Sevilla se vistió de fiesta la noche del sábado 2, cuando las estrellas más rutilantes del show-biz español se reunieron bajo el cielo andaluz para celebrar la entrega de los Premios Goya. Fue la segunda vez, en 33 años de historia, que los galardones con los que la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas premia a lo mejor del séptimo arte no se entregaron en su venue: Madrid. Como en el 2000, cuando la ceremonia fue en Barcelona, la gran noche del cine volvió a tener una nueva locación, el Auditorio Fibes, por cuya alfombra roja caminaron diosas de la talla de Penelópe Cruz, Nieves Álvarez, Paz Vega, Silvia Abascal, quienes desfilaron lo mejor de la alta costura europea.
En esta edición, dos argentinos participaron de los Goya. Hablamos del director de cine Juan José Campanella, quien le entregó el Goya a la Mejor Película Iberamericana a Alfonso Cuarón por Roma (el film, además, tiene 10 nominaciones a los Premios Oscar) y la actriz Micaela Breque. La ex de Andrés Calamaro acompañó a su novio, el pianista británico James Rhodes, quien esta vez fue el encargado de ponerle música al momento más emotivo de la noche: cuando se recuerda a aquellos artistas que murieron en 2018.
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