
Murió James King, tenor norteamericano
En el Colón actuó en "Sansón y Dalila"
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BLOOMINGTON, Indianápolis, EE.UU. (AP).- El tenor norteamericano James King, cuya voz potente le consiguió numerosos papeles en escenarios de ópera alrededor del mundo durante la década de 1960 y 1970, falleció el último domingo a los 80 años. King, quien al final de su carrera se convirtió en profesor de música en la Universidad de Indiana, murió en Nápoles, Florida, de un ataque cardíaco, dijo un funcionario de la universidad.
King, nacido en Dodge City, Kansas, hizo su debut profesional como don José en "Carmen", de Bizet, con la Opera de San Francisco. Se hizo famoso internacionalmente en el papel de Cavaradossi en "Tosca", de Puccini, en el Teatro della Pergola en Florencia. Sin embargo, su mayor prestigio nació de sus interpretaciones de personajes de óperas alemanas, especialmente las obras de Richard Wagner y Richard Strauss.
King también actuó en cuatro películas de ópera alemanas y frecuentemente cantaba en producciones para la radio y televisión europea. Se desempeñó como docente de música y cantó en la Universidad de Indiana de 1984 a 2002.
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El tenor norteamericano James King fue alumno de dos eminentes figuras de la ópera como el barítono francés Martial Singher y el tenor wagneriano Max Lorenz, hasta que al presentarse en el Teatro de la Pergola de Florencia, abordando el personaje de Mario Cavaradossi, en "Tosca", de Giacomo Puccini fue aclamado en Europa como una de las jóvenes grandes figuras del momento.
Por sus condiciones vocales y el buen dominio de los idiomas italiano y francés le facilitaron su ingreso en la Opera de Berlín en 1962 para ser protagonista de obras cantadas en esos idiomas. Luego debutó en el Festival de Salzburgo en "Ifigenia en Aulide", de Gluck, y en obras de Richard Strauss. Pero su rápido dominio del alemán le permitió sumar a su repertorio, desde 1965 hasta 1975, los grandes personajes de Wagner como Sigmundo, Sigfrido, Lohengrin, Tannhauser, Parsifal, entre otros.
El Teatro Colón en 1971 lo invitó a debutar en Buenos Aires encarnando el personaje de Sansón en "Sansón y Dalila", de Saint-Säens, con dirección de Thomas Schippers, y como Radamés, en "Aida", de Verdi, junto a un elenco brillante conformado por la soprano Martina Arroyo, la mezzosoprano Fiorenza Cossoto y los recordados cantantes argentinos Gian-Pietro Mastromei y Víctor de Narké, con la batuta de Gianandrea Gavazzeni.
El momento en que el público argentino pudo apreciarlo en su mejor terreno fue en su segunda visita en 1981, cuando encarnó, también en el Teatro Colón, un excelente Sigmundo, en "La walkiria", de Richard Wagner, junto a los sopranos Jeannine Altmeyer, Ute Vinzing, Thomas Steward y Matti Salminen, con la dirección musical de Hains Wallat, oportunidad en la que se pudo apreciar en toda su magnitud las condiciones de una voz, acaso más clara que la de un auténtico heldentenor, pero de gran nobleza en su línea de canto y muy sobrias maneras de expresión. En la escena, sin llegar a ser un gran actor, se apreciaba una figura ideal para Sigmundo y Sigfrido, tanto por su apuesto físico deportivo como por sus ojos azules y su blonda cabellera nórdica, tan a tono con la mitología inspiradora de la Tetralogía.
Su discografía es una de las más amplias y jerarquizadas que ha registrado un tenor de sus características, ya que en ella el artista fue dirigido por eminentes directores de orquesta y todas editadas comercialmente por sellos de primer nivel, junto a colegas de indiscutido prestigio internacional como Christa Ludwig, Birgit Nilsson, Regine Crespin, Hans Hotter y Gwyneth Jones, entre muchos otros.



