Rubén y Lucila Juárez: lo primero es la familia
Hoy y mañana, se presentarán en el Torquato Tasso
¿La verbosidad de su padre es siempre constante? Lucila Juárez (cantante e hija del cantor de tango y bandoneonista Rubén Juárez, no necesariamente en ese orden) responde: "Yo vivo en Buenos Aires y él, en Carlos Paz. Cuando voy para allá, no aprovecho la hora de la siesta como el rato para dormir, sino como el momento de silencio que tiene la casa".
Rubén, que parece un rioplatense prototípico y tanguero por su manera de hablar, no disimula esa fama y larga su reclame publicitario: "Tenés que escucharla. Lucila es una cantante urbana diferente. Olvidate de que soy el padre diciendo esto. O, bueno, si querés, no te olvides".
Ese "tenés que escucharla" es para hoy y mañana, en el Tasso, donde padre e hija se presentarán cada uno con sus músicos y con diferentes propósitos artísticos. Mientras Rubén anda con su show de 40 años de carrera, Lucila interpretará el repertorio de su debut discográfico, donde, por supuesto, el bandoneonista dijo lo suyo.
"Siempre me sirvió la opinión de mi viejo -dice Lucila-. Además, yo empecé al revés de muchos. Comencé cantando con mi viejo, en escenarios que pisaron muchos grosos. Eso era como estar en el living de mi casa. Y de repente lo que me cuesta más es cantar frente a diez personas. Soy muy exigente conmigo, siempre estoy buscando cosas. Además, a principios del año que viene saco mi primer disco basado en tango fusión con ritmos americanos."
Poner a consideración del público porteño su actual repertorio es una excusa de Lucila para ofrecer con su padre un show "a la par". "Estuvimos en el Astral, haciendo un musical, pero ésta es la primera vez en este plano." Cada uno con sus músicos. Primero será ella la que suba al escenario, y luego, Rubén que, a pesar de ser tan inquieto, ahora no parece, a cuarenta años de su debut, tener apuros profesionales. Dice que piensa en grabar un nuevo disco, pero el año próximo. Por ahora está agendando giras por el exterior y goza de la experiencia de todos estos años. Es, de algún modo, el eslabón entre esa camada de músicos que hoy es de referencia (esos de los que aprendió cuando era un chiquilín) y las actuales generaciones.
Orgullosa de su papá, Lucila cuenta que una noche terminaron de tocar en un boliche de San Telmo y se fueron a otro local donde se armó una zapada de bandoneonistas en torno a Rubén. Y Juárez padre no se queda atrás con los elogios a su hija: "A mí ya me conocen. Quiero que la escuchen a ella -insiste-. Este trabajo de Lucila es muy cuidado".
Por más que estén a la par en el show, puede ser para su hija una manera de quedarse a la sombra de Rubén. "Pero no lo siento así porque soy mujer -explica Lucila-. Tal vez si fuera varón y cantara tangos o tocara el bandoneón me pasaría."
-¿Cómo es tu repertorio?
-Básicamente de tangos tradicionales versionados en bossa nova, en son, con mezclas de milonga o vals peruano. También hay baladas y hay tangos arrabaleros, que me gustan.
Para agendar
Rubén y Lucila Juárez, se presentarán con sus grupos. Hoy y mañana, a las 22.
Torquato Tasso Defensa 1575. Hoy y mañana, a las 22.
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