¿Qué está haciendo hoy Stewart Copeland, el baterista de The Police?

Durante 2018, Stewart Copeland, mítico baterista de The Police, estuvo celebrando diferentes aniversarios de la banda inglesa que redefinió el rock de los ochenta. Se cumplieron los cuarenta años del primer álbum Outlandos d'Amour y posteriormente los treinta y cinco años del fundamental Synchronicity. Después de la última gira mundial con el cantante Sting y el guitarrista Andy Summers, que los trajo a la Argentina en 2007, cada uno continuó con sus propios proyectos solistas.

El inquieto baterista y compositor siempre generó originales proyectos por fuera del sonido de The Police: este año estrenó un elogiado documental, que se vio en la BBC, con la historia de la percusión, desde los orígenes africanos hasta los sonidos más contemporáneos. Ahora acaba de anunciar una gira con el ambicioso proyecto Stewart Copeland Lights Up the Orchestra, un ensamble con el que hace una revisión de todo su material como solista.

En las últimas décadas, Stewart Copeland estuvo involucrado en la grabación de bandas sonoras, documentales y también grabó discos solistas y proyectos paralelos como Gizmodrome junto a Adrian Belew, reconocido músico que tocó con Frank Zappa, King Crimson, Peter Gabriel y David Bowie, entre otros. En su nuevo espectáculo con orquesta, el músico repasa los éxitos de The Police, pero también sus creaciones para las bandas de sonido de las películas La ley de la calle de Francis Ford Coppola y Wall Street de Oliver Stone, e incluso su trabajo para el popular videojuego Spyro the Dragon.

"Si bien las orquestas clásicas normales pueden interpretar perfectamente Brahms y Mendelssohn, cuando tienen que tocar mis partituras de pronto cierran los ojos y suenan como una banda escolar. No saben tocar algo nuevo. Mi nueva formación tocó solo obras nuevas y también tienen groove. Es una orquesta verdaderamente moderna", le dijo el músico a la agencia de noticias DPA, tras el anuncio de una gira por el Reino Unido y Alemania.

Stewart Copeland sigue siendo una pieza clave del rock del siglo XX. A los 66 años, este hijo de un exagente de la CIA y una arqueóloga, criado en Beirut y educado en el mismo colegio de Osama Ben Laden, se reparte entre una intensa vida profesional que va desde colaboraciones especiales junto a bandas como Foo Fighters y recitales a beneficio en el colegio de su hijo junto a otros padres estrellas del rock como Gene Simmons de Kiss. El músico sigue sentado sobre la gloria de la banda que lo llevó a la cima de la popularidad en la década del ochenta y a la vez es amado por los bateristas por sus forma de tocar sus hi-hats.