de su nueva actuación en Buenos Aires-. Es una de las razones por las que seguí dedicándome a la música. Hay muchas otras: Rostropovich, Pablo Casals, Martha Argerich. Pero con Bernstein toqué muchos conciertos e hice tres grabaciones. Era un enorme intelectual, director y compositor. Muy intelectual y muy emotivo, y todo en un equilibrio perfecto". No es fácil calcular el grado en que un director incide en un solista; puede no ser -y sin duda no lo es- una cuestión de soluciones técnicas, sino de enfoque. "Yo no diría que aprendí de su manera de dirigir, sino de su manera de hacer música -dice Maisky-. Bernstein tenía una actitud que influía sobre uno: cada concierto en el que uno tocaba tenía que ser el concierto más importante de la vida. Eso, y una generosidad emocional".
Para Maisky, la intensidad no es de dirección única. "Creo que parte viene de eso que se llama inspiración, pero no sería nada sin el público. El mayor privilegio consiste en esa comunicación, y me parece que la inspiración proviene también de ahí", dice.
El viernes, con Raoul Grüneis al frente de la Orquesta Sinfónica RTV Eslovenia, Maisky hará el Concierto para violonchelo y orquesta en la menor, op. 129 de Robert Schumann, en un programa que se completa con la "Obertura La novia vendida", de Smetana, y la Sinfonía Nº 4 de Brahms. Más que para cualquier chelista, el concierto de Schumann es una especialidad de Maisky, una pieza en la que parece sentirse en casa, del mismo modo que, por el anverso, se siente en casa con Bach. "Desde luego que hay muchas diferencias entre los dos; diferencias técnicas y de estilo. Pero hay un diálogo de épocas. Y yo disfruto ese desafío. En cuanto al de Schumann en particular, no es solamente uno de los más hermosos conciertos para chelo, sino también uno de los más difíciles, en especial el último movimiento".
Esto no es una casualidad: el romanticismo es el corazón del repertorio de Maisky, y los es de una manera muy singular; es decir, lo es por su manera de abordar incluso repertorio que no es cronológicamente romántico, pero que admite una lectura en ese carácter. "Nunca toque música que no me gustara. Eso para empezar. Vladimir Horowitz dijo que toda música es romántica. Siempre estuve de acuerdo con esa idea. Tocar de una manera romántica quiere decir tocar con sentimiento, con emoción, y la gente del siglo XVIII sentía con la misma profundidad que la gente de hoy. Yo diría que, en cierto modo, Bach fue un gran romántico de su época".
De dónde procede la emoción es ya una cuestión más ardua. Emoción no es lo mismo que drama, pero la vida de Maisky -con su reclusión en campos y sus efectos psíquicos- tuvo un poco de todo. Él no lo ve así. "Hubo momentos duros, es verdad, como la época en la Unión Soviética. Pero retrospectivamente no veo nada de qué lamentarme. Fui un hombre feliz".
Para agendar
Mischa Maisky (Chelo) y Orquesta Sinfónica RTV Eslovenia
Obras de Smetana, Schumann y Brahms
Temporada de Nuova Harmonia
Viernes, a las 20.30.
Teatro Coliseo, Marcelo T. Alvear 1125.
Temas
Más leídas de Música
“Es de valientes tomar decisiones”. Diego Torres: la ruptura con Débora Bello, la reacción de su hija y el vínculo con su nueva novia
“El médico me dijo que no puedo”. Emilia Mernes suspendió su show y le pidió perdón al público
Anitta, del dolor personal al éxito mundial. Quién es la joven que cantará con Madonna esta noche en su show en Brasil